Me preocupa tu talento galante y caliente,
tus ojos inocentes, tus risas forzadas;
¿Qué será lo que escondes en tu mente?
que hoy en día tus labios ya no me hablan.
¿Sabías que me preocupan tus ojos inocentes?
Más si se trata de tu falaz usada, como arma
esa mirada tan quieta como roca en pendiente,
un bifrondismo con tu sonrisa turbia calada.
Me inundo de dudas siempre que tú me hablas,
me sumerjo en sospechas y sinrazones muy malas,
que luego obstruyen mi garganta; no me calma
verte así y verterme en la oscuridad de tus miradas.
La tuya mi amigo, mi amante, mi nada
es una risa con el filo de una espada,
bocanada de flechazos que me tuercen,
me deshacen y me descosen las entrañas.
Te veo y siempre me quedo sin palabras
me da tristeza reconocer que ya no me amas
y la profunda pena que me perfora sin poder evitarla
ella me fuerza a dejar mi pasión abandonada.
(Imagen sacada de @EsAsí)
Dureza en cada línea, pero que trata de verdades que cuesta trabajo aceptar.
ResponderEliminarO eso entendí yo :P.
Un Saludo.
No solo la dureza de cada línea al leerla, si no la dureza de la base sobre donde se elaboraron, cierto son verdades que cuesta aceptar, tal vez nunca lo haga, pero existe la resignación. Gracias por tu comentario Sucio Vagabundo.
ResponderEliminarSaludos
Atte:
Cecilia Gómez