Destinatario

Estas son sólo notas de olvido, recibos injustificados, cartas de silencio y telegramas melancólicos que una mujer de vena negra escribió.

miércoles, 31 de agosto de 2011

Lo que callamos es... ¿verdad?

Foto extraída de mis archivos, tomada en 2/3/11, el día en que más hizo frío.

¨Lo que callamos podría ser lo más verdadero que nunca haya existido, yo creo... por eso lo callamos.¨ 
 TPR

La dulce mujer, esculpida tan minuciosamente en el hielo me recordó la ultima vez que te vi, hace ya mucho tiempo te recuerdo con tu cabello helado por el invierno cayendo sobre tus hombros encobijados en bufandas; te asustaban, más que nada, los meses de abril porque se parecían tanto a los de octubre cuando mirabas por la ventana, entonces yo solía decirte que la diferencia entre otoño y abril era solo porque en una comenzaba la cumbre de la vida y de las colisiones más importantes como la que forma los cigotos, y en la otra, en octubre era sin duda el síndrome del mes en que todo aquello que vivió regresó a la tierra que lo vio nacer. Cada vez más te quiero seguir llamando ¨Octubre¨ pero pareces pasarte el año entero en la primavera o te salteas hasta diciembre, de cualquier manera, nunca eres mía.

Desesperado por el ridículo silencio de mi casa, tomé camino en medio del hielo, era igual estar dentro que fuera, ya podía ver como el hielo se cristalizaba por dentro de mis ventanas, podía ver las pequeñas estalactitas que se formaban sobre mi calentón. No tenía caso seguir ahí. Busqué un lugar más calientito y sintiéndome más parásito que nada me acomodé como cualquier persona en los cafetines, me senté y pedí lo que mi economía me permitió, después del café seguía pensando en ti, pero no me hacía a la idea de que tu te fueras así como así y decidieras no regresar, el sol sin embargo me ayudo mucho de camino a casa de una amiga, ella era muy extraña, demasiado, su casa era algo que parecía sacado de una novela del siglo 19, cornisas casi reinales, oscuros rincones, repisas de madera tallada con siluetas de flores y figuras singulares, un escape a veces muy setentón pero seguía viéndose antigua su casa, toque a su puerta y con el vaho saliendo entre sus manos por su boca, me invitó a pasar, me ofreció un atole; me agradaba mucho visitarla y a veces no sabía por qué, un día le dije que la visitaba porque su sofá aunque viejo, largo y pesado, era muy suave, hecho y amoldado a mis siestas de la tarde, claro olía a viejo a veces a polvo, pero no me molestaba mucho sobre todo porque cuando llovía parecía que olía a tierra mojada sobre ese sofá. Otro día le comenté que era porque el fuego de la leña que prendía en un tambo de aluminio me hacía sentir más calientito que en mi propia casa con ese calentón de gas, sin embargo hoy fue diferente.

Ayer le dije que la visitaba constantemente porque no podía estar lejos de ella, y el día de hoy le dije que la visitaba a menudo porque aún por su forma de vivir, aislada y tranquila, me hacía amarla con gran turbulencia que de alguna manera debía calmar esos fuegos internos, solaparlos un poco hasta que... ¨fuera leña encendida pero sin fuego ardiendo¨... así debería ser poderse amar, tan solo no me gustaría tenerte ni como abril, ni como octubre.



martes, 30 de agosto de 2011

Hay que saberse dar cuenta


¨a veces la distancia abre brechas
 sobre la conciencia y sobre las evidencias¨
TPR

¨Hay que saber reconocer que nada,
absolutamente nada en la ausencia
pinta demasiado bien¨
TPR

¨De tontas esperar, de idiotas querer que esperen¨
TPR

¨Campo abandonado, fuego proclamado¨
Anónimo

¨Para ti seré una mujer más, pero para mí
eres un hombre menos¨
Frase obtenida de Janeth Moya


lunes, 29 de agosto de 2011

La entrada que me desespera


En los últimos años dejé de traducirle a las aves el viento,
dejé abandonadas bajo la oscuridad las sombras de los días
y los días avanzaban, absurdos, anacrónicos, distantes y de momento
solo consigo pensarte y pensarte tanto con mi atención perdida.

 

La verdad me canso de gritarte con los labios cerrados
me canso de pedirte lo que nunca llenará mi vacío
pero es tanto lo que en este avanzar he apagado
que ya no requiero de sonreír o de llorar, ya todo es un delirio.

 

Delirio desde que las estrellas se tornaron simples abismos,
Delirio tardío desde que la luna no sale entre los edificios,
Tardío la idea de amarnos y dejar de querernos en los caminos
total, huracanes, tormentos, tu y yo, torbellinos.


Me desespero del cabello en el rostro y de la tarde oblicua
me enerva temblar demasiado y no sentir nada en cuanto me miras,
me imagino la idea de lo que los techos piensan y de la tierra enemiga
esa donde se muy bien nunca haré juego y tampoco seré bienvenida.

 

Ya puedo escuchar mi alarma sonando tan irritantemente
puedo sentir como la pesadez me ata totalmente a la cama
me cansa escucharla, y me cansa levantarme temporalmente
para después desplomarme y soñar que tú me amas.

 

Pareciera que te escribo lo contrario de lo que siempre dije,
pareciera que quisiera rendirme y sin rendirte cuentas de nada
pero yo sé muy bien lo que me gusta escuchar y decirte
y conozco de preferencia nunca dejarte la daga empalada.

 

Es así como me arrastro a callar todo sonido
toda luz y toda esperanza, porque ni es la añoranza
ni es la noche calurosa una humedad de alabanza
ni un traicionero ruido, que brinca como silbido
pero me descuece la panza y por supuesto, el mediastino.

domingo, 28 de agosto de 2011

El juego de los sexos



No se siente el frío con tan poca ropa, solo cuando él se acerca, lento y seguro me observa desde la esquina opuesta de mi posición, cambian sus ojos, aquellos dulces de ternura por unos más diferentes, no sabría explicarlo, quisiera pero... simplemente no puedo. Su fornido cuerpo seguía acercándose a mí, pronto yo también me acerqué y equídistamos distancias al acercarnos al centro de la habitación, pronto sentí un ligero sudor sobre su cuerpo al juntarse con el mío, ¿estaría ardiendo igual que yo?, pronto sentí, ahora sí, el frío por lo que lo abracé para que quedase más pegado a mí, para cubrir el rosado de mis penas, el color carne de mi piel nueva; pero él no quería permanecer junto a mí, él quería observarme completa sin perder ni uno solo de los detalles que hacen mi cuerpo muy diferente del de otras mujeres, el que hace relucir cuan excitada estaba por el encuentro, pero nuevamente me siguió abrazando como si en ello pudiese sentir que no era yo la que terminaría por desilucionarme de esto; pronto sujetó mis hombros con fuerza, podía sentir recorrer esos labios sobre mi hombro, sobre mi pecho, sobre toda la extensión de lo sensible y erógeno. Parecería que más me desesperaba pero quería darle tiempo, después de eso seguí besándolo y no recuerdo haber visto nada más porque cerraba y abría mis ojos tan arrítmicamente que nada más recordaría visualmente algunos pedazos. Era cierto yo estaba y sentía igual que él y no solo él por mí y no solo yo por él. Continuó así hasta que colocó uno de sus antebrazos sobre mi cuello, las respuestas vagales fueron más que suficiente, la presión directa sobre los senos carotídeos hizo que todo en mi desfalleciera, la respiración... el corazón... mi conciencia y... bueno no se qué más habría muerto ahí, lo siguiente fue un duro despertar en el hospital, una bata clínica, un hombre parado frente a la ventana cuyo entrecejo era de momento símbolo de frustración y preocupación, no sé cual haya sido primero; una enfermera revisando los signos vitales y un doctor checando pulso.

- Todo se encuentra normal, solo fue un desmayo, procure señor no hacerlo con tanta fuerza- Confieso si quería reírme pero me hice la inconsciente aún solo para ver que hacía. Mientras doctor y enfermera ya habían salido de la habitación, él seguía mirando por la ventana ¿por qué no querría verme?, pronto lo vi salir de la habitación, ya sentía la presencia de la decepción, sentía mis lágrimas salir aún con los ojos cerrados y justo iba abrirlos cuando escuché ceder la puerta, era él de nuevo pero se oía algo más parecía célofan o plástico, olía a rosas... casi parecía tonto haber empezado a llorar, se detuvo frente a mi cama unos segundos, lo sentí secar mis lágrimas y nuevamente se acercó a la ventana, no sé que tanto veía, finalmente decidí abrir los ojos, me levanté, según yo, con sigilo y justo a su lado recargue mi cabeza para ver lo que él veía, y afuera un juego de luces de navidad encendía sobre el estacionamiento del hospital un enorme: ¨Gracias¨, esa noche volvimos donde mismo, a la misma habitación y nuevamente sentí ese escalofrío y esas ganas de sentir el calor de él complementando mi espacio vacío, solo que ahora no eran suposiciones mías, eran certezas de que esto podría funcionar muy bien para mí.

martes, 23 de agosto de 2011

A veces yo...



A veces quisiera arrancarme la piel a mordidas, desbaratarla, endurecerla, hacerla frágil y suave, hacerla trizas, quisiera que poco a poco me la fuera comiendo enterita, no sé masticarla, semitragarla y luego escupirla, quisiera poner rocas en mis oídos, asegurarme de no escuchar nada más.

A veces me provoca deslizarme con los pies al ras del suelo, arrastrándolos para hacer más lento el día, para ver si se detiene se tropieza y no se vuelve a levantar, quisiera que la vida dejará de sumirse en reflexiones nada útiles, nada productivas... nada satisfactorias.

Quisiera morderme los labios tan fuerte que me duela besar, y me duela mucho. Quisiera a veces poder convertirme en un ser aplastado en la tierra sin levantarse, pero tengo que caminar a diario hasta que finalmente el día acaba y vuelvo a la realidad.

Un punto muerto en que el cuello es el límite del agua que nos inunda, es el límite donde los desiveles del sonido se vuelven tan atroces que parecen simplemente convertirse en una cardiopatía o anomalía respiratoria, pura contaminación para la sangre hacerla hervir hasta desnaturalizarse.

La verdad salir del agujero negro es más difícil pensando en que tarde o temprano regresarás, y harás lo mismo otra vez esperando que las balas no sólo no te rocen si no que ni siquiera las puedas oír, no las puedas ver correr ante tus ojos.

domingo, 21 de agosto de 2011

Viejo viajero



Soy un viejo viajero cansado de andar
de esos que esperan solos a la orilla del mar
viendo el sol caerse, viendo mi amor marchar

Soy el viejo viajero que usa caminar
caminar lejos cuando más te quiero y más lejos te vas
no por ello dejo de hacerlo, me ayuda a respirar

Este viejo viajero, hace años siente que te extraña
y cada vez que le hablo al viento, algo de ti me llama,
el mar igual me dice que cuando sueñas me extrañas

Yo solo sé que desde luengo tiempo te busco,
te busco en mis labios, mis manos, mi alma
y si tu quisieras te buscaría hasta en mi almohada.

sábado, 20 de agosto de 2011


Trataré de que la ausencia en tus ojos, no sea un hoyo negro en mi corazón, trataré que tus lagrimas no hagan más un hueco en mi conciencia, trataré que tus desprecios y amenazas valgan menos y se esfumen igual que cenizas, te aseguro que trataré de hacer cambios empezando por cambiarte a ti, alejándote de mí.
TPR

Beware to make a women cry, because God counts her tears.

Tristeza es que no estés



La lluvia azotó mi casa esa noche,
la noche en que abrí los ojos a la verdad
no tengo más inspiración desde que tu no estás

La luvía golpeaba mi carro ese día
y aunque todo este miedo parecía mentira
lo cierto es que se volvío una realidad

Ya no abró mis ojos de par en par
sabiendo que al ver tu ya no estarás más
pero cuento con que al menos dentro te recuerde

Recuerde tus manos gentiles pasando mi cabello
recuerde tus olvidos, y a la vez olvide los recuerdos
porque lo cierto es que soy infeliz con ellos

Siempre has decidido desaparecer, siempre
y no me quejo, a veces me gusta, a veces lo necesito
pero hoy no, hoy me da tristeza, tu no estás conmigo.

jueves, 18 de agosto de 2011

Si te llevaste mi piel...


La piel me ha quedado corta
de tanto tocarla, desgastarla y herirla
¿Que vestiré ahora?
TPR

Sin piel se me verá la desnudez de mis penas
el tiempo que dediqué a rabietas
los días que lloraba bajo el cielo a solas

Más y más cerca me qedo sin piel
y todo parece un circulo que da vueltas a deshora
toda la noche, persistiendo en serle al dolor fiel

¿Cómo más podré mostrarme sin miedos?
sin piel soy manojo de tristezas y odios
sin piel soy solo una mujer de desconsuelo

La vida se va de lleno, lleno el tiempo
vacía yo, sin cubierta ni protección
pero me doy cuenta cuanto he hecho

Te dejé tocarla, hipnotizarla y engullirla
como un antojo o yo que sé
pero devolvermela ya no podías ¿verdad?

domingo, 14 de agosto de 2011

Podría morir


Sigues aquí meciendo tu pie derecho de un lado a otro al ritmo de una canción que solo se tararea en tu mente, un pensamiento invencible en este tiempo que te agobia en las soledades, acostada en tu sofá, un televisor mudo con imágenes en movimiento sigue hablándote sobre pasta dental y medicamentos que podrían hacer de tu vida lo que siempre deseaste, eso según los comerciales. Te levantas, rascas con tus uñas esa unión biparietal y molesta, estas desarreglada ¨Debo salir¨ piensas ¨Moriría aquí en mi casa, parece mejor morirse afuera¨, el agua cae gentil sobre tu cuerpo, tu mente no está en ducharte, está en sentirse acumulada en la mente de otro, en sentirte dueña de la memoria de alguien más, la necesidad de ser querida bien y solo así; el agua se ha tornado fría, en tu cuerpo se produce un estremecimiento, señal de que no andas perdida en esos pensamientos, sales con cuidado de no resbalarte, te molesta la idea de morir en el baño por un descuido y un golpe en la cabeza como consecuencia. Secas tu cuerpo sentada al borde de la cama, sigue tendida evidentemente porque te cansaste de dormir en ella sin nadie al lado, por eso te mudaste al sofá. Vestida y arreglada sales de tu casa, evidentemente el sitio en el que más cómoda o incómoda te sentías, caminas con tus manos en los bolsillos de una chaqueta de cuero vieja que te heredaron, te agrada sin embargo porque te recuerda a quien te la dio. Caminas más a través de puestos de comida y locales vacíos, mientras la tarde cae como bote de pintura que entinta de naranja parques y calles, con casas sin ojos, mudas, dentro de las cuales se encuentran personas que no buscan salir. Sigues caminando y pronto ya llegaste a la parte del parque que te gusta más, esa donde está el lago y los patos junto a los gansos, te sientas en la banca que el municipio nunca pinto porque ese lugar era el más lejano y escondido. Te sientas ¨Me gustaría morir aquí si pudiera... pero me mandarán a un hospital¨ firmemente aprietas tu puño, el pulso en tu cabeza empieza a sentirse como palpitación, lo sientes venir, ahí está de nuevo, la pesadez en tus ojos, el bonito atardecer se convierte en luces borrosas y la noche cae sobre tu consciencia, de pronto no sabes nada hasta que escuchas voces de personas, sientes que tus manos se balancean, alguien te carga rodeando sus brazos alrededor de tus hombros y tus muslos, hueles el penetrante olor a cloro, desinfectante, limpiador de pisos y gripe ¨estoy de nuevo en el hospital¨, pasan los días no recibes más visitas desde enero del año pasado, ¨nadie quiere visitar a un muerto¨ atinas a pensar, la gente cuando sabe que alguien morirá la evita a toda costa y está bien, nadie quiere presenciarlo ni siquiera las obesas enfermeras ni los pálidos y arrugados doctores. Miras desde tu camilla a través de la ventana el parque del cual te trajeron, ves el lago y el andar patético de los patos, inmediatamente alguien toca a tu puerta, piensas que es un doctor así que decides volver de un salto a la cama, pero no es un doctor, es un muchacho... se acerca sin decirte nada, solo mirándote, toma tu mano y la besa, sientes su aroma y reconoces que fue él quien te trajo desde el parque cuando te desmayaste, le sonríes poco a poco elevando tus mejillas dulcemente, reacciona de la misma manera.



¨ ¿Por qué te saliste de la casa?, sabes que deberías estar en reposo¨


¨ ¿Acaso necesito que me cuiden?, dices de forma sarcástica pero sin ser sardónica¨


¨Yo diría que sí, y lo mejor es que va a ser por mí¨


¨ ¿Ah sí? y... ¿qué te hace pensar eso?¨- Vio como el perdía el hilo de las palabras y sin pensar en contestar su pregunta inquirió


¨ ¿Necesitas algo?, ¿Te traigo algo de comer?, debes comer, con tu enfermedad solo lo agravarás si dejas de comer¨


¨Quiero un jugo, un té, algo de agua, tengo mucha sed y mucho sueño con este calor y quiero que traigas un libro¨


¨ ¿Dónde lo busco?¨


¨El jugo en la maquinita y creo que el té y el agua en la cafetería¨


¨Hablaba del libro¨


¨Ve a una librería que se encuentra en un callejón de la calle Bridaba, antes de llegar a la Sentor, dile al pequeño hombrecillo al otro lado del mostrador que es para mí, que se lo devolveré en cuanto pueda o en todo caso mi doctor¨


¨No sé tu nombre, ¿Cómo le pediré el libro?¨


¨De parte de Janeth¨


Salió inmediatamente, la verdad solo querías una excusa para deshacerte de él. En cierto modo era queja de tu soledad pero también de un aburrido acompañamiento, o tal vez de un desesperado acompañamiento.


Tomaste tus cosas y te vestiste con tu pantalón de mezclilla que cada vez te quedaba más grande con el tratamiento con carbón activado después de haber tomado pentobarbitol, un depresor del sistema nervioso, tomas tu blusa y tu chaqueta y sales por la puerta de la habitación, pronto te encuentras con él que viene de regreso.


¨Hola¨


¨ ¿A dónde ibas?, traigo todo lo que me pediste¨


¨Fuiste muy rápido, ¿Cómo le hiciste?¨


¨Ya ves¨


Te toma la mano y te acompaña a la salida, te sientes extraña pero el sentir el calor humano de alguien te recuerda que sigues viva, lo cual te motiva pensar que sucederá luego, no moriste en tu casa, ni en el parque y tampoco en el hospital pero sientes que ese pensar recurrente no importa, está contigo y ni siquiera sabes por qué, debe ser un ángel o algo parecido.


¨ ¿Me dirás tu nombre?¨


¨Ángel Roberto, dime Robe¨


¨ ¿Nos hemos conocido antes Robe?, es decir, me has visto, me conoces por alguien o cómo, porque es muy extraño que te preocupes así de una extraña¨


¨Es gracioso¨


¨ ¿Qué es gracioso?¨


¨Que te preocupes de que me preocupe por una extraña y que tu no me conozcas siquiera¨


¨ ¿Planeas que te conozca?¨


¨Te conozco muy bien, así que lo justo es que me conozcas¨


La tarde transcurrió lenta y afable, caminaron juntos, ahora parece que su presencia ya no te incomoda.


Los días pasaban y todo parecía transcurrir tan bien, pero de nuevo surgió tu inseguridad, esa necesidad enfermiza de querer tener problemas en un aburrido paraíso.


¨A veces quisiera morir¨


¨ ¿Por qué?¨


¨No sé, estar esperando que... llegue el fin es estresante¨


¨Yo quisiera que te quedarás¨


¨Eres egoísta¨


¨Tal vez, pero déjame probarte que puedo hacerte feliz¨


¨Soy... bueno intento¨


¨Inténtalo, y si te sigues sintiendo así, no te detendré¨


Pudiste pensar que te amaba poco, pero tus palabras también lo limitaban mucho, lo herían en demasía como para odiarte, pasaron los días y la situación no mejoró, seguías sintiéndote cobarde y vacía, así que fuiste al cajón, debajo de el arrancaste una jeringa que se encontraba atada con cinta adhesiva, contenía 10 ml de pentobarbitol. Preparaste tu brazo colocándote una liga, abriste y cerraste tu puño para hacer resaltar las venas, y apunto de encajar la aguja, acto seguido él abrió la puerta.


¨ ¡¿Qué haces?!¨


¨No me detengas por favor¨


¨No te detendré, veo que estarías mejor en otro lugar, no mereces sufrir esa espera, pero no quiero alejarme de ti, tienes razón tu vida vale muy poco, a nadie le importará que una paciente terminal muera por su propia mano, tal vez es hora de terminar ese sufrimiento¨- tomó una jeringa más que tenías preparada para una segunda inyección de acción más rápida, puesto que le agregaste opioides para acelerar la reacción. Preparó su brazo.

¨No quisiera que lo hicieras¨

¨Yo tampoco quisiera, pero veo que en verdad no puedes seguir, debes morir para descansar y ser feliz, lo haré junto contigo, ¿de acuerdo?¨- Tomó tu brazo, sentiste la aguja penetrar tu piel y posteriormente la sustancia entrando... luces borrosas, la oscuridad, el desvanecimiento, morías mientras tus ojos abiertos lo veían a él con lagrimas, creerías que iría contigo pero descubres que se quita la liga y baja su manga que había remangado tan decididamente unos minutos antes, se levanta, toma tu cuerpo que ya ha dejado de moverse, te recuesta en la cama, unas lagrimas escapan de tus ojos que no pueden creer lo que sucede, lo quieres mirar con odio pero los músculos no se mueven, tu nervio facial está dormido, quieres gritar pero no puedes ni mover tu boca, nunca le interesaste tanto. ¨Es un ángel... piensas mientras tus funciones se apagan... un ángel de la muerte¨

La sal al caminar



Sabor a sal cadencioso
tienen tus muslos al caminar
sabor a tormento silencioso
¿Cuándo te podré mirar?

Mirarte de nuevo con deseo gozoso
Mirarte y que me mires sin voltear
me sientes, lo sé al deslizarme curioso
entre toda la extensión de tu mar.

- Dulce mujer no mía
- Maldición sin fin
- Regresa a mi vida
- Quedate junto a mí

Flor húmeda que se abre ante mí
que me permites la felicidad eterna
¿Cómo pude vivir sin ti?
Simplemente no pude, me marea.

Esa ausencia, esa ausencia y nada más
ese vacío donde caben tus manos
ese vacío, el que busco llenar
a donde corre mi enorme antojo.

- Dulce mujer no mía
- Maldición sin fin
- Regresa a mi vida
- Quedate junto a mí

Pero querida sal eres huidiza
querida azúcar que me eleva a gloria
revisa las cartas en tu repisa
respóndeme esta angustia angosta.

Que estes tan lejos de mi vida
que este yo tan lejos de tu boca
esa sal en tus muslos al caminar
que a mi razón vuelve loca.

domingo, 7 de agosto de 2011

Esto no es una poesía...


Sueño con un día inflarme de sueños
Anhelo el día de ver tus ojos y nadar en ellos
Bañarme en el sudor de tu esfuerzo por amarme
Volar entre tus respiros y que no puedas vivir sin mi

Sueño con tomar el tiempo en mis manos
Sueño con torcelo todito, torcelo y exprimirle los segundos
Desearía que supieras que siempre estoy
No ser tan transparente, tan vólatil, tan inútil

Dejar de arrastrar los pies al suelo arido
Dejar de maquinar los minutos que siguen...
Dejarme ir... sin poder irme
Dejar ser... sin poder serlo
Dejar... dejar la jungla en la que me meto a desatiempo.

Te miro, te miro todo el tiempo, y no imaginas cuanto puedo imaginar
Porque la lluvia es tan ácida, porque el aire es tan básico
Por qué no chocan y nos besamos?

Quisiera que me recordaras algún día
Quisiera que me pensaras muchas veces
Quisiera un día para reír de alegría
Quisiera una hora para llorar a solar
Quisiera tantas cosas, y de tantas cosas que quisiera, dejarme de unas cuantas...

Mi vida es un nombre en una larga lista de desesperanzados
porque no soy la única que sufre...
Esta es la forma en que empezaré a sonreir
Empezando por amarte siempre de más y echarte más de menos
Este día puede que vuelva a sonreír
y ese día saldra el sol mientras duermo, saldra con cada prenda pérdida
Saldra como salen las gotas de la piel, emergen solas y se encuentran
se deslizan derretidas en el encanto de estar juntos, se evaporan tanto y se van...desapareciendo...

Estamos tan solos, que no hay porque agregarle más soledad a la vida pensando así...
Estamos tan tristes, que no hace falta agregarle más tristeza llorando...
Somos y estamos los pocos llenos de esperanza infinita, llenos de corazones que siempre curan, que siempre esperan el día en volver a ver y dejar de estar ciegos en la oscuridad de un día...

Regresar a ser la arena que se agracia de la vida, aunque el mar le quite un poco cada día, ella sigue siendo, sigue estando...

Voy a empezar a sonreir, durmiendo, en la ducha, en la ira, en la tristeza, hasta que la locura amanezca pero feliz...

Y yo sé que todo pronto se irá... y romperé mi vida, dejaré de ponerle estrofas, dejaré de ponerle versos y de repente se llenará de palabras sin misterio, se llenará de frases con poesía sin rima... y al final de todo sin verso, sin estrofa, sin llanto, descompasado sin rima pero con poesía.

martes, 2 de agosto de 2011

Camaras y Laberintos

Con las mismas faltas de ortografía...



¿A donde se irá mi mente en el laberinto de mis ideas?
Porque no soy más sencilla, menos profunda, menos complicarme con hablar como hablo, pensar como pienso, expresarme como siento y hacer y buscar cosas que... irremediablemente tienen respuestas sencillas cuando me preguntan cosas que no sé ni como contestar...

¿A donde se esconderan mis sentimientos? A cada aurícula, en cada ventrículo, siendo lanzada a los respiros de mis pulmones temerosos y cansados, arrojada al intrincado camino de la circulación sistemica andrajosa, villana y vagabunda, atorada por allá en la válvula de mis dudas o en mis ¨entendederas de corazón-mente¨, mis alocadas conclusiones alojadas en el nodulo sinusal, siendo dividida mil veces por un haz de his... no ya no, solo pensar en ello...

¨Uno de los infiernos es aquel en que se tiene la puerta de salida abierta, pero no la manera de salir por ella¨ TPR