¿De dónde vengo?

Hace pocos días me preguntaron de dónde vengo, quién soy y qué soy. Encontré muy poca dificultad en decir de dónde vengo, quién soy no fue un problema tampoco, pero ¿qué soy? Definir el dónde y el quién no es problema para el que conoce su desarrollo y como se ha ido constituyendo pero definir el ¨qué¨ esta grueso.

Yo vengo del seno de una familia común que vivió en una vecindad hasta hace 6 años, esta vecindad se ubicaba muy cerca del viejo centro de Ciudad Juárez, digo viejo dada las expansiones de esta ciudad siempre creciente, ¬¬ a veces pienso que un día creceremos hacia arriba, pero pues la situación no deja mucho de ver, antes no se veían muchos casos como los de ahora, sí existían pero como mencioné no eran tan altos, tan cruentos o alarmantes. Por esa razón mi hermano y yo siempre salíamos sin muchas preocupaciones, en ese tiempo nadie temía mucho por su seguridad, o al menos yo no lo hacía. Mi casa se encontraba cerca de donde se observa el cerro que dice ¨La Biblia es la verdad - léela¨ y más allá del centro. A su alrededor se encontraban yonkes extensos, algunas casas que parecían más como granjas dado que yo siempre que iba al Jardín de niños Chihuahua siempre le daba de comer heno a un caballo que una vez mordió a una niña que iba conmigo. Además de que siempre vi gansos y gallinas correr en la casa de enfrente; lo bello de mi hogar era que todo quedaba muy cerca desde escuelas hasta tiendas, hoy en día gastas demasiada gasolina tan solo para ir al expendio capitalizado de un Oxxo o un Extra y no dudo haya más tipos de estas extensas ¨minitiendas¨; de donde vengo la niñez era niñez verdadera. Siempre recordé estar afuera jugando en mi patio de 3 x 3 metros que a mi edad era gigante.

Siempre inventando juegos, siempre jugando a imaginar infinidad de cosas, de mundos y de personas. Las mejores actividades las realizaba al ir a una tienda, que esas si eran las típicas tienditas de la esquina, ¨La nueva¨ que hasta estos días se conserva, era un mercado propiamente dicho porque vendía desde frutas y comida para perro hasta juguetes y carnes. Mi hermano y yo siempre preferimos ir a la tienda de Rossy ( que también se mantiene hasta estos días) y es porque había mucho de lo que queríamos, dulces, sopas para calentar, leche, soda, paletas de hielo y maquinas de videojuegos que en algún tiempo tuvo y fueron las excusas para siempre ir a la tienda. Crecí en una familia muy normal, en algunas ocasiones pasamos momentos difíciles, hambre, prosperidad, reconstrucciones, robos y demás. El entorno no era el más sano, la barda de al lado siempre estuvo decorada con Grafiti y ya ven lo que dicen siempre las mamás ¨que si quieren grafitear que mejor se rayen la…¨ ustedes adivinaran la otra parte. Había personas vendiendo drogas en los lugares que todos conocíamos, desconozco si siga igual. Ahí siempre podías sospechar quien te robaba y es más hasta saberlo. Mi familia tuvo los típicos problemas y algunos no tan típicos como la muerte de un hermano no nato. Las mejores sensaciones eran las de escuchar a los transportistas en la madrugada haciendo sonar sus maquinas y sus cláxones, la de los gatos al pie de la ventana de la cocina maullando desde la parte del Yonke, la de los señores gritando por la calle ¨quiere pan ranchero…¨, ¨pase a probar los elotes calientitos…¨ y la de ¨ricos tamales calientitos, hay de rojo, hay de verde, hay de dulce…¨, era todo un color de una llamada cultura adusta y urbana.

Mis actividades eran muy variadas, salir a dar vueltas en bici, bajar pendientes en carros de madera, jugar en el patio, en una ocasión lanzamos huevos a una casa vecina, jugar nintendo que siempre será lo mejor, y otras actividades no relacionadas a los juegos como ayudar a mi Padre a sellar las tuberías de cobre en el techo y aislarlas, la de ayudar a traer el Triplay para la nueva habitación que estábamos construyendo, y esos círculos de metal que no recuerdo para que eran pero me gustaba jugar con ellas, de mi Padre aprendí a cambiar llantas, soldar, soldar con el cautín, resanar paredes, reconstruir techos, quitar tapices, pintar y llevar fierros.

De mi madre constituyeron actividades diferentes, no crecí mucho con ella puesto que trabajaba pero en sí de ella se cocinar y hasta ahora han dicho que mi comida es muy buena y que el arroz me sale mejor que a ella (que conste ella misma lo mencionó), aprendí a coser porque ella estaba en corte y confección de ahí que yo siempre me fabrique bolsas, me arreglaba mi ropa, hacia ropa de muñecas y uno que otro accesorio de juegos, con ella aprendí a limpiar como se debe, a ordenar y recoger, limpiar baños, sobre remedios medicinales ya que siempre bebimos Tés desde Gordolobo hasta la típica manzanilla. Con ella matar bichos no era difícil desde alacranes hasta arañas, e incluso ratones.

Recuerdo que en mi antigua casa había una estufa de leña que nunca utilizamos, recuerdo que había teléfonos que no requerían de luz pero si de la famosa compañía de teléfonos Mexicana, por eso cuando se iba la luz si había teléfono para quejarse con la comisión. En esos tiempos adquirir una cámara de video era una novedad y tener una cámara fotográfica implicaba tener que ir a revelar rollos.

¿Quién soy? Es algo que no me atrevería a responder por aquí y Qué soy… aún lo sigo pensando…