Ellos no saben, el mundo está lleno de ellos,
los que desatienden, los que fingen, no saben,
desconocen la pasión, el mundo los confunde
y no saben sino de propósitos que no se crearon.
Ellos desconocen, no saben de amor sincero,
no saben de las cosas más extrañas o simples,
hay un rellano de ellos, un mundo que insiste
en ver senos gigantes y tener cerebros pequeños.
¿Qué saben ellos? los necios, los uniglotas,
los habladores, los torturados por el celo,
el miedo a pensar, el temor de lo verdadero;
no los molesten, no cambian y son ellos.
El mundo cambia, a veces clama de dolor,
las mentes se sumergen solitarias,
como peces de un diferente color,
esas mentes existen, se extinguen.
Pero esas mentes tan valiosas que vienen
y después de eso se van con su tedio,
esas mentes valen más que cualquiera de ellos,
esas mentes se quedan pero cada vez son menos.
No los invito a cambiar, si yo no puedo,
no les invito a ser, sino han querido serlo,
no les prohíbo pensar como siempre, es fácil,
ellos simplemente no saben, por eso son ellos.