Destinatario

Estas son sólo notas de olvido, recibos injustificados, cartas de silencio y telegramas melancólicos que una mujer de vena negra escribió.

jueves, 30 de junio de 2011

Te pedí



Te pedí más tiempo
y me dijiste que no
y cuando te pedí amor
fuiste duro de razón
por eso hoy que lo pienso
no se porque a tu lado
me encontraba yo...

¿Dónde puedo vivir?


Me dan miedo los brazos largos de la melancolía que se roban mis manos,
me las lleva a la boca y enmudece todos mis sentidos, los tiene retirados,
tan retirados en la lejanía de mis deseos, pero tan cerca de una desesperanza
que solo crece cuando pienso en los momentos que tú mis ideas despedazas

Así camino bajo el desierto de mis pensamientos que no reciben agua
y el calor se desprende como ondas cada vez que yo me siento sola y con canas
pero no encuentro la nave que me regrese a cuando me solía sentir bien
que ya no me deje andar descalza por estos suelos que me duelen en la cien

Me voy muy pronto de este pueblo que construí yo misma, sin ganas
me voy de donde teché casas llenas de sueños y los llené hoy de miasma,
ya es hora de abandonar este pueblo lleno de sombras que no se quieren ir
y el día que me vaya no sé que haré pero en algún lugar debo ser feliz.

¿Por qué es tan difícil encontrar donde subsistir?

martes, 28 de junio de 2011

¡Ah las canciones Cardenches!


No se acompañan de ningún instrumento musical, es polifónica... es el cantar tradicional de La Laguna en el norte de México y la originaron los campesinos que la usaban para mal pasar las infames condiciones de vida dadas por los terratenientes... se me erizan los vellos de la emotividad y siento venir el corazón por la garganta... disfruten...



Ichi Rittoru no Namida (Un litro de lagrimas) 1: ( 1 - 7 )

Besos de agua


El piano sonaba dentro de un sucio cafetín, el olor a tabaco y ginebra fue lo que me hizo salir,
afuera destellaba bello sol del mes tierno de abril, era una leve voz que mis pensamientos vino a interrumpir, era aquella tu dulce voz que en el breve espacio que me perdía me pudo despertar, era la dulce voz de tu sonrisa cuando me besabas diciendo a todo que sí, temí tomar las decisiones y sabía que nos  hacía falta tanto calor y cariño en el frío de nuestras vidas, y ahora vez oigo tu dulce voz que es de mi amargo saber que solo son los ecos del pasado.

Caminé sola por las calles bajo la lluvia inclemente de abril, mi rostro frío y el viento trayéndome el olor de tus caricias sobre mí, ya no puedo sentir más allá de todo el dolor que por abrir mi corazón viví, todo el tiempo que me vencieron tus besos en las tardes con jarabe que hacía suspirar a mis oídos por una copla más, hoy en día el sonido de un viejo piano, la lluvia sobre mi rostro me recuerda los besos de agua que escaparon por mis mejillas cuando te conocí...

¿Cómo podré cambiar tanto tiempo que perdí, cómo remediaré todas las veces que pudiste decírmelo al fin, con tu larga sonrisa y ese palpitar que sentía al dormirme sobre ti?, no hay manera de cambiar las cosas, no hay manera de cambiarme a mí. He regresado de nuevo a sentarme sola y sonriendo así, recordando los lugares que juntos visitamos y platicamos a morir, yo ya no pido un futuro, ojalá pudiese vender todo mi pasado en alguna tienda de novedades, para ver si a alguien más le hace gracia la novedad de lo que viví.

Otro día más paso y ya no confió en el tiempo para subsistir, ya el amanecer me ha alcanzado en mis desvelos, hoy no dormí, el tiempo nada hará por ti o por mí, ¿no es así?, ya nada el tiempo hará por ti o por mí, ¿cuántas veces te dije que nunca creí en esto que tu llamabas querer?, pero tanto fracaso no te acostumbra a ganar en este juego, sumado al cansancio de la experiencia de sentir, no hay nada que decir, entre nosotros no existen más palabras y me vuelvo ajena a ti, pero ojalá algún día el tiempo me permita envejecer atesorando algo puede ser que aprenda yo a seguir.

Pero si  quedan restos en la vieja cama donde los fantasmas juegan con tu figura, ya dejé todos los esquemas quemarse al fuego de la resignación, una llama que arde desde que existe el adiós, el viejo fuego que permite escapar gases de esperanza; te soñé mil veces y nunca te hiciste realidad, mi cuerpo estremecido por el frío se interroga si podrá volverse a mover en el mundo, todavía mi mente no distingue la realidad, desde que te fuiste ya no encuentra descanso ni solución a los problemas, es un alma enferma que se retuerce en los llantos que se vierten hacia dentro... no es perfecta mi vida pero sin ti debe de continuar mientras, te prometo, seguiré mandándote mis notas con besos de agua.




Todavía me acuerdo.

lunes, 27 de junio de 2011

Hoy les presento ¨Opuesto en el frío de invierno¨ la audionarrativa por la voz de Flor S. una excelente periodista de Buenos Aires en palabras de Míkel, la narración proveniene del autor Míkel F. Deltoya. Disfruten y visiten el video en Youtube (:

El libro de la Muerte


El adiós definitivo, el fin de cualquier cosa siempre es un sentimiento de abismo. El adiós como fin y se dice que en un adiós para siempre nunca hubo un inicio. Pero lo peor es decir adiós a algo que debe morir... muchos piensan que jusgar a alguien en base a las impresiones y comportamientos es justo y además acertado, pero no... he conocido mujeres que han sido todas unas arpías pero no siento más rencor ni lastima por ellas después todo, eres lo que tu entorno activa y decide en ti. Yo me llamo Luz y no había otra cosa mayor para mí que los libros, eran mi escape, mi pasión y la almohada donde podía acomodar perfectamente mis sueños, mis tristezas y mis alegrías, en ellos encontré mi entorno, entre los dramas y las vivencias fantasticas, de ellas saque ideas para lograr mis objetivos, para castigar al ignorante y alabar al ingenioso pero eso es cambiable, lo sé porque una vez me enamoré lo malo es que tuvo que marcharse; amé a las personas que sentí que lo merecían en algún tiempo y también las dejé de amar cuando dejaron de merecerlo. No parecerá que sea amor, yo no sé lo que es pero yo sentí que así fué. Sin embargo a veces empiezo a creer que no estoy hecha del todo para esas cosas, mi entorno me ha convertido en un ser extraño que elije ir a la biblioteca en lugar de la charla, charlar solo con aquellas personas interesantes, de intelecto o buenos valores, no hacer amistades duraderas y las pocas que posea ignorarlas, no esta bien y lo sé, así que un día decidí cambiar eso...

El día 10 de Octubre fue en el que inicié a cambiar todo, desde abrirme a las personas platicando con ellas hasta cambiar mis fríos apretones de manos por un abrazo caluroso, cambiar la biblioteca por un parque cercano en el que pudiese platicar con personas; aquél día después de clases me dirigí al parque esperaba que viniera alguien conocido pero me dí cuenta que así no avanzaría así que caminé un poco más hacia los pirules que daban una enorme sombra de circunferencia. No vi nadie y decidí rendirme al instante y regresar a los libros que me eran más confortables, eso hasta cuando sentí un enorme golpe por la espalda, en esos instantes un jóven salió volando por los aires disparado contra el más grueso de los pirules.

Estuvo inconsciente sobre mi regazo por varios minutos hasta que logré despertarlo, me miró perdido pero en cuanto abrió los ojos pude sentir como algo corría tibio entre mis pulmones, sus ojos eran una maravilla, sus ojos negros eran la profundidad de aquellas historias donde alguna vez pensé en el romance, finalmente paso un rato antes de que alguno de los dos mencionará unas palabras, yo seguía como embobada por su sonrisa y su rostro y todo él que se veía tan guapo, me sentí un poco tonta por verlo con aquellos ojos de ternura y no decir nada; hasta que él se levantó deje de mirarle así, se sacudió y se fue... no pasó nada en ese encuentro hasta algunos días después...



En nuestra comunidad hay una cueva que le dicen la cueva de los lamentos, el peculiar sonido que se produce por el viento pasando a través de los hoyos de la cueva es parecido al de un lamento de una mujer, muchos temen ir ahí por las supersticiones, yo voy ahí por la tranquilidad y algunos días cuando quería me dedicaba a asustar a los más jóvenes que se retaban para entrar, un día el muchacho con quién me encontré entró, era muy extraño... no entendí porque había entrado ahí hasta que me acerqué.

- Hola - dió un brinco atrás como espantado por un fantasma.
- Hola, me diste un susto, te estaba buscando...
- ¿Qué necesitabas?
- Bueno yo ni siquiera me disculpe la otra vez y quería ver si te podía invitar a ir conmigo al Bar de las Cuatro.
- Pues puedes invitarme.
- Ahmm ¿Quieres ir?
- Sí jeje claro.

Aquel día fue de lo mejor, pláticamos de infinidad de cosas pero empecé a notar otras, él no era como yo, tenía un conocimiento general amplio pero en cuanto a cuestiones más científicas o filosóficas no podíamos discutir mucho... lástima... eran los temas que más me gustaba tocar; un día, después de un tiempo de encuentros y conversaciones, lo invité a mi casa a cenar, iba a ser una noche inolvidable, yo me sentía muy atraída hacia él, preparé una cena exquisita, puse mesa, mantel y cubiertos, compré un vino, Chardonnay, y me pusé un vestido negro escotado y corto, estaba hecha una Diosa muy al estilo de las mujeres de James Bond, hasta que finalmente llegó a la hora acordada; la noche transcurrió entre risas y juegos, terminamos el vino y lo llevé a mi habitación, me monté sobre él y empecé a quitar su camisa blanca de algodon, después bajé sus pantalones y lo empecé a besar tan candorosamente que lo que más se oía eran nuestras respiraciones, despues el retiró el zipper de mi vestido descubriendo una suave espalda blanca con un pequeño lunar al centro. Empezó a quitar el sostén mientras me giraba para sí. Esa noche hicimos el amor sin piedad hasta terminar exhaustos, abrazados y mojados.

Cuando desperté él estaba leyendo algo... no adiviné que era hasta que tallé mis ojos y note entre sus manos mi diario. ¡Mi diario!, lo sostenía frente a mi librero mientras yo lo veía burlarse de mis fantasías; de todos los libros que yo hubiese poseído, ese compendio de mis historias era uno que nunca permitiría que vieran, mucho menos que se burlarán de mis sueños. Se lo arrebaté y lo corrí de mi casa. Al día siguiente él esperaba frente al Bar de las Cuatro con un ramo de rosas color lila y una nota de disculpa... lo invité aquella noche, pero está vez con un plan.

Lo invité a leer mi diario si es que quería saber de mí. Hoja por hoja hicé que leyerá para que lo pudiese perdonar como condición, y así lo hizó, hoja por hoja mojaba su dedo y daba la vuelta a las páginas, y leía más y más hasta que un mareo lo hizó perder la secuencia, se recargó un poco y siguió leyendo más y empezó a perder la visión de todo, todo empezaba a oscurecerse y finalmente cayó muerto...

El pobre nunca supo que su mayor error estaba en leer libros ajenos; tranquilamente la noche anterior yo había colocado arsenico en las páginas... 



domingo, 26 de junio de 2011

No parece cierto


Pero sigo pensando que algún día, en algún tiempo alguien dijo mi nombre... al decir mi nombre escapó un suspiro, no de aquellos que quitan el aire como algo perdido si no que son suspiros que te hacen sentir querer más aire para seguir suspirando; tal vez no es verdad, tal vez siempre creí en ellos y la realidad es que me engañé. Hace un día o dos hablé contigo, tanto tiempo... los mismos juegos, los mismos golpes, el mismo espacio entre nosotros en el que faltan palabras y donde las conversaciones no dicen lo que deberían decir entre ¨ceguera¨ y yo

Otro día hable con el ¨ácido¨, como siempre sólo solo porque tiende a gozar de amores egoístas, hablé con él y me llevé mil decepciones en una sola conversación y aún sigo viéndolo en caras de otras personas, es horrible.

Ya no he vuelto hablar con ¨frio¨ eso es ganancia pero no niego que de vez en cuando me preocupe un poco, espero que este bien.

Y ¨sordo¨ sordo en los inicios y ahora que hago ruido me busca sutilmente sin embargo perdió su oportunidad.

Sin embargo tengo ¨esencia¨ y ha superado toda barrera, espectativa, problema, tristeza, celos, problemas, pasado, y es más entregado que cualquier otro...

Yo sin duda me quedaría para siempre con ¨Esencia¨ sin embargo siempre habrá algo que me aleje...

sábado, 25 de junio de 2011

Que recorras mi piel



Tengo miedo a que toques mi piel
y de ella extraigas mil verdades
Tengo miedo de que toques mi piel
y no puedas entender sus necesidades

Me atemoriza algún día que llegues
y que la piel tú quieras arrancarme
Me da temor que ni siquiera ruegues
y des por hecho que es tuya mi carne

Tengo la inseguridad de que deslices
tus dedos como cuchillo cortante
y que con tus ojos aprendices
le extraigas a ella todo el arte

Pero no tengo miedo de tus anhelos
cuando me tocan y ellos me recorren
que me animan a besarte y traspasarte
hasta que juntos toquemos los cielos



viernes, 24 de junio de 2011

En el mundo a cada rato

Nota del autor: Fieles lectores hoy quiero traer un pequeño paréntesis a la semana de lo erótico directo a sus ordenadores para traerles este video. No se trata de un video de música ni es en sí una película, es de hecho un documental que creí importante porque es de hecho la realidad que se vive ¨en el mundo a cada rato¨ ustedes dirán si esto es cierto o falso; este video llegó a mí gracias a una materia que estoy tomando en veranos, es parte de mi carrera como Médico en formación, estoy hablando de Salud Pública, y me encargaron un análisis de las 5 historias contenidas en este video, hubo algunas que si me tuvieron con la lagrimita en el párpado y otras que me dejaron la sensibilidad a flor de piel, porque crean o no, esas no son realidades del siglo pasado, uno que vive en su entorno cree que no existen las cosas más allá de eso y cree que en todos lados poseen servicios médicos adecuados y el mundo goza de una buena vida, que cualquier niño tiene el ¨facebook¨ o ese aparatejo el ¨ipad¨, que tienen una casa en los suburbios, un carro, que tienen madre o padre, que todos van a la escuela y la realidad es ésta, claramente no hay más que decir… ustedes vean el video y juzguen. (Por cierto es en Megavideo por lo que tiene la cláusula de las 72 hrs).


miércoles, 22 de junio de 2011

La distancia entre dos cuerpos



Aquel día cuan abrumado estaba, la muchachita que quería tras haber estado actuando raro en estos días por fin decidió dejarme, había estado dudando de nuestra relación y no solo era eso, ella seguía amando a su exnovio, lo más que hice fue darle mis bendiciones y que se fuera aunque no sin mi tono amargo. El día desde que empezó fue un caos total, había quedado con una amiga para que buscara la letra de unas canciones de un cantautor favorito mientras yo contribuiría trayendo conmigo una guitarra, lo cierto es que eso no me animó del todo, antes me puse tristísimo por lo que en cuanto salimos del edificio me le perdí de vista, sentía la necesidad de estar solo y llorar porque fue bastante el tiempo que deseé estar con ella para que terminarán así las cosas; había tomado el celular de mi amiga en el que había subido las canciones, por lo cual después me estaba buscando para que se lo devolviera; Lucía, que era mi amiga era de aquellas mujeres demasiado callada y solía aislarse siempre pero en estos meses me había encomendado a juntarla a nuestro grupo de amigos y hacer que hablara conmigo por esa razón ella sentía que debía ayudarme a no andar deprimido. Pronto apareció con el grupo de amigos invitándome a no quedarme solo y acompañarlos a un restaurante para ir a comer ella era aún ajena a toda la historia que tenía con Miriam por lo que me ayudaba aún sin saber que me había sucedido. La tarde transcurrió sin demasiados ánimos para mí hasta que finalmente concluyó la comida y todos partieron cada quien para su rumbo, solo habíamos quedado ella y yo caminando por las calles en silencio con pasos tan lentos y arrastrados que difícilmente nos alejamos apenas unas dos cuadras; el silencio pareció incomodarla:



- Sabes… siempre quise subir la torre del reloj que se encuentra en la alameda, pero no he podido porque no quiero hacerlo sola… ¿quieres venir conmigo? – yo accedí, sentía que necesitaba algo de calma en un lugar aislado y bonito.


Ella no parecía convencida de que subiría por las escaleras que solo eran de tubo y estaban rodeadas por una reja de metal pero cuando observó como trepaba velozmente por las escaleras me siguió diciéndome desde abajo que no me alejara demasiado. Cuando finalmente llegamos al techo nos apresuramos a la orilla del enorme tejado, el vértigo era excitante y a la vez nos mantenía aferrados de las manos a la barda de cemento. Yo me encontraba un poco más tranquilo, la tristeza aunque no desaparecía del todo si empezaba a ceder, entonces ella se dirigió al otro extremo del techo, temí que fueran a oírnos pero eso a ella no le preocupaba, entonces pareció por fin quedarse tranquila, después de un rato nos sentamos juntos y la noche avanzaba más sobre nosotros entonces la moví para que recargara su cabeza en mis piernas mientras ella seguía cantando con la música en su celular, era muy bonita mientras la luz de neón que se reflejaba de un edificio vecino recorría con suma sensualidad su largo y detallado cuello, podía divisar todos aquellos músculos y tendones en su grácil cuello, tan deseable tanto que… terminé besando su cuello. Ella lo sintió, sé que lo sintió porque guardo absoluto silencio, eso me desesperaba, SE QUEDO EN SILENCIO, ¿habrá sido bueno o malo?, a pesar de que eran los segundos que transcurrían ya sentía la eternidad cayéndome de peso en mi cerebro, me desesperé y finalmente le pregunté.


- ¿Por qué dejaste de cantar?


- No dejé de cantar, es que solo se acabó la canción – atiné que ella aprovecho eso para responder, después movió sus manos para poner la siguiente canción y surgió así la canción de Bésame, ambos nos reímos mucho de eso, luego después deposité otro beso en su mejilla, parecía inmóvil, nuevamente no me detuve y deposité otro más en sus carnosos labios, eso la hizo reaccionar y prontamente respondió mi beso, ese tiempo fue maravilloso y eterno, ambos estábamos felices y no queríamos decir nada, yo no deseaba decir o preguntar nada que pudiera arruinar este momento con el que fantaseé; transcurrieron apenas unas dos horas y ella se había recostado en el suelo con sus manos detrás de su cabeza, sus ojos estaban cerrados pero ella no estaba dormida solo como que descansaba, entonces decidí ponerme encima de su cuerpo, me miró y le pregunte que si la incomodaba, ella me dijo que no, no sé si era por la impresión o porque ella le llamaba la atención lo que sentía en ese momento, sentí dentro de mis pantalones algo que crecía, estaba encima de ella, encima de su pecho, de sus caderas mientras sentía que un calor se expandía sobre su entrepierna, la tenía frente a mí y comencé a frotarme con ella como impulso salido de mis ganas, notaba como sus ojos se abrían y empezaba a oír algo de agitación en su respiración, pronto corrí el zipper de su blusa y bajé su brassier descubriendo unos redondos y cálidos pechos, los besé a mi antojo percibiendo un aroma a perfume, no imagino cuál era pero olía muy rico, y los presione con ambas manos viendo como se hacían duros sus pezones al contacto, ella parecía agitarse más mientras sus ojos estaban entreabiertos y sus labios aún más abiertos me generaban el deseo de besarlos, así que lo hice, la besé mientras mis manos seguían recorriendo un cuerpo en el que había pensando hace tiempo, el cuerpo y la belleza de ella quien fuera mi amiga ahora estaban siendo recorridos por las manos de su más fiel amante, seguí recorriendo su cuerpo y me retiré un poco para quitar el resto de su ropa, desabroché sus jeans y lentamente retiré poco a poco sus panties de color azul descubriendo su pubis bruno, ella me tomaba por los hombros como pidiéndome que me acercará más a ella, y así lo hice. Ella desnuda frente a mí salvo por sus pies a los que no quite los calcetines, la empecé besando desde su boca , recorriendo los músculos tensos de su cuello y deslizándome por entre sus senos los cuales excitaba más con mis dedos pasando una y otra vez sobre sus duros y respingados pezones, luego seguí recorriendo por su abdomen notaba como mi aliento parecía agradarle mientras respiraba sobre él, finalmente llegué a su pubis, sus piernas que estuvieran juntas las abrí de par en par, ella parecía en otro mundo pero notaba como su placer crecía, tome mis manos para separar sus piernas que se resistían pero no tanto como para no permitirme operar, entonces hundí mi lengua en su sexo a lo que comenzó a retorcerse yo la sostenía mientras la humedad inundaba su clítoris y su vagina, su sabor era algo salado, pronto me separé un poco y desabroche mis pantalones, ella me miraba mientras lo hacía pero notaba como su cuerpo temblaba, entonces saqué mi pene erecto y lo acerqué con lentitud a ella primero por su ombligo después descendiendo a sus labios, hasta llegar a su vagina, entonces la penetré, ella sola se aferraba a mí como queriendo sostenerse con las uñas mientras yo me movía dentro de ella, algo de saliva escapaba de su boca con esos hilitos que la aperlaban, yo estaba excitado de verla como su respiración se aceleraba hasta convertirse en sonidos hasta que empezó a reírse, nunca la escuché reír así, nunca ni siquiera cuando aquella vez que estaba jugando conmigo porque me había quitado la chamarra que llevaba pero me gustaba, se reía con más fuerza hasta que terminé y el semen escapaba después de haberme retirado, ella estaba temblando y cerró sus piernas mientras se aferraba al suelo como queriendo lidiar con lo que sentía; me sentí lleno de salud y de vida, y tenía ante mis ojos a una diosa que me concedía este don maravilloso, me acerqué a ella a detener el temblor de sus piernas con mis manos y a abrazarla y besarla mucho, ella me correspondía y la noche era algo que nunca podría borrárseme; pasado unos minutos se incorporó y se vistió, bajamos juntos pero la veía cuando descendía como sus piernas temblaban al apoyarse sobre cada escalón, yo también me sentía raro de las piernas. Manejé en mi auto y el silencio prevalecía pero no era incomodo era algo como que cálido y de mutua complicidad, la despedí en su casa y yo me fui pensando en todo lo que hicimos, mañana volveré a verla y espero iniciar bien con esta relación, con alguien que no dude, que me amé a mí y lo que soy; mañana le llamaré porque seguramente estará acostada sobre su cama descansando como la princesa que es para mí.

martes, 21 de junio de 2011

El chocolate en México


Lo observé por un minuto, su mirada pasiva, enloquecida por la faena y perdida en mis labios entreabiertos que solo dejaban escapar pequeños suspiros donde mis pulmones esperaban el descanso para tomar más aire. La combinación en él era todo un misterio para mí pero me encantaba podía ser tan tierno o tan feroz como el quisiera pero en todo ámbito me complacía, si le pedía que me besara lo hacía, si le pedía que me acariciara lo hacía y parecía gustarle a él. Aquel día no fue diferente, estaba sentada leyendo y escuchando música con los audífonos, pero ¡ah! el problema con esos audífonos es que no se oye nada de afuera, y él esperando frente a mí a que lo viera mientras decía mi nombre. Finalmente atisbe la sombra de su cuerpo y retire la lectura y mi música; él nunca imagino como me encantaba verlo con la luz tras de sí, hasta parecía que tenía una propia, de hecho sigo creyendo que la tiene. Me levanté a abrazarlo cuando oí su pícaro comentario de que le encantaba la falda de vuelo que llevaba puesta, me presionó con más fuerza casi hasta sentir su varonil miembro pero nunca se lo confesé, tal vez más adelante le enviaría una carta anónima aunque el sabría muy bien que fui yo. Pasamos la mañana platicando de infinidad de cosas, él quería pasar todo el día conmigo puesto que me alejaría para estudiar en otro lado fuera del país; me tomó por la mano y me recostó sobre la hierba verde del pequeño parquecito del campus en la universidad, estuvimos tranquilos, dormimos un poco debido al sueño rezagado de esta semana, creo que fuí la primera en dormirse y la última en levantarse porque cuando desperté él estaba viéndome de cuerpo entero mientras pasaba su mano por mi rostro, mi cuello, mi vientre y mis piernas, él siempre me alabó esos pilares bien trabajados, siempre bromeaba conmigo diciéndome que los ligueros y las medias de color rojo me iban bien, yo le respondía con un manaso en su mano por sus comentarios subidos de tono pero él sabía que me hacía sentir guapa. Aunque yo era un poco más del tipo tierna y mis apodos más que nada eran cómo pastelito o chocolatito, aunque me agradaba más decirle como ese último.

¨- ¿Así que estudiarás antropología en el imperio romano? - Así es, tengo ya todo para concluir con mis estudios y empezar a descubrir más allá de esos sistemas de acueductos y aún más allá de las construcciones de la antigüa roma, pretendo encontrar los textos perdidos - Sabes... eso me gusta de ti, nada te detiene, suenas tan segura, tan fuerte y te defiendes muy bien, no solo en belleza... tu manera de analizar, razonar, tu inteligencia... aunque ciertas veces me cuestiono que te llamó la atención mi persona- Pues que eres todo lo contrario - ¿Cómo? - Sí, eres alguien que es tan calmado, libre de conflictos internos, libre de juicio, libre de ser tan minucioso en esos aspectos pero cuando empiezas a hacer eso que me fascina, como ir reuniendo esos pequeños gestos y expresiones que te llevan a la solución de cualquier problema y a revelar el misterio de cualquier persona, me gusta tu alegría a pesar mis enojos y tristezas, me gusta tu entusiasmo y esa vivacidad de ver los problemas con sabiduría y calma, y además debes saber que siempre me han fascinado tus ojos - Jeje, hay ocasiones en que me dejas sin que decirte...¨

Ya casi eran las 5:00, tendría que irme pero me detuve un momento, giré mi cabeza y lo vi a él con esa mirada llena de sentimiento, estaba estático viéndome partir, y yo sin decidirme a dar un paso más, regresé apresurando mi paso para abrazarlo fuertemente, para verlo y besarlo, y pronto surgió esta idea... no me iría aún sin antes haber hecho lo que tantas de mis noches deseé hacer... Lo tomé de la mano, él me seguía en silencio, como si hubiesemos intercambiado el mismo pensamiento... Subimos las escaleras que se encontraban al costado del edificio, estaban cubiertas y nadie solía pasar por ahí, lo sabíamos porque fue ahí dónde nos besamos por primera vez, fue ahí donde la barrera que superaba nuestra confianza se rompío... no hubo más temor al rechazo... solo un beso que nos abrió el paraíso.

Subimos lentamente y nos acomodamos en la cima de la escalera, me acerqué a abrazarlo más, besarlo más mientras él me ponía contra pared y empezaba a levantar mi blusa, yo lo besaba más y él recorría con sumo cariño mi pecho y mi espalda, acto seguido también lo despojé de su camisa polo y poco a poco ambos estabamos vestidos de piel, uno frente a el otro, sin pena, sin vergüenza, fue algo como creado por los dos al mismo tiempo; como cuando el hombre descubre el fuego y se imaginan otros cómo es, pero cuando te toca descubrirlo, es como si fuera un invento tuyo, algo que solo entre tú y tu pareja existe y de patente les pertenece. Pronto empezó por tomar mi cintura y besarme del cuello al abdomen, yo no podía más, y lo sentí... ese calor que recorre tu cuerpo, esa sensación que te pide más... 

Eran alrededor de las 8:00, perdería mi vuelo si no partía en ese instante, lo vi, abrazado a mí, dormido, cansado y tranquilo, y con seguridad atisbaba una sonrisa enorme; estaba conmovida, quería decirle cuánto esperé este momento de estar juntos, cuánto deseaba expresarle mis deseos y fantasías... y ahora con plena confianza sé que las sabe. Y me gusta porque sé que no me juzga. Despertó unos minutos después y fijo su mirada en mí que ya empezaba a vestirme, yo me encontraba llorando...

¨- ¿Amor que sucede?, no llores, dime, ándale que pasa corazón - No no  te asustes, le decía mientras él ya tenía una cara de espanto, no pasa nada es qué no sé... me entró el sentimiento, todo esto tan bello, tan único, tan especial para mí - Se acercó a abrazarme y prontamente en mi oído mencionó, esto ha sido más especial para mí, más especial por la forma en que me has hecho sentir, más especial por tener una diosa como tú amándome tanto, más especial porque siempre he sentido esto... Te amo - Eso solo me hizo llorar más aunque me sintiera rídicula por hacerlo, pero era bonito luego continuó diciendo mientras me abrazaba y como péndulo de un lado al otro nos mecíamos - Te amo, siempre han sido esas palabras las que destacaban en todas mis conversaciones contigo, incluso de manera virtual siempre lo escribía y cuando me fijaba tenía que borrarlo y presionar ¨send¨, no quería asustarte... - Me sucedía lo mismo¨.

Y entre risas nos vestimos para que me llevará al aeropuerto; aquella noche durante el vuelo repasé una y otra vez todo lo que habíamos hecho, todo el calor, las gotitas de sudor corriendo por su espalda que sujetaba fuertemente, su mirada en mis labios y en mi cuerpo, sus besos en mi piel desnuda, sus manos presionando con insistencia toda curva y la calidez de mi busto, todo me quedaba de él y sentí como la piel se me hacía de gallina al recordar, entonces decidí esto:

Compré en una tienda fina de lencería un liguero rojo, con moños pequeños a los lados de las piernas, junto con unas medias de red mediana... el destino era a México con la leyenda ¨En México se bate mejor... el chocolate¨

Nota del autor: En esta semana de letras desmedidas debo añadir que todo comentario es bienvenido bueno y malo y hacerles saber sólo es una semana para variar el estilo de mis historias y poemas; esto del Eros lo tenemos todos, pero quiero expresarlo aquí en una forma de arte aparte de la pintura, agradezco mucho los comentarios y espero disfruten, por cierto no dejen a los niños frente al monitor. Gracias. (:

lunes, 20 de junio de 2011

Mapas y Lineas


¿Sabías que el cielo se encuentra entre tus dedos?
Cuántas veces no has deslizado con tus ojos los deseos
y subrayado mil veces cada rincón escondido de mi cuerpo.

Recorrete cada llanura abierta de mis muslos
sólo soñando con subir esos valles y bajar esas crestas
haciéndome la fantasía constante de tu mundo.

Sigue avanzando de norte a sur, sigue y no te detengas
así hasta que pierdas el camino y te encuentre yo,
recorre las montañas calidas y anidate en mis cuevas.

Traza aventuras en tu mente y emprende el viaje,
rellena cada espacio, donde sea que hagas falta,
y en cada linea de mi cuerpo dibuja lo que falte.

No lo niegues, así como tocas tu guitarra, tensa mis cuerdas,
hazlas vibrar hasta que retumbe en ellas el sonido
del chasquido de tus labios recorriendo por mis piernas.

¨Lo erótico acompaña el arte, el arte depende de lo erótico para ser bello, se erotizan los óleos, se erotizan los ritmos en la música, se erotizan las palabras en los versos, el arte no sobrevive sin esto tan humano.¨ TPR

En esta semana se desplegarán los cantares más callados, comienzan los cuentos de lo más torrido, bello, feroz y a la vez delicado; el erotismo que acompaña todo arte se hará parte de este espacio durante la semana, ójala disfruten y comenten.

domingo, 19 de junio de 2011

Me fui

La historia de todas mis decepciones, esta es la canción que describe todas...



Ay este estado de depresiones patológicas y lagunas anímicas...

viernes, 17 de junio de 2011

La humanización de las Aves

Empiezo a creer que los humanos influimos mucho en la conducta animal no doméstica, otros animales que no forman parte de la convivencia directa con el hombre empiezan a parecerse más a nosotros a veces en aspectos buenos a veces en aspectos malos.

La curiosidad y la investigación no solo le pertenecen al hombre, los animales también satisfacen esa necesidad de conocer aunque tal vez no en mayor grado como nosotros, los animales también crean métodos y conductas que los conducen a un fin, por ejemplo veáse este cuervo que ha utilizado el trafico del humano para romper la cáscara y obtener la nuez, sabe en que momento tirarla en el lugar donde pasará el auto y recogerla...



Pondré un ejemplo más de aquí en México, los Chanates o Zanate a veces confundido por los cuervos es una especie de ave de la familia Icteridae también se le llama Quiscal mexicano (nombre científico Quiscalus mexicanus) y habita, a parte desde el norte en Estados Unidos hasta Perú en el sur, en mi patio, así pues veáse la imagen de este polluelo caminando por el suelo buscando y viendo.



Me agradan las aves y las observo aunque no sea de manera disciplinaria o profesional porque a veces me llama la atención como actuan, este polluelito se puso a ver que había alrededor, sus pápas (aves) lo cuidaban en lo alto de la copa del Nogal (hay muchos nogales por aquí y ellos se alimentan de las nueces y los insectos etarios) ellos como padres lo cuidaban de que ningún animal extraño se le acercara a dañarlo, un perro de aquí (porque también son animales curiosos y de... caza) se acercó... pues pobre de él porque ahí fue tras de él no solo la pareja de pájaros si no también la parvada entera (una acción conjunta para eliminar un  posible daño hacia un integrante de su parvada, el individuo más indefenso) que sabia fue la naturaleza al crear las cosas como son.

Por otro lado regresando al tema de la humanización pues me encontré con dos cosas interesantes de estas aves, la primera: Ellos son tan capaces de obtener vicios como nosotros los hemos obtenido.

Hace algunos meses noté colillas de cigarro sobre el césped, despues de observar un rato vigilé todos los posibles sujetos que las depositarían, hasta que vi algo curioso. Algunos de estos zanates se avalanzaron sobre una colilla de cigarro que un vecino había tirado haya a lo lejos, se pelearon por ella, destrozaron el cigarro y algunos de ellos probaron la sustancia que es propia de él, y el pájaro que se llevo parte de ella la depositó en el patio delantero. Pronto alguien más hizo lo mismo y las aves se comportaron de la misma manera.

La segunda situación interesante es que también se han puesto a impermeabilizar sus nidos, hace poco fue temporada de vientos fuertes, en mi ciudad se cayeron postes, letreros y otras tantas cosas que salieron volando, árboles caídos y demás pero... en lo alto de los árboles aún seguían los nidos, sin caerse, han avanzado en la construcción de estructuras para hacerlas más fuertes en el sitio en que viven, y también impermeabilizar, ¿por qué digo impermeabilizar?, bueno es que los nidos ya no los construyen en su totalidad de ramas, hojas o lodo, porque ahora les ponen plástico (puede que la contaminación llegue a esos niveles en que las aves en ves de verlo como algo extraño o como basura, la ven como una herramienta o como un material) en fin, con eso concluyo este ánalisis aviario.

Otros datos también interesantes de esta ave, en Colombia les dicen ¨María mulata, Cocinera¨ y en Venezuela donde es muy común al igual que en Panamá (donde es predominante) les dicen ¨Pedro Luis o Negro Luis¨ y ¨Chango¨ respectivamente. Esta totalmente adaptado al medio urbano aunque parece evitar otras aves como las palomas :-0 (yo también las evitaría en mi ciudad son como una plaga, los mismos Especialistas en Biología de aquí han indicado que la muerte de una paloma no tiene pena ni se ve mal)

De esta ave hay un diformismo sexual, es decir la especie existe en Macho y Hembra y el macho realiza el ritual acompañado de canto y baile para atraer la pareja, el sonido de estas aves se caracteriza por ser estridente. Por experiencia me ha tocado oír los graznidos durante el día y la verdad son bastante ruidosos.

Hay una frase que se utiliza en Durango que se les dice a las personas cuando solo se mojan la cabeza antes de salir y es ¨Baño de Chanate¨, ya que estas aves solo sumergen la cabeza en el agua.


El humano y las aves... lo que aprendió el humano a veces lo aprendió viendo otros animales...

miércoles, 15 de junio de 2011

Los demonios del espejo humeante


¨Si el tiempo cura y borra todo, tengo miedo que al curarme tenga que borrarme a mí¨ Tomé mis cabellos, me encontraba completamente sola, mis desesperación crecía y yo solo tenía miedo de mis manos y de todo lo que tocan, lo que me hacía reír ya se ha muerto mientras sigo atada al vacío de unos ojos que nunca me han dicho nada, tengo miedo de mis manos sobre todo cuando tocan otra piel y más cuando tocan mi piel... no podía dormir y la desesperación crecía dentro de estas 4 paredes... estoy con alguien ausente y a quién yo amaba ya murío, como volver... como hacerlo volver.

Caminaba como león enjaulado, mientras el cuervo de la infelicidad se comía mis entrañas y mi corazón, y el viento soplaba más fuerte como queriéndose robar mi voz, ya nada me quedaba, la noche y toda la oscuridad me atenazaban en esta desesperanza, me controle un poco y me senté en la esquina de la habitación.

- Este corazón no puede más, este cuerpo es un río que se va secando, estos besos se volverán de agua, ¿estos ojos a donde se iran? se ha desatado una lluvía en mí no podré volver a reír desde que cada día será una agonía al pensar en ti.

Mi desesperación crecío y tomé una decisión, los momentos que yo califico como terribles son aquellos en los que el miedo, la nostalgia y la ira se conjugan para realizar una acción, un frío terrible se apodera de ti en el momento en que tomás el filo de una navaja, te detienes a recapacitar pero no hay razones que puedan devolverte el trozito de felicidad, el aire se impregna de pesadez luego... respiras hondo y un agujero se hace en medio de tus pulmones y... solo tomas la decisión... así la tomé en ese momento para ir a buscar a mi amado.

¨Me fui porque te extrañaba, para volver a verte de nuevo, ya no creo que nada pueda devolverme la vida¨
Mientras despertaba y recobraba todo signo de conciencia cada vez sentía más que el frío y el adormecimiento se apoderaban de mis piernas y mis brazos, cada  vez mi voz se ahogaba dentro de mí y empecé a buscarte... todo era extraño, como cuando sabes que estas durmiendo pero en el sueño tu te ves y te sientes a ti mismo como si fuera real...

Caminé un poco empecé a razonar que fuera un sueño porque cada vez que he viajado en ellos las nociones de día y de noche se desvanecen... solo hay luces, solo hay sombras... traté de imaginar que no había muerto que era un sueño y así seguí caminando entre todos aquellos desconocidos.

- Hernán... -  susurré esperando no atraer malos sueños, pero solo escuché un eco que se acrecentaba en la lejanía entonces frente a mí encontré un espejo, no era muy grande, apenas el tamaño de un humano, un espejo con un marco polvoriento y con detalles ricos y variados, me acerqué un poco más y lo ví ahí, un humo que salía del espejo.

¨¿Lo cruzaré? tengo miedo de caer y tengo miedo de no poder regresar pero no puedo quedarme aquí en el vacío de la nada, te busco, estoy cansada de pensarte tanto, de sentirte tanto y tanto siento que necesito buscarte, escúchame porque quisiera oirte, verte y hablarte, no habrá nadie más a quien yo pueda amarle, aunque sea dejáme ver tu sombra, dejáme verte, no puedo vivir así, todo huele y se siente como tú, y mi carne, mis ojos y mis cabellos te buscan, y mis sabanas son dunas austeras en el desierto de mi cama, escuchame en mi ruego porque no puedo seguir con esto, me cansé de instalarme contra el tiempo, de quejarme del olvido, y que solo quede de ti algunas cartas, una flor y una imagen vaga con tu voz grabada en ella, con tu sonrisa perdida en todo el cosmos¨ dí un paso hacia adelante frente al espejo mientras me dejaba absorber por él y mientras me desintegraba mis labios se entreabrieron para dejar paso a las palabras ¨Sin ti ya no podré regresar al cuerpo donde habité toda mi vida, permiteme viajar contigo¨



Una luz estridente cegó mis ojos, de ahí mi desorientación se hizo evidente cuando caía al piso, lo mismo, ninguna noción de día o noche pero varías habitaciones se mostraban ante mi al largo pasillo que desfilaba en esta película muda y gris. ¨Ya no me destruyas, dejáme encontrarte y morir en paz¨

Caminé un poco cuando un ser atraveso el pasillo de lado a lado acercándose a mí, era extraño me hablaba sin mover sus labios y yo podía contestarle desde donde estaba pero cada vez que quería hablar todo sonido se desvanecía, entonces respondí con el pensamiento.

- ¿Quién eres?
- Soy lo que tu llamas Sueño - ¿ese hombre estaría jugando conmigo?
- ¿Quién eres?
- Ya no estas en tu jaula Paula
- No entiendo
- Acabas de abandonar la caja de tu vida
- ¿Quieres decir que morí?
- No, Paula aún no mueres pero estas atrapada en este desierto
- ¿Que es este lugar?
- Es un lugar entre los sueños y el lugar donde residen los muertos, existe una línea entre ellos y es aquél espejo que tu atravesaste, en este momento estas en el lugar que todo muerto revive antes de pasar a la otra vida y mi deber es llevarte a través de ellos.
- ¿Por qué debería revivir todo esto si no he muerto?
- No puedes volver por donde viniste, pero es mi deber guiarte a que encuentres un lugar donde perteneces.
- ¿Cómo sé que no eres una especie de demonio?
- No soy un demonio, los vivos me llaman conciencia pero no soy eso, yo me encuentro entre la conciencia y la subconciencia, soy una guía entre los sueños y un guía que separa el mundo de los muertos y los vivos, ellos me heredan la sabiduría que pasa a los oídos de los vivos; generalmente cuando soñabas yo estaba ahí pero nunca me viste, siempre pensaste que nada te acechaba en sueños Paula y la realidad es que somos muchos los que acechamos y cuidamos a viajeros como tú dentro de este recorrido. Ven Paula acompañame.
- No quiero hacerlo, vete de aquí - No deje que se me acercara esa ánima, me encerre en la habitación de la que había salido sin saber que ahí me acecharían otros miedos.

Duré un momento ahí, mi desesperación crecía por despertar pero nada de lo que hacia me permitía hacerlo, entonces lo noté un figura salía del espejo, no distinguía muy bien que ella porque de hecho no tenía forma, era extralo y se acercaba a mí con suma velocidad y violencia, en cuanto vi sus intenciones no pude evitar gritar, esta figura despedía un olor extraño y estaba dispuesta a atacarme, la vi sacando unas garras enormes y no parecía tener una cabeza, abrí la puerta nuevamente para salir al pasillo de donde anteriormente me había aislado. Cerré la puerta y no oí nada más, entonces estaba ahí, ¨Sueño¨

- Veo que ya te has encontrado con tu indecisión.
- Esa cosa, ¡¿cómo puedes llamarle indecisión si estaba decisa y precisa a matarme?!
- La bestia que tu viste salir del espejo no es otra que el cúmulo de las decisiones que nunca fueron tomadas, cosas que las dejaste debido a tu indecisión, este moustro se alimenta de las oportunidades de ser feliz o desdichada, se alimenta de tus dudas y tus peores desacuerdos, lo que esta en esa habitación no es más que el paso que nunca diste - Lo miré sorprendida de las cosas que empezaba a revelarme - las ocasiones en que has sentido que has dejado de ser tú, son las veces que este animal se ha apoderado de tu mente y de tu cuerpo, cuando te has cansado de ser tú... solo has alimentado a un moustro -  desde la puerta se oían los golpes furiosos de la bestia.

- ¿Por qué no rompe la puerta o se va?
- No ha tomado la decisión de irte a perseguir como sabe que tampoco puede dejar de buscarte.
- Esto no parece cierto -  dije con la voz entrecortada
- ¿Quieres avanzar? - no me quedaba otra, esta fue mi decisión.



Caminé por el pasillo, sentía que caminaba kilometros y el tiempo se iba lento pero la realidad se veía diferente, todo parecía cerca y llevado por la inercia. Pronto tocó la primer puerta a nuestra derecha, y esta se abrió sola después volteándose hacía mí tocó mi barbilla y alzando la mano me dió una bofetada, yo no sentí nada solo como una especie de velocidad del viento, algo dentro de mí apagaba mis sentidos entonces el sonrió.

- ¿Sabes por qué te he golpeado? - moví mi cabeza en señal de negación - te golpeé para que te enojaras y no lo hiciste, esa es buena señal, solo así podríamos pasar por este cuarto.
- ¿Qué tiene este cuarto?
- La ira que has contenido en tú corazón viene a residir aquí, todo enojo y celos apagados vienen a dar al único sitio de donde jamás podrán ser liberados, sitios donde nunca resolveran sus conflictos por eso se hacen daño a sí mismos.
- ¿Irás junto conmigo?
- Ire a tu lado pero no puedo hacer nada por ti si te detienes y decides regresar, no puedo interferir nada en ti, ni en tus sueños, ni en tus pensamientos, nada que pertenezca a ti me pertenece como para modificarlo y nada de lo que hay aquí puede modificarte, pero lo que si puede hacer es perderte en la oscuridad de la derrota, si pierdes el camino, ni yo podría encontrarte si no sabes donde estas tú.

Cruzé poco a poco, enfrente una playa se desplegaba a mis ojos, el cielo no era un cielo normal solo había vacío infinito en él, caminé un poco más y veía como se dibujaban huellas en la arena incluso antes de marcar las mías, era extraño pero las seguí, en ese momento un hombre de traje apareció con ese semblante altanero y orgulloso, las luces que eran palidas se encendieron y la habitación empezó a arder aún con el agua y la arena en la playa, pronto este hombre que sostenía un espejo empezó a embestirse con el, le gritaba blasfemias que poco podía entender, y cada vez más y más golpeaba el espejo tratando de hacerle daño como de lugar pero cada vez que lo hacía una herida se marcaba en él, Sueño me indicó que me acercara al hombre de traje.

- No lo hagas - dije una voz miedosa y queda, después me acerqué un poco más y elevando mi voz repetí nuevamente - Basta deja de hacerlo.

El hombre se detuvo y me miro, sus ojos estaban rojos y encendidos y ahora se dirigía a mí con los puños cerrados, dirigiéndose a mí para hacerme daño, trate de escudarme tras mi guía pero este se desvaneció, entonces recordé lo que dijo, por lo que me acerqué y trate de hacerle frente a este ser, pronto corrió hacia mí y me empujo por los aires, yo que había cruzado mis brazos para protegerme caí de espaldas en la arena, su golpe me había dolido tanto a la hora de estrellarme, ¿por qué me dolía?,  nuevamente me levanté y este ser pareció regocijarse al hacerme daño por lo que con sus manos empezó a arañarme, no podía defenderme y sus ataques eran cada vez más sadicos, me tomó por el cabello y me arrastro hacía el espejo que antes estaba golpeando y con sus manos grandes y fuertes empezó a estrangularme.



- Basta - decía ahogada e inutilmente - mi guía pronto apareció y mientras estiraba mi mano para recibir su ayuda el solo se limito a decir.
- No puedes combatir tu propia ira, si no dejas de hacerte daño y de estar tan enojada contigo misma, este demonio te consumirá...

Todo se ponía borroso, moriría y sin haberle visto a él, entonces con una voz delgada dije

- Puedo cegarme, perderme, cansarme y dejar todo guardado pero estoy cansada de hacerme daño...- entre un jadeo y otro me acercó a su oído - No puedes acabar conmigo... no puedo hacerme de la furia una bandera, pero no quiero que acabe mi vida sin poder luchar... sacar todo lo que dentro llevo y callar esa voz que se extingue dentro de mi... yo quiero vivir y dejar de lado todo rencor, comprendo cuanto daño y cuanto ha crecido todo este dolor... pero no puedes negarme la oportunidad de sanar...

El hombre me soltó y se detuvo ante mí, fue tan extraño pero todo lo que le había dicho no pareció entenderlo, pareció más bien sentirlo de mis lagrimas cayendo, de mis manos sujetandolo, de mi voz en su oído pidiendole la vida...

Me soltó y se dió la vuelta a sentarse en la arena... y Sueño ya me esperaba en la puerta al otro lado de la habitación. No le dije nada y seguimos caminando cruzando el pasillo hacía la siguiente habitación, despues de ella solo quedaban dos puertas más, antes de entrar me miro fijamente, no sé porque sentía que su mirada era algo más, un cofre con un secreto muy doloroso, un secreto que estaba visible pero sin descifrar, entonces abrió la puerta... ¨Te busco y pensandote, te siento más lejos y entre más lejos siento que ya no estas, aún cuando te tengo enfrente, no hay en el mundo nadie más a quién ame, dejame pedirle al susurro del viento que vuelvas a mí y lleve mi voz para que vuelvas, pero no dejes que traiga tu aroma porque lloraré por ti, y sentiré que mi alma se hace de cartón diluyendose entre la pena de mis lagrimas¨  

- Esta sala es la habitación más peligrosa, aquí reside la tristeza de todos los días incluyendo hoy en que fuiste miserable, la habitación en sí es el demonio que debes enfrentar, todas esas veces que te has llenado de desesperanza y has temblado mientras llorabas crearon este abismo, un hoyo lleno de veneno que se formo en el hueco de tus emociones y en el vacío de tus pensamientos, mientras más vacía te sentías más crecía el abismo negro en esta habitación - mientras Sueño decía esto su voz se perdía en mi distracción ¨olvidame que yo te recordaré, pero no me destruyas con esa mirada triste, sonrié y llenarás cada camara en mi corazón, mientras estes tu bien puedo estar bien¨ - es hora de que avances

¨se afilan los colmillos pero ya no me hace daño cuando me desgarran, ya nada me destruye más de lo que ya me he destruido, ¿que queda de los restos?¨

Caminé en medio de una interminable oscuridad, pedazos de mi cuerpo se caían con cada paso y yo le pregunté a Sueño.

- Sueño... ¿por qué me estoy destruyendo?
- La única manera de que salgas de aquí íntegra es que dejes de avanzar...- lo interrumpí abruptamente.
- ¡Tu me has pedido que avance y me dejaras si doy un paso atrás y ahora dices que para salir debo dejar de avanzar!
- Escuchame, dejame terminar, debes dejar de avanzar como si aceptaras esto en ti, aunque es parte de ti no te pertenece, debes dejar de seguir aceptandola en ti, debes sacarla y cerrar toda herida desde adentro no desde afuera, tu cuerpo se desintegra porque es lo que has logrado solo con tus pensamientos, lo que has logrado es fragmentar tu mente y tu alma...



No entendía en realidad, pero me detuve un segundo, Sueño me veía por si retrocedía, entonces lo vi  a mi lado, un bisturí a mi izquierda y una aguja a mi derecha.

- ¿Que tomarás?- preguntó Sueño
- Tomaré la aguja, entonces por impulso mío, metí mis manos en todos los huecos que dejaron los pedazos que caían, escarbe y en mi cuerpo encontre espinas pequeñas y rojas no por la sangre, estas eras fosforescentes y rojas, saqué todas y cada una de ellas, algunas dolían más que otras, algunas más se resistían a salir, entonces cuando sentí que nada más envenenaba mi cuerpo, tome la aguja y con la oscuridad entre mis dedos hile un trozo de hilo para cocer todas las partes de mí y permitirme sanar, el tiempo que tarde en todo ese proceso fue indefinido, pero durante ese tiempo reflexione y deje ir muchas cosas, ya no pensaba tanto en él, tal vez era egoísta pero pensaba más en mí; me detenía en momentos a veces cuestionandome el cerrar estas heridas, pero no me quedaba así, yo seguía y aunque cada vez que entraba la aguja sentía dolor, era más el alivio al terminar, pronto continuamos caminando y vi la puerta pero para llegar a ella tenía que crizar el vacío, una especie de hoyo negro del cual al fondo se precipitaba en un espejo ¨nuevamente estos espejos, vine por un espejo, ¿podría salir por uno de ellos?¨

- Debes tirarte al abismo - dijo con una voz seria
- ¿Qué?
- Arrojate al abismo
- No
- Hazlo
- ¿Por qué?
- ¿No confías en mí?
- ... Supongo, sí...
- Por favor arrojate al abismo

Me acerque a la orilla y ví la profundidad de la caída, de ninguna manera tenía la valentía para hacerlo, ¨¿cómo podría?¨ entonces sin pensarlo más me tiré... cerré los ojos por un momento y sentí como mi corazón se encogía al miedo entonces una fuerza me hizo abandonar ese miedo y abrí los ojos, estaba flotando por sobre Sueño y los cerré una vez más y aterrice frente a la puerta.

- Insolito... - dije mientras miraba con asombro a Sueño
- De esto es la tristeza puedes encontrarte en fondo siempre, pero no significa que no puedas estar arriba, todo es parte de caer y levantarse

Abrió la puerta ante mí y seguimos por el pasillo, la siguiente puerta, según el me platico era la puerta del miedo, esta puerta siempre le resultó díficil a él pues nunca supo si era necesario hacer que los individuos enfrentaran aquellos que rechazaban a toda costa, practicamente era cruel pero el sabía el deber de enfrentar todo. Me abrió la puerta y en cuanto la abrió nuevamente se desapareció, avance sola, y toda oscuridad se desvaneció, entonces lo vi

- ¡¡¡Hernán!!! eres tu, mi vida mi todo, estas aquí - grité ilusionada, desesperada por abrazarlo pero él no parecía oírme, lo gire puesto que me estaba dando la espalda y lo que vi en él me quito la voz de la boca y el aliento de los pulmones, mi estomago se empequeñeció y mis manos comenzaron a temblar, ese no era Hernán, era una persona parecida a él pero no era él, este moustro tenía el rostro de mi amado pero en sus ojos el vacío se hacía profundo y gravemente grande, sus ojos negros me sumergían en una infelicidad persistente, pronto me tomó de la mano y no me soltó, me acercó a él y mi cuerpo paralizado ya no respondía a mi voluntad de correr a la puerta de salida, ¨ tú no eres hernán sus ojos me hacían feliz, me hacían reir, mientras los tuyos son la ausencia de vida, son la muerte, son tu desdén y mi destrucción, no me mires por favor, no puedo con tu lejanía, cuando él me miraba me hacía sentir viva y los tuyos estan lejos de hacerlo, ya no puedo mirarte¨ él no me soltaba y me desesperaba su insistencia en devorar mi alma con sus ojos.

- ¡por este miedo no he podido dormir, miedo a que entre tanta mierda quiera contar con alguien y que no esté!... miedo a que me abandones y la razón de que te haya buscado aquí, pero no puedo permitirme amar y amarte mientras estes tú sin estar aquí conmigo, es mejor que me vaya... dejáme ir y prometo no buscarte, prometo no tenerte conmigo si no deseas estar aquí, no importa que sufra mientras no me engañe, ya superé la soledad antes y ahora tengo que continuar...

De inmediato se volteó y se agacho tomando una flor, me la dió y pronto se marchó. Extrañada por el evento, me dirigí a la puerta, pero no podía salir, la puerta no era la salida, ¿que lo haría?

- Es un miedo algo natural, los hombres temen a lo desconocido, temen a lo que parece que acabará con todo, como la muerte, temen a estar solos, a no volver a ver a otros, temen lo irremediable, y tu sigues sin remediar eso
- Pero ya he vencido todos mis temores me he enfrentado y levantado cuando he debido ¿por qué no puedo salir?
- Por qué evidentemente aún tienes un miedo y es el de abrir tu pecho, el de abrirte ante alguien más y que te haga daño despues, por eso no puedes libremente hacer nada, cualquier forma de vencer el miedo te libera, de la misma manera solo así puedes salir - recordé las suturas sobre mi cuerpo, todas habían cicatrizado excepto una pequeña herida semicerrada en mi pecho, con desesperación con mis uñas abrí y quité cada punto, adentro ahí estaba una pequeña cajita, la cajita que hace tanto imagine en ella me encerraba me sentía sola, fría con miedo y según yo resguardada de todo daño, de cualquier herida de guerra, la tomé y se la di a Sueño, pronto la herida cerró sola y Sueño se acercó a mí, sus manos rodearon mi rostro, mi cuello, mi pelo y pronto depositó un beso en mí...


La última puerta estaba ante nosotros pero esta no se abría sola, esta tenía una llave especial, la tomó de su cuello y con ella la puerta cedió.

- Este último paso, yo no puedo seguirte aunque quiera... ha sido todo tan fácil para ti... - me ofendió su comentario, no supo lo que en vida sufrí menos ahora lo que en este sitio pasé.
- ¿Me puedo ir?
- ¿Sabes cómo se llama esta puerta?
- No
- Es la puerta de la autocompasión- pronto me empujó y cerró la puerta tras de mí, ¨vaya traición¨

Avancé lentamente, no lograba figurar que podría haber aquí, sola a mi suerte dentro de este lugar, entonces lo vi, una montaña de cadaveres se formaba ante mí, todos clavados en lanzas lo más raro era que ellos mismos las sostenían, ellos mismos se habían empalado en el sufrimiento, no entendía porque ninguno las dejaba y salía por la puerta, hasta que caí en cuenta de todo, entonces trepé por los muertos y todo iba bien pero la cima estaba muy lejos y yo no sentía que avanzará, me sentí cansada y no podía más, entonces volteé uno de ellos parecía serme familiar, ¿quién sería?, me acerqué y era efectivamente el cuerpo de Hernán, ¿qué hacía Hernán en la habitación de la autocompasión?

Me miró por un instante y empezó a correr unas lagrimas tibias por sus ojos.

- ¿Por qué lloras?
- ¿Todavía no te das cuenta porque estoy aquí? ¡es tu culpa, me hiciste tanto daño que no pude más, eres horrible, eres una tonta, desperdiciaste tanto amor que te dí y ahora estoy aquí por ti!
- ¿De qué hablas? yo nunca renegue de tus cariños, Hernán vamos dejáme ayudarte, vamonos de aquí, yo vine aquí para buscarte...
- Eres una mentirosa todo lo que hiciste fue crear celos en tu esposo, en Martin, me utilizaste y lo sabes
- ¡¿Qué?!
- Dejáme y vete como todas las que alguna vez me hicieron daño
- Eres un tonto, no puedo irme sin ti, ¿entiendes?



- ¿No podrías dejarme?
- No
- Tienes que dejarme
- No puedo, lo intento y no puedo, me haces falta para reír de nuevo, para sentir que el mundo es real y es posible vivir en el, necesito respirar y solo tú puedes darme un aliento de vida, sin ti no vale la pena seguir, no vale la pena vivir, no sabes cuanto pasé para encontrar algo bueno y que ahora lo pierda
- Y lo perdiste porque no fuiste capaz de olvidar tu pasado
- ¿De que hablas? yo olvide todo mi pasado por ti, ¡tú eres mi presente!
- Nunca lo fuio porque siempre te entristecías por el pasado, no tiene caso que vivas si no puedes avanzar sin nadie, sin mí.

Me dolió en elo hondo escuchar todo eso de él pero tenía razón sentía tanta lastima por mí y mi pasado que deje de avanzar y me congelé en ese mundo...

Subí nuevamente sobre todos los cadaveres de vencidos y derrotados por sus propias manos y pronto fuí capaz de tocar la perilla, no sabía si habría regreso o que habría mi segura liberación más allá de la puerta... pero tomé la decisión, entonces entré...



Me encontraba en la habitación inicial, el moustro de mis indecisiones se esfumo, dí el paso siempre hacia adelante, vi el espejo lleno de humo, lo desconocido ya no era tanto mi temor, lo cruzaría y regresaría a mí. Poco a poco crucé el espejo... lo que sea yo tendría que seguir, eliminar todo esto malo de mí y volver a mi vida... el caso es que ya nunca pude volver al menos yo, ya no era yo, era un extraña frente a ese espejo... pues es que todo lo que fui en vida y me hacia ser, mi pasado, mis problemas, mi dolor, mi estigma de por vida tanto como mis cualidades de seguir adelante, mi valentía y mi decisión me hacían ser y como elimine todo lo malo en mí y deje solo lo mejor... me había despersonalizado... yo ya no era yo... ser completamente esto, tan incompleta sin mi manera de ser y mejorar, sin nada de lo que me creó como soy...

Era una extraña es un espejo desvaneciéndose en el humo... una imagen falsa y poco definida...


Los demonios del espejo humeante