[Texto extraído de Marcelo Anchondo]
Tenemos vocación, muchas vocaciones:
- Vocación de Indigentes por eso aceptamos que para un gran trabajo nos paguen miserias.
- Vocación de Estudiantes porque debemos estar toda la vida estudiando cosas nuevas y repasando cosas viejas.
- Vocación de Docentes para enseñar a la población normas de cuidados de salud, alertar sobre enfermedades ya sea en nuestros consultorios o en los medios (especialmente en los lugares chicos) sin que nos auspicien laboratorios y menos que nos paguen por eso.
- Vocación de Policías porque defendemos a los niños de las agresiones de la sociedad que los gobernantes generan.
- Vocación de Abogados para ir a Tribunales cuando nos requieran para informar sobre pacientes en el mejor de los casos o para defendernos de las acusaciones.
- Vocación de Pacientes para admitir que nos pongan ministros que no saben de manejo de políticas de salud, directores de hospitales amigos del poder, extraños que deciden cuánto dura y cuesta una consulta médica. Todo sin reaccionar.
- Vocación de Psicólogos con las que tenemos que detectar problemas sociales, familiares, etc. encubiertos en la simple consulta.
- Vocación de Suicidas para seguir con esta profesión que tiene el índice más alto de divorcios, alcoholismo, muertes prematuras y el menor en remuneraciones comparados con otras clásicas.
- Vocación de Esclavos cuando permitimos, basados en la definición de Servicio esencial, y desde la formación (Residente, o en latín Forrum utilisimus) que se nos metan en nuestros hogares, interrumpan las reuniones familiares, llamen por teléfono a cualquier hora, nos cambien de horarios por conveniencia, no nos permitan tener vida propia (más en los lugares chicos).
- Vocación de Mártires en los momentos que debemos salir a todo lo que da en una ambulancia hecha pedazos por calles destruidas para ir a un lugar donde no entraría ni "Rambo con S.W.A.T". para atender sin los elementos básicos y rogar que no te metan un tiro.
- Vocación de Inocentes cuando permitimos que el presupuesto de la salud se lo lleven los empresarios, los funcionarios burócratas, los laboratorios, los sindicalistas y sigamos reclamando que se lo aumente.
- Vocación de Autodidactas al costearnos la actualización que se nos exige después que el Estado gastó en formarnos y nos deja a la deriva.
- Vocación de Altruistas cuando ponemos de nuestros magros ingresos para cubrir las necesidades que el Estado se niega en reconocer desde la garrafa hasta la “vaquita” para el antibiótico.
- Vocación de Escritor para anotar en la historia clínica todo lo posible pensando que lo deberá leer el jefe a la mañana o peor un juez en algún momento.
- Vocación de Insomne para pasarnos sin dormir trabajando o preocupados por nuestros pacientes hasta que sea el amanecer... y continuar trabajando.
- Vocación de Giles* para admitir que todavía digan que los médicos son millonarios, vagos, cómodos e inútiles, basados en una excepcional minoría.
- Vocación Nacionalista para quedarse en este país resistiendo a la tentación de los reconocimientos sociales y económicos de otros lugares que no pueden creer que el prestigio mundial de los médicos Argentinos sea minimizado por los propios coterráneos.
- Vocación de Pacifistas porque ante cada agravio respondemos con nuestro trabajo, mansamente...
- Vocación de Economistas para usar los medicamentos de dudosa procedencia, comprados en licitaciones mas dudosas aún , y que debemos hacer durar porque las reposiciones son aleatorias o cuando debemos terminar de operar o ver una garganta con la luz del celular, cuando aprovechamos al máximo los antibióticos o compartimos los tratamientos. Si hay miseria que no se note.
- Vocación de Amantes para permitirnos que nos hagan lo que quieran, nos humillen, nos tiren dos mangos, mientras nos mienten que nos quieren.
- Y la vocación continúa...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
En mi tiempo libre y no libre escribo, toda ventana aquí esta dispuesta a tus comentarios, comparto mis ideas, comparte tu opinión ;-)