El mundo esta cambiando en cada cierre de ojos, en cada suspiro escapado y los momentos escapan en cada detenimiento...Las risas se marchan sustituidas por la amargura de las nuevas cosas... vuelven con la simpatia de la compañia y nunca es igual...
Todo vuelve cuando cambia, todo vuelve, pero nunca es igual...
Los momentos que estrujan el corazón en el llanto ahogado duran muy poco y la felicidad se vuelve más sublime cuando el tiempo es más largo...
Sostener los momentos nos hacen querer olvidar... no hay adiós, pero si un jamás...
Las cosas no se sujetan, continuan a cambiar, ya lo estoy haciendo yo...
Aquí te dejo una cancíón...
Todo está bien…
Tomaste mi mano prometiendo tantas cosas,
Llegaste a mi puerta trayendo en tus manos rosas
Y dijiste todo estará bien…
Pero te diré desde ahora
Yo ya dije adiós,
Rehíce mi vida y mis cosas,
No queda nada de los dos
Recuerdas muchos momentos bellos
En que fuimos felices solamente juntos
Mas todo es pasado y estará bien…
Pero te diré desde ahora
Por un camino a recorrer
Deja el pasado sin mirar atrás
Y veras que feliz puedes ser.
Si todo se fue y se echo a perder
Y aunque no piense en volver
Todo, te diré, todo estará bien.
Y te diré que todo desde ahora
Marcha contigo y sin ti… bien
La solución parecía sencilla, solo era cuestión de hablar...
- Me siento mejor ahora que hablamos, ¿tú no?, aunque los dos tenemos a alguien a nuestro lado, es bueno hablar y saber que pasa, ¿no?
Me sujete a vivir los instantes, a disfrutar lo que había, pero se me olvido dejar de creer en todo...
Parecía una gran aventura, y más que una aventura, pero fue y al cruzar el muro ya no regresó...
No me lamento por lo que fue, pudo ser, o podría llegar a ser, son momentos épicos en la historia de los viejos y vieja me estoy haciendo con los años transcurridos en el alma...
Empieza con un momento simple, el lugar propicio para conocerse, los momentos fructíferos, y acabo en una sola oración... Gracias por los momentos buenos, adiós.
Si todo termina bien, para todos, para todos, será siempre lo mejor...
Él vino...
Él vino, me dio una rosa y dijo adiós
pero no me lo dijo en voz,
simplemente sonrió y se fue,
y me quede buscando el por qué.
Prometió maravillas en verso y prosa,
creí cada palabra, me sentía diosa,
descubrí que era adorador de todas,
me descubrí es su lista larga y rosa.
Él vino, y trajo cartas de consuelo,
me ayudo y apoyo en tiempos de duelo,
pero duele que se va a otro lugar,
no piensa más regresar.
Él me trajo la hora venticinco del día,
fue sagrada y cumplida con alegría,
pero la costumbre por costumbre borra,
y toda memoria en la memoria se roba.
Llegaron los días, la duda creció,
¿Qué fui?, ¿Qué fui yo?,
pasaron los días, seguí y lo ignoré,
pero eso no quita que pienso en él.
Y otro tipo de tristeza me llena,
un miedo grande me aqueja,
no se lo puedo expresar
¿Cómo elimino este mal?
Él... vino, me dio una rosa y dijo adiós,
¿un adiós para siempre?, ¡Qué se yo!
pero se sonrió y se fue
tranquilo sin decirme por qué.
Me sujeto a los buenos olvidos, a las buenas memorias y a seguir mi camino hasta que llegue al horizonte, porque aunque paresca que no hay un fin, con cada paso me acerco al sol...
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