A donde tú vas, ya no voy yo,
las prisas me carcomen siempre,
el olvido me pisa muy lento,
¿duelen los años, duele la muerte?
A donde tú vas, ya no te sigo,
es un reino bastante diferente,
es una puerta que no cruzo contigo,
es una prueba la eternidad de siempre.
La vida es la broma más absurda,
la muerte una copa que se sirve fría,
tu muerte, punto final que abruma
el silencio de tu ausencia y de la mía.
¿Qué podría mi boca decirte?
si tus oídos no escucharán de nuevo,
si tus manos no abrazaran mi noche,
si tú quedarás en un olvidado recuerdo.
Tu vida fue una línea que se borró
con una triste y prematura despedida,
a donde vas dejas tu espacio en mi tiempo,
¿a dónde vas, qué lejos te vas de mi vida?
Espectacular, me deja el olor de esa tristeza como tierra mojada.
ResponderEliminarUn saludote, yo te aviso o Mikel que onda con lo del blog colectivo.
Un beso.
Gracias, lo sé, de repente entra una añoranza.
EliminarSaludos y besos.
A donde tú vas, ya no voy yo... palabras acertadas cuando se trata de decirle adiós a alguien. Una manera muy sutil. Una manera muy triste porque, a pesar de todo se cierran ciclos entrañables. ¡ay!
ResponderEliminarSaludos Cecilia!(:
Gracias M., Cuando un ciclo se ha cerrado es muy difícil de asimilar, más no por ello es difícil continuar, saludos cariñosos :D
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