Mi ciudad romance, mi calle vertiente de cultura e historia, mi día con sabor a Fierro y Tseltzer. Podría decirse que cuando llegué fue una experiencia de lo más común, vine de Krakovia, luego antes estuve en Finlandia, unos dos años por España, pero mi ciudad más mítica y romance siempre sera París, Francia.
Estuve muy pocos días, pero las experiencias ahí, fueron tan lentas y exquisitas como siglos de historia. Estuve en La Rue Tolouse y Les Fleurs, una extensa callejuela que era el centro cafetero de la propia ciudad. A lo largo miles de bancas de hierro y toldos con flores se extendían a lo lejos de la callejuela que además por el centro de la misma corría un canal al que se podía acceder bajando las escaleras y que por sus paredes laterales, como si fuera subterráneo, tenía hermosas librerías y tiendas de antigüedades. Estuve paseando extasiada por ahí durante la mañana que llegara; después fui al cementerio D´Armenti, este camposanto era el más oculto en parís y la razón es porque antes era un cementerio común de algunos olvidados escritores y de héroes que nunca nadie reclamó. No había más de trece tumbas y todas ellas estaban en mármol rosa o gris pardo, todas ellas se alzaban rigurosas como recordando con rudeza el olvido en que estaban, y por debajo una curiosa forma en que solían escribirse los epitafios sobre las lapidas; antes ignoraba todo aquello, pero en mis caminatas di con este tranquilo lugar, me detuve a preguntar por qué al entrar a este cementerio una inscripción hecha en mármol hueso te decía simplemente los nombres y un código. Eso me pareció muy extraño, me acerqué al cuidador y le pregunté, la respuesta fue bastante curiosa.
Hace algunos siglos se acostumbraba que los epitafios fueran escritos por los propios difuntos antes de morir, era parte de las cosas que debían dejar conclusas antes de irse; escritores y poetas escribían sus propios textos mortuorios, pero si alguno llegaba a fallecer sin escribir su inscripción en la lápida se solía buscar un laureado poeta que escribiera algo por él, o alguna persona que le conociera de cerca. Se consideraba que los mejores epitafios eran escogidos como buenos cuando lograban rememorar a esa persona de una manera refinada y poética, o porque hacían reflexionar con pensamientos a las personas que lo leían. Poco a poco constituyeron un nuevo subgénero literario como la elegía o poemas de lamento.
Entré por la curiosidad de encontrar algo que me hiciera de verdad reflexionar sobre mi mortalidad o la de alguien más.
La primera de los trece sepulcros fue algo bastante corto y conciso, me habían explicado que a veces la brevedad era mejor para que aquellos viajantes de paso precisamente solo leyeran de paso y aún así pudiesen leerlo todo y recordarlo por la rima y el ritmo, y decía:
Estuve muy pocos días, pero las experiencias ahí, fueron tan lentas y exquisitas como siglos de historia. Estuve en La Rue Tolouse y Les Fleurs, una extensa callejuela que era el centro cafetero de la propia ciudad. A lo largo miles de bancas de hierro y toldos con flores se extendían a lo lejos de la callejuela que además por el centro de la misma corría un canal al que se podía acceder bajando las escaleras y que por sus paredes laterales, como si fuera subterráneo, tenía hermosas librerías y tiendas de antigüedades. Estuve paseando extasiada por ahí durante la mañana que llegara; después fui al cementerio D´Armenti, este camposanto era el más oculto en parís y la razón es porque antes era un cementerio común de algunos olvidados escritores y de héroes que nunca nadie reclamó. No había más de trece tumbas y todas ellas estaban en mármol rosa o gris pardo, todas ellas se alzaban rigurosas como recordando con rudeza el olvido en que estaban, y por debajo una curiosa forma en que solían escribirse los epitafios sobre las lapidas; antes ignoraba todo aquello, pero en mis caminatas di con este tranquilo lugar, me detuve a preguntar por qué al entrar a este cementerio una inscripción hecha en mármol hueso te decía simplemente los nombres y un código. Eso me pareció muy extraño, me acerqué al cuidador y le pregunté, la respuesta fue bastante curiosa.
Hace algunos siglos se acostumbraba que los epitafios fueran escritos por los propios difuntos antes de morir, era parte de las cosas que debían dejar conclusas antes de irse; escritores y poetas escribían sus propios textos mortuorios, pero si alguno llegaba a fallecer sin escribir su inscripción en la lápida se solía buscar un laureado poeta que escribiera algo por él, o alguna persona que le conociera de cerca. Se consideraba que los mejores epitafios eran escogidos como buenos cuando lograban rememorar a esa persona de una manera refinada y poética, o porque hacían reflexionar con pensamientos a las personas que lo leían. Poco a poco constituyeron un nuevo subgénero literario como la elegía o poemas de lamento.
Entré por la curiosidad de encontrar algo que me hiciera de verdad reflexionar sobre mi mortalidad o la de alguien más.
La primera de los trece sepulcros fue algo bastante corto y conciso, me habían explicado que a veces la brevedad era mejor para que aquellos viajantes de paso precisamente solo leyeran de paso y aún así pudiesen leerlo todo y recordarlo por la rima y el ritmo, y decía:
Un día amanecí y te vi a mi lado
un día me perdí, me morí
y sin pedirte tu mano.
Si has descendido a mi descanso
Seguí caminando, cada tumba estaba separada por una distancia de 4 o 5 metros, la siguiente se encontraba en un sótano, bajé a tientas por la oscuridad de las escaleras hasta que en el fondo una llama velaba una tumba alzada y aislada.
Si has descendido a mi descanso
y me encuentras sólo abajo,
te recuerdo que un día estarás conmigo,
profundo de polvo y mármol.
Me sentí algo acechada por eso, como si alguien quisiera que permaneciera ahí.
Salí y continué a la siguiente, esta era más simpática, tenía muy bonitos detalles y una historia enmarcada con bordes de plata.
¨Todo el tiempo que estuve en este mundo me dijeron muchas cosas sobre la vida: que era hermosa, el planeta era grande, la naturaleza era sabia, la gente siempre podía sorprenderte, el amor era perfecto y dulce, y que el tiempo curaba las heridas, que algún día todo esto lo conocería, me dijeron demasiadas maravillas de este mundo, pero yo nunca pude vivir la mía¨
La nota inferior señalaba la edad de una niña de tres años que murió de un carcinoma.
Continué y la siguiente era algo mas adusta y seria, era la única que tenía mármol gris y negro con letras doradas, era de un poeta que nunca tuvo dinero según me contó el cuidador pero ganó tantos amigos que conoció en sus viajes por el mundo, y tan agradecidos estaban que juntos le hicieron el honor.
En la noche si no me ven versando entre coplas,
si ya no beben conmigo en copas,
si llegan los inviernos y los días se acortan;
recuerden que en cada poema, canción o prosa
estaré para traerles palabras ricas en letra hermosa.
Seguí directamente hacia la ultima que me recomendaba con énfasis el cuidador, parecía que el conocía a la persona en aquel sepulcro ya que hablaba de ella como quien habla de la persona amada, pudo haber sido su esposa, o un viejo amor. Pero cuando llegue era mas una historia totalmente diferente.
Tanto el viento amo a mi Ana,
que de celos tendió la muerte sus ramas.
Esa noche encendió el cielo en llamas,
la luna llamo a llevarla Morgana.
El viento tan celoso del amor que le tenía
sus ráfagas furiosas azotaron aquel día,
me la arrebataron sepultándola en escombros
y ya nunca se levantó mi Ana querida.
El viento no pretendía asesinarla
el sentenciado era yo en su insanía
pero se equivocó y la volvió polvo de mirra
Ahora te encuentras aquí amada mía.
Tu que alguna vez amaste, no debes irte sin depositar una flor a las copas vacías de licor. Que por amor ganas y alzas el vuelo, y por amor mueres de ira y de celos. Viento ya la perdimos los dos...
Me fui pensando en ello. Por lo pronto parto a Rusia, pero espero volver a terminar de leer tan curiosas historias que la mente pueda entrelazar, como aquella que yo quisiera en mi propia lápida.
hehe ese ultimo poema es algo bello perro a la vez triste por ke abla de un amor perdido u.u XD
ResponderEliminar:D me alegra que te gustará disculpa los errores ortógraficos jaja XD
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