Destinatario

Estas son sólo notas de olvido, recibos injustificados, cartas de silencio y telegramas melancólicos que una mujer de vena negra escribió.

sábado, 25 de agosto de 2012

Huella digital...

- Ya me cansé de este frío...
¿Me curaré?...
-No lo creo, el frío es como
una enfermedad de transmisión sexual...
o  como la gripe.
- ¿Por qué dices?
- Porqué en cuánto te juntas con alguien
y existe algo entre esa persona y tú,
sino te has protegido,
lo más seguro es que después que se ha ido
se te pegue algo desagradable, doloroso
y molesto; 
además es fácil contagiarla.
- ¿Te he contagiado de ese frío?
- ¿No me ves enfermo?...
- Tienes razón, no hay cura...

La vocación de las muchas vocaciones



[Texto extraído de Marcelo Anchondo]



Tenemos vocación, muchas vocaciones:

  • Vocación de Indigentes por eso aceptamos que para un gran trabajo nos paguen miserias.
  • Vocación de Estudiantes porque debemos estar toda la vida estudiando cosas nuevas y repasando cosas viejas.
  • Vocación de Docentes para enseñar a la población normas de cuidados de salud, alertar sobre enfermedades ya sea en nuestros consultorios o en los medios (especialmente en los lugares chicos) sin que nos auspicien laboratorios y menos que nos paguen por eso.
  • Vocación de Policías porque defendemos a los niños de las agresiones de la sociedad que los gobernantes generan.
  • Vocación de Abogados para ir a Tribunales cuando nos requieran para informar sobre pacientes en el mejor de los casos o para defendernos de las acusaciones.
  • Vocación de Pacientes para admitir que nos pongan ministros que no saben de manejo de políticas de salud, directores de hospitales amigos del poder, extraños que deciden cuánto dura y cuesta una consulta médica. Todo sin reaccionar.
  • Vocación de Psicólogos con las que tenemos que detectar problemas sociales, familiares, etc. encubiertos en la simple consulta.
  • Vocación de Suicidas para seguir con esta profesión que tiene el índice más alto de divorcios, alcoholismo, muertes prematuras y el menor en remuneraciones comparados con otras clásicas.
  • Vocación de Esclavos cuando permitimos, basados en la definición de Servicio esencial, y desde la formación (Residente, o en latín Forrum utilisimus) que se nos metan en nuestros hogares, interrumpan las reuniones familiares, llamen por teléfono a cualquier hora, nos cambien de horarios por conveniencia, no nos permitan tener vida propia (más en los lugares chicos).
  • Vocación de Mártires en los momentos que debemos salir a todo lo que da en una ambulancia hecha pedazos por calles destruidas para ir a un lugar donde no entraría ni "Rambo con S.W.A.T". para atender sin los elementos básicos y rogar que no te metan un tiro.
  • Vocación de Inocentes cuando permitimos que el presupuesto de la salud se lo lleven los empresarios, los funcionarios burócratas, los laboratorios, los sindicalistas y sigamos reclamando que se lo aumente.
  • Vocación de Autodidactas al costearnos la actualización que se nos exige después que el Estado gastó en formarnos y nos deja a la deriva.
  • Vocación de Altruistas cuando ponemos de nuestros magros ingresos para cubrir las necesidades que el Estado se niega en reconocer desde la garrafa hasta la “vaquita” para el antibiótico.
  • Vocación de Escritor para anotar en la historia clínica todo lo posible pensando que lo deberá leer el jefe a la mañana o peor un juez en algún momento.
  • Vocación de Insomne para pasarnos sin dormir trabajando o preocupados por nuestros pacientes hasta que sea el amanecer... y continuar trabajando.
  • Vocación de Giles* para admitir que todavía digan que los médicos son millonarios, vagos, cómodos e inútiles, basados en una excepcional minoría.
  • Vocación Nacionalista para quedarse en este país resistiendo a la tentación de los reconocimientos sociales y económicos de otros lugares que no pueden creer que el prestigio mundial de los médicos Argentinos sea minimizado por los propios coterráneos.
  • Vocación de Pacifistas porque ante cada agravio respondemos con nuestro trabajo, mansamente...
  • Vocación de Economistas para usar los medicamentos de dudosa procedencia, comprados en licitaciones mas dudosas aún , y que debemos hacer durar porque las reposiciones son aleatorias o cuando debemos terminar de operar o ver una garganta con la luz del celular, cuando aprovechamos al máximo los antibióticos o compartimos los tratamientos. Si hay miseria que no se note.
  • Vocación de Amantes para permitirnos que nos hagan lo que quieran, nos humillen, nos tiren dos mangos, mientras nos mienten que nos quieren.
  • Y la vocación continúa...

sábado, 18 de agosto de 2012

Breveñoide de un poema de ayer


Wild hearts can't be broken- Emma Lau- Albúm Back to basics

La Luz de Edén se perdió hace mucho tiempo; Barretena es un iluso que sigue trayéndole flores, no entiende que sus humildes frutos provistos de amor son para alguien que ya ha muerto.

Barretena no encuentra fuerza más que en Dios pero: creer en Dios incluye desconfiar de los otros, tener desesperanza de la humanidad y tener mejor esperanza en un mañana sin ayer.

Luz de Edén se extinguió en octubre, Barretena el mismo día también, Luz de Edén descansa serena en una tumba, Barretena no duerme desde que se fue.

Luz de Edén ni siquiera se fue al cielo, mientras vivía estaba en él; Barretena ha perdido la capacidad de conocerlo porque en Luz tenía todo y ya no es.

Barretena escribe desconsolado con harto silencio en las pupilas, “la promesa de una mujer es infinitamente expuesta, exagerada y corta, la mujer fallece, la promesa también… El amor que pudiera jurarse en tierra, se pierde contigo Luz Edén” 

domingo, 5 de agosto de 2012

No volveré a apagar las luces


Las pantomimas de la vida son la solitaria avenida
donde nuestros recuerdos han jugado a ser cuentos,
mientras el amor por vivir me esquiva el pecho,
mientras las manos se me destruyen en pena primitiva.

¿A quién le importé en serio, fui un pasaje de salida?
El angor temporis moderno se me esconde entre los huesos,
se toma la saliva del asco profundo que ahora siento,
de la desdicha de creer, de esperar por tu venida.

La manera en que ríen los relojes, en que ríes tú;
te sostengo la mirada, tu felicidad es mi único sufrimiento,
y siento todo el tiempo que tengo hambre, que tengo sueño,
sueño todo el tiempo que vivo y muero por dentro.

Esta despedida de tajada es la depresión que siento,
esta vida sin sentido, vivir por vivir, solo eso;
sentir debilidad desde el núcleo de mi cuerpo,
los charcos de la vida salpican mis desvelos.

Y que te quiero, porque te quiero, no lo niego,
que no estás, ¿por qué no estás?, pregunto el día entero;
te extraño profundamente, te extraño y tengo miedo,
no apago las luces, no sea que te vuelva a ver de nuevo.


(Para mejores efectos de interpretación escuchar y leer)



viernes, 3 de agosto de 2012

Me da pena


A mi madre:

Me da pena madre, me da pena que siempre me grites, me hables molesta y que me digas que no me estás gritando, que digas "Es que así hablo yo, no te estoy gritando, no estoy enojada" - De lo cual dudo-. Pero me lleva a pensar que pasó bastante tiempo en que todos los que te rodeábamos no te escuchábamos y te frustrabas, o que te callabas tantas cosas y ese silencio ruidoso en tu mente se expresara en tu voz, en todo caso eso si me da pena, porque nadie te escucha, porque nadie te atiende pero tú a todos nos atiendes y aún los que no quieres atender, tus amigos, tus familiares, la familia política, yo.

Madre siento pena y no debo sentirla, no se siente pena de una leona cazadora en la sabana africana, no se siente pena de la dama de la libertad, no de Chavela, es estúpido sentir pena de la fuerza. Pero la siento no por tu fortaleza, sino por mi debilidad. Por que te veo triste, sentada en la banca de un parque queriendo hablar, haciendo conversación y hablando de temas que yo sé que no eran de lo que querías hablar, pero igual hablas de eso para ver si nuestras conversaciones evolucionan de algo más. 

No nos llevamos siempre, no nos entendemos siempre, llanamente respondo a tus preguntas. "Bien... Pesado... No quiero", pocas veces te vi quebrarte, la primera cuando mi padre no resultó lo que esperabas, el mortinato de mi hermano o hermana, la defunción de tu madre, el agotamiento físico, mental y emocional que muchas personas te causaban.

Me daba RABIA, rabia contra aquellas que te hacían encerrarte como leona, como una fiera vencida esperando que te abran la reja para devorar y asesinar a alguien. Yo quería ayudarte. Pero me limité a no causarte ningún disgusto que se adviniera de intervenir.

Te admiro, en ocasiones, porque en ocasiones eres muy necia y no entiendes de word, de e-mails, de 4shared o youtube; porque te aferras a conceptos erróneos pero tus conocimientos son mucho más altos que los de otras madres. 

Me da pena que estés encerrada aquí adentro y no tengas la oportunidad a esta fecha de hacer lo que siempre quisiste hacer, lo que siempre quisiste ser y que hayas escogido a mi hermano - más a mi hermano- y a mí para cuidarnos. Muchas cosas que quise vivir contigo, no las viví, pero me hicieron diferente de mi hermano que tuvo la oportunidad de estar siempre contigo, me dio la oportunidad de hacer las cosas por mi cuenta, de no importunarte, de evitarte sufrimientos crueles, de evitarte vergüenzas a costa mía, en cambio me dediqué a que dentro de todo esto pudieras enriquecerte de algo, ayudarte a salir, ayudarte a enorgullecerte del tiempo que invertiste, del dinero que gastaste y que en ocasiones me ocultaste muy sabiamente. Me diste la oportunidad de apreciarte más de lo que hacen otros.

Pero me sigue dando pena que no exijas ayuda, y que cuando lo hagas todos seamos unos sordos, unos sacos de papa, y más pena porque me levanto en ocasiones frustrada de que nadie te escuche, y no porque me mandes, no me importa que me mandes, como gobernadora no me importa tu yugo, ni tus castigos, eres buena gobernando, pero los ciudadanos de esta casa en ocasiones se van de extranjeros -no siempre es bueno- y hacen cosas fuera de tu mando y no te escuchan porque se sienten con el absurdo derecho de decir que se agotan cuando no conocen ese significado como tú. 

No me importa no tener vacaciones y que en ocasiones me escabulla tomando clases para evitar estar ocupada en esa casa donde no eres feliz, y donde me reflejo y tampoco me veo feliz en ella. Por que eso eres madre, o eso soy yo, o en todo caso me reflejo en ti. Te quiero.

Tal vez la única manera en que te dañe no sea desobedeciéndote, ni fallando en un examen, ni perdiendo el dinero, ni olvidando lo que me encargaste de la tienda, tal vez no te dañe si escojo una pareja que a ti no te agrade, pero he vivido cosas y me doy cuenta de las que podrían destrozarte; que cometa estupideces antes de tiempo, antes de terminar la carrera, que no estudie nada bueno, que crezca, que desaparezca, me pierda, me roben, me lastimen, eso te hiere profundamente.

Me da pena madre y aunque no siempre quiero ayudarte, aunque sea la única que lo haga, y mi hermano apenas comprenda esta idea que quiero exponer, aunque a veces no estoy de humor para hablar contigo, de entenderte, ni tengo paciencia para no sulfurarme cuando atacas mi raciocinio, mi quehacer diario o lo que me gusta, aunque a veces estés enojada y pidas -que no deberías pedir- lo que por derecho debería ser, que te ayuden, me da pena que cargues ese mundo encima. Verás suficiente tiene uno para cargar con su propia vida, y tú, tú cargas con la vida de nosotros tres. Te estamos pidiendo esfuerzos titánicos, te estamos desgastando antes de tiempo, te desconsideramos, ¿por qué?, desagradecidos, malditos. 

Te quiero, procuro hacer lo que pueda, ahorrar, evitarte problemas, ir por ti, anteceder por ti, golpear a alguien si es necesario por ti, pero no te gusta la violencia; intento ocultar nuestra vida de aquellos que no quieres que la sepan, intento concientizar a los otros dos, intento embellecerte, obedecerte -aunque eso vaya contra lo que me convenga-, intento caminar por la sombra, estudiar como se debe, lo más difícil para que te enorgullezcas y porque eso te ha servido de mí a lo largo del tiempo; intento beber dos litros de agua pero francamente se me olvida beber cantidades más allá de las que bebo de alcohol, lo que me prohíbes terminantemente; intento comer como se debe, sentarme, los hábitos que se deben, sentarme contigo, intento escucharte, apoyarte aunque eso signifique romper con los lazos familiares de otros, pensar como tú, salir a traerte lo que mandes, ser diferente -aunque me considero igual-.

En una ocasión fui al hospital, tú estabas enferma en cama, no te había visto en días, pero todos -gente que no importaba como familiares, enfermeras y doctores- ya te habían visto varias veces, te habían visitado y ninguno de ellos valía la pena -tontos, son unos tontos que se comprometían a parecer familia, ellos no son familia, eso lo sé, lo sabemos madre- no valían la pena y me di cuenta porque entré y entre tu asco y el vómito, tu enfermedad y tu desaliñado, y todas esas personas que estorbaban en tu habitación y me impedían visitarte,  me sonreíste, y me abrazaste y todo lo que necesitabas en ese momento era a mí, verme, saber que estaba bien y sabes, te diré algo curioso, a partir de ese día, mejoraste.

En ocasiones te preocupe tanto, y en ocasiones preferí no preocuparte (las más graves), intenté abrirme a ti, que me conocieras -no digo que no me conozcas, sé que sí, mis hábitos, mi vivir diario, lo que hago, mis logros, mi constitución, mis enfermedades, mis problemas- pero ignoras todo lo que he vivido fuera. El tiempo que estuve sin ti -y fíjate que importante es esto- me machucaron los dedos,  me enfermé, me mandaron, me cuidaron sin mucho interés, comí una desagradable ensalada de papa con mostaza o no sé qué, sufrí y la añoranza era añoranza verdadera. Aunque en ocasiones no quiera verte, no mereces eso. 

Me da pena que nuestros tiempos se están acabando, que después de que murió tu madre -que presiento quieres en la misma manera que yo te quiero- fue el único tiempo en que estuvimos más unidas y en que nuevamente fuera de tus hermanos y hermanas, de tu familia política y de tu esposo o mi hermano, yo estuve ahí y todo lo que necesitaste en ese momento fue a mí. Desde entonces todo lo platicábamos sin embargo ese tiempo se nos acabó, desde mis ocupaciones de doce horas, mis desveladas y mis desdichas; desde ese entonces te dejé marcado muchas cosas, mis excesos, mi rebeldía, mis ideas estúpidas, mis diarios que decían muchas cosas pero nunca pensaba que fueran verdaderas -productos de cualquier rabieta infantil.  Desde entonces tal vez ya no hablemos como en ese tiempo. Es tan raro.

En ocasiones me agrada saber que te acuerdes  y menciones muchas cosas sobre mí, desde que cabía en una caja de zapatos, hasta mi accidente donde se quemó parte de mi rostro, desde que ayudé a mi hermano con su fractura hasta cuando cuido a mi padre.

Te quiero y como dije, haré lo que esté en mis manos para poder hacerte feliz, para resolver tus dudas, lo que esté dentro de las buenas convicciones, hacerte feliz aunque yo sé que a posteriori alguna que otra desazón te cause de nuevo.

P.D.: La quiero madre y no hay nada que me haga más feliz que verla sonreír. 

Atentamente: Tu hija, sí, (Chapulincita, Cecilina Topollina) 

miércoles, 1 de agosto de 2012

Como hacerles saber...


Ellos no saben, el mundo está lleno de ellos,
los que desatienden, los que fingen, no saben, 
desconocen la pasión, el mundo los confunde
y no saben sino de propósitos que no se crearon.

Ellos desconocen, no saben de amor sincero,
no saben de las cosas más extrañas o simples,
hay un rellano de ellos, un mundo que insiste
en ver senos gigantes y tener cerebros pequeños.

¿Qué saben ellos? los necios, los uniglotas,
los habladores, los torturados por el celo,
el miedo a pensar, el temor de lo verdadero;
no los molesten, no cambian y son ellos.

El mundo cambia, a veces clama de dolor,
las mentes se sumergen solitarias,
como peces de un diferente color,
esas mentes existen, se extinguen.

Pero esas mentes tan valiosas que vienen
y después de eso se van con su tedio,
esas mentes valen más que cualquiera de ellos,
esas mentes se quedan pero cada vez son menos.

No los invito a cambiar, si yo no puedo,
no les invito a ser, sino han querido serlo,
no les prohíbo pensar como siempre, es fácil,
ellos simplemente no saben, por eso son ellos.