Nota del autor: Atención, las siguientes imagenes pueden ser ofensivas o de caracter fuerte para quien lo ve, es una reflexión sin embargo mantenga lejos del monitor a aquellas edades sensibles, y por respeto a las ideologías, debe saberse que solo es una opinión dentro de este blog, cualquier queja o comentario es bienvenido.
Mis estimados lectores, hoy por motivo del mes del niño traigo para ustedes una reflexión de entre todas las cosas, una sobre los niños. Yo la verdad no se que son exactamente los niños, yo fui uno de ellos ya hace años, hice mis travesuras como todos, y jugué e imaginé muchas cosas como la mayoría, más ese pequeño espacio en las estadísticas nos dice que un porcentaje de niños en el mundo de ahora en que vivimos, no disfruta de estos años tan importantes y dorados como son la niñez, en la niñez se forjan nuestros pensamientos, el carácter cuando vamos creciendo, se nos añaden responsabilidades y es sin duda la etapa que nos definirá como adultos, pero OJO, eso no quiere decir que porque son niños los vamos a tratar como adultos o juzgar como adultos.
El tema que traigo para ustedes es el maltrato infantil ¿podrán creer ustedes que hasta 1962 la temática del maltrato infantil apenas fue planteada dentro de la psicología? suena difícil de creer.
El maltrato infantil es un problema que radica en la sociedad no solo de este país, si no es a una escala internacional, está presente en todos los sectores y clases sociales porque la violencia hacia un menor no escatima en gastos, ni es indiferente a la pobreza. Los factores que lo causan son de varias índoles que es muy difícil determinar una sola causa para este mal. Tiene causas que pueden ser interactuantes y de diferentes intensidades llegando incluso a la muerte del menor, del cual, compromete su educación, su integridad física y mental, así como su formación hacia la adultez y su condición psicológica, lo que finalmente su desenvolvimiento social, y su formación tanto personal como profesional y social.
Lamentablemente existe porque permitimos que exista, esto debería ser de interés no solo comunitario si no social, ético, moral y de responsabilidad legal, en el cual somos responsables de asumir una actitud activa en contra de este problema, sin embargo hablando de la cotidiana realidad los primeros organismos que deberían responder al llamado de ayuda son en realidad quienes, en la mayoría de los casos, no ofrecen la ayuda adecuada y a tiempo, todos aquellos que de un modo u otro tienen o han tenido protagonismo en esta problemática saben de la existencia de una enorme desproporción entre las necesidades para un eficaz abordaje a esta problemática y los limitados recursos que el Estado (municipio, provincia o nación) ofrece a tal fin. También suele angustiar la asimetría entre la urgencia de acciones que demanda un caso y el tiempo que el Estado suele tomarse para "encontrar" la respuesta. Es habitual entonces que, ante la falta de una solución acorde a la urgencia o necesidad planteada, la ayuda llegue de parte de organizaciones no gubernamentales, de fundaciones, de profesionales independientes y aún dependientes de organismos oficiales pero que intervienen en forma particular, o peor aún, que esta ayuda no llegue nunca como suele ser en un porcentaje de estos casos.
El maltrato infantil se define como una acción que pone en peligro la vida del niño así como cuando es maltrato física, mental o emocionalmente, de estos abusos que perjudican la integridad del niño en cualquiera de sus características. Esta generalmente es infringida primariamente por los padres de este, siguiéndole los tutores, padrastros, padrinos, tíos, y familiares generalmente cercanos a la familia, así como personas que están a cargo de los cuidados del menor. Las causas varían desde el maltrato y abuso hasta la omisión y negligencia de quien está a cargo.
Se considera que existen 4 tipos de maltrato:
Maltrato físico es cualquier lesión causada al niño como consecuencia de golpes, tirones de pelo, patadas, pinchazos propinados de manera intencional por parte de un adulto. También están los daños causados por castigos inapropiados o desmesurados. Es difícil distinguir cuándo termina la imposición de la disciplina mediante castigos físicos "razonables" y cuándo comienza el abuso. Quien utiliza el castigo físico argumenta que lo hace como último recurso, cuando otras alternativas correctoras menos expeditivas (y que entrañan mayor esfuerzo por parte de los padres), como las explicaciones y otros castigos o amenazas menores han demostrado su ineficacia. No tiene intención de lesionar, sólo pretende corregir una conducta inadecuada. Pero, con la excepción del "pequeño azote a tiempo"(considerado por muchos padres como necesario, aunque pervive el debate social al respecto), que es disculpable sólo cuando el niño se muestra refractario a cualquier otra forma de corrección, el castigo físico es un atentado contra la dignidad y la autoestima del niño, y puede causarle graves daños emocionales.
De hecho hace algunas décadas el castigo físico se consideraba muy correcto para la corrección temprana de una conducta inadecuada puedo citar como ejemplos de allegados a mi e incluso de mis progenitores, que antes solían lanzarte cualquier cosa que tuvieran a la mano fuera la sartén caliente, los escobazos, las tazas de café con todo y café hasta los productos de baño, también algunos tendrán por conocido que era efectiva la típica vara o el palo de la escoba o trapeador, también a mano desnuda o con un tablón, más no es solo en el hogar donde se aplicaban practicas correctivas a mis años cuando fui niña utilizaban la regla para castigar a los que hablaban, o la humillación de sentarte en el lugar destinado a los ¨burros¨, y lo más desesperante quedarte sin recreo más no tan grave comparado. Actualmente algunas iglesias siguen optando por practicar este tipo de correctivos, sin embargo como mencioné anteriormente, si se aplica un castigo muchos de los encargados a corregir una conducta suelen excederse, lo que culmina en daños tal vez irreversibles para el niño o niña.
El abuso emocional es el maltrato psicológico que una persona ejerce sobre otra. Este tipo de maltrato comprende actitudes, acciones y palabras, como las humillaciones, los insultos, los gestos de desaprobación, el aislamiento, la descalificación personal, las codependencias, etc. Al igual que cualquier tipo de abuso, el abuso emocional es una forma de violencia y agresión. Además, es un proceso constante que, con el tiempo, deteriora nuestra autoestima e imagen personal. Los que alguna vez fuimos niños sabemos que la severidad de las palabras de alguien a quien contamos como ejemplo y nunca queremos defraudar suelen ser más duras de lo que son, o al menos lo percibimos así. Un regaño para llamar la atención está bien, hablar claramente y tener una amplia comunicación son mejores herramientas antes que la violencia y la humillación, sin embargo los que estamos a cargo de ellos no solemos pensar así, es más fácil aplicar un correctivo sin lección que dar la lección correcta a un niño, no tengo hijos no sabría qué tan difícil es, pero si he cuidado menores de todas las edades y suelen ser más susceptibles a no tomar las cosas en serio lo que dificulta que entiendan porque ciertas acciones o comportamientos no los deben realizar, no son adultos como nosotros, no sostendrán una charla responsable y seria porque simplemente ellos no han madurado aún. Son niños. Se puede recurrir a lecciones más civilizadas, como negarles cosas, si, a veces los niños suelen ser unos tiranos pero deben comprender que los tiranos existen porque existe quien les haga ser así y les complemente la actitud. Sin embargo la humillación en un menor, las comparaciones entre hermanos o familiares, la actitud hacia denigrar la autoestima del menor, suelen ser más graves y desastrosas de lo que se piensa. Quien haya dicho que rocas y palos podrán romper mis huesos pero las palabras no, realmente no sabía lo que decía, porque en muchas ocasiones las palabras logran traumar a una persona de por vida. Palabras como ¨no sirves para nada, estas gordo o gorda, estas demasiado flaca, eres un burro, nunca serás como tu hermano o hermana, ojala fueras así, el mundo estaría mejor sin ti, vete y no vuelvas, nadie te querrá, nadie te aceptará, no eres nadie, te odio, etc¨ son en su mayoría palabras que culminan con la propia autoestima y generalmente conllevan desde traumas severos hasta traumas que imposibiliten su desarrollo normal y son los que comienzan por ponerles barreras personales a los menores.
Otros tipos de maltrato emocional incluyen rechazar por completo los gestos cariñosos del niño o niña, sus expresiones espontaneas, sus iniciativas o no incluirlo en actividades familiares, otro ejemplo es aterrorizar al menor con castigos duros o extremos, con un siniestro, creando en él una sensación de constante amenaza, existe también el ignorar al menor ya que el padre se preocupa antes por si mismo que por el menor y muestra su falta de disponibilidad hacia él, luego esta aislar al menor, es decir privar al niño de establecer relaciones sociales y finalmente someter al niño a un medio donde prevalece la corrupción es decir impedir su normal integración reforzando pautas de conductas antisociales.
Luego está claro el maltrato por negligencia, en esta se priva al niño de los cuidados básicos, aún teniendo los medios económicos; se posterga o descuida la atención de la salud, educación, alimentación, protección, etc. y es yo creo la más notable que se supone no solo los organismos, sino también la constitución está obligada a hacerse cargo. Muchos niños en casa no importando el aporte económico, mueren por estas causas, hace creo meses el caso de la niña Paulette Guevara, fue el más sonado últimamente, muchos de estos casos se deben a la falta de responsabilidad o de conocimiento del tutor para cuidar a un menor, podemos encontrar entre ellos a las mujeres menores de 18, a los varones menores de 20, o padres que cuidan a niños con enfermedades mentales.
Finalmente el abuso sexual, que sería en mi opinión lo más lamentable que puede hacérsele a un niño ya que implica quitarle algo que puede ser lo más valioso para él y es su inocencia.
El abuso sexual es toda acción de tipo sexual impuesta a un niño por un adulto o por una persona mayor que él. Algunas de sus formas son: manipulación del menor con fines pornográficos, someterlo a que observe actitudes sexuales, hablar sobre temas obscenos, mostrar o tocar genitales y penetración sexual (violación o incesto.). El abuso sexual no necesariamente es una violación. Las personas que hacen esto no necesariamente son desconocidos, ya que como muestran las estadísticas las personas que cometen violación hacia un menor son en su mayoría personas conocidas por la familia, o la familia misma que no solo se han ganado la confianza de los conocidos y/o familiares del menor si no que también del menor mismo, estos suelen aterrorizar o amenazar al menor para que cumplan con lo que piden, si el menor se negara utilizan la fuerza y maltratos físicos para obligar al menor. El abuso sexual cometido por un miembro de la familia (papá, mamá, abuelos, primos, etc.), con quien la víctima siente un profundo compromiso afectivo y lealtad suele manipular y chantajear a la víctima con el propósito de que esta no revele el abuso, convenciéndola de que si habla desatará una crisis familiar. Es muy importante tener presente que cuando el abusador es un adulto conocido, el abuso no es un episodio aislado sino, un proceso que se desarrolla en el tiempo. En un principio el abusador manipula la confianza que el niño/a le tiene y, a través de la seducción (regalos, premios, preferencias, etc.), lo incita a participar en actividades sexuales que el abusador muestra al niño/a como juegos o comportamientos que ocurren normalmente entre un adulto y un niño. De manera paralela, el abusador impone al niño la ley del silencio a través de amenazas y chantajes del tipo "si tu le cuentas a tu mamá, ella se morirá de pena" o "si alguien sabe a mí me llevarán preso y tú te irás a un orfanato". Así, garantiza que el niño/a guardará el secreto.
Además, utiliza con el niño/a un discurso denigratorio con el fin de descalificarlo/a y culpabilizarlo/a de lo que está ocurriendo.
En esta realidad, el niño/a queda atrapado en un sistema relacional muy confuso y contradictorio ("te quiero, pero abuso de ti"), y va incorporando a su autoconcepto connotaciones negativas que el abusador le transmite. El niño/a empieza a sufrir una fuerte estigmatización, se siente sucio, malo, culpable, impotente y con una tremenda falta de control. Todo esto dificulta que el niño/a divulgue lo que le está sucediendo.
¿Cómo saber que el niño no está inventando el abuso? la respuesta es simple, no puedes saberlo enseguida, no, los niños, cuando describen un abuso manejan información que por su desarrollo no podrían conocer de otra manera. En esos casos, el niño ha sido sometido a la observación de contenido erótico o ha sido víctima de abuso. Por otra parte, los niños pueden llegar a inventar algo para evitarse un problema (por ejemplo, miento porque me saqué una mala nota), pero no mienten para ganarse un problema o castigo. Si negamos el abuso no sólo causamos un sentimiento de desprotección en el niño/a, sino que facilitamos el actuar de los abusadores. Pensar que los niños mienten, que el abuso es poco frecuente, que sólo lo sufren las niñas, que los abusadores son locos o de apariencia peligrosa, o que no ocurre dentro de la familia, son mitos que sólo evitan que nos enfrentemos a una realidad dolorosa y traumática que, a pesar de no ser fácil afrontar, es muy necesaria para la protección de nuestros niños. Debemos estar atentos a cambios en el comportamiento de los niño/as como agresividad, inhibición o sensibilidad extrema, desconfianza, problemas en el dormir, baja en el rendimiento escolar, desinterés o rechazo inexplicable frente a los estudios, inusual mal comportamiento en clases, miedo a los adultos, etc. Otro indicador es la aparición de conductas sexuales que no guardan relación con la edad del niño o cuando éste maneja información que no puede haber aprendido por sí solo. Hay que poner atención a los juegos, por ejemplo si realizan actos sexuales entre muñecas, y a los dibujos que realizan en casa o en el jardín. También pueden surgir conductas de masturbación compulsiva que interfieran con sus actividades. Los niños abusados están expuestos a una realidad que no pueden integrar, lo que los lleva a reflejar en comportamientos o comentarios las vivencias que les están ocurriendo.
¿Cómo se debe actuar si un niño es víctima de un abuso? Pues aquí lo más importante es la reacción del padre, Es muy importante guardar la calma y no sobre reaccionar o desesperarse, ya que la reacción del adulto es un factor de gran importancia para la reparación del niño/a. Si está muy perturbado, deténgase un momento a organizar sus ideas antes de hablar con el niño/a. Explíquele que usted está perturbado por lo sucedido y comprende que él también lo esté. Siempre debe creer lo que el niño/a relata y nunca debe dudar de él. No lo presione a hablar, pero dispóngase a escuchar cuidadosamente lo que quiera confiarle. Haga énfasis en que el abusador es el responsable y no él. Felicítelo por haber confiado en usted y asegúrele protección.
¿Y se preguntaran porque los menores son los más susceptibles a cualquier tipo de abuso?
Sucede que son las criaturas que nacen siendo puras, nacen indefensas y son tan inocentes que es muy fácil manipularlos.
Historia del maltrato infantil e infanticidio.
Diversos historiadores coinciden en señalar que durante siglos los niños fueron criaturas muy susceptibles al abuso parental e incluso medidas más drásticas aún. Durante siglos los niños eran vistos como propiedad de los padres o del estado, por ejemplo la ley romana le adjudicaba pleno poder al padre sobre el destino de su hijo: este podía matarlos, venderlos u ofrecerlos en sacrificios.
El infanticidio era materia muy común y rutinaria en países tales como Egipto, Grecia, Roma, Arabia y China. En la edad media la situación no era mucho mejor, en muchas ciudades de Europa la pobreza era tal que los niños se convertían en un gasto oneroso para los padres, lo que motivaba a muchos de estos a abandonarlos o mutilarlos. Durante la revolución industrial, los niños de padres que provenían de estratos bajos de la sociedad, solían ser obligados a trabajar en tareas pesadas. Frecuentemente estos eran golpeados, no se les daba de comer o se les sumergía en barriles de agua fría como castigo de no trabajar con más rapidez y afán.
A finales del siglo XVIII comienzan a notarse ligeros cambios que conducen al reconocimiento de los daños psicológicos de este tipo de abuso. En 1959 se establece la declaración de los derechos del niño, y en 1989 la convención de los derechos del niño, dichas normas recogen los principios mínimos que deben ser garantizados a las personas menores de 18 años. Así la preocupación por los derechos del niño transciende la preocupación local e interno y se ha convertido en los últimos años en una preocupación internacional. En 1962 la temática del maltrato infantil comenzó a ser estudiado de una manera sistemática, en este año Kempe y colaboradores delinearon las características clínicas y las repercusiones de lo que ellos llamaron "el síndrome del niño maltratado". Es aquí cuando realmente se inicia la investigación rigurosa de uno de los tipos de abuso más repulsivos y frecuentes que se da dentro del seno del hogar.
Dimensiones respecto al problema
El maltrato infantil es un problema escondido en muchos países, debido a que no se cuenta con datos ya que el tema está cargado de vergüenza y negación. No obstante, el maltrato infantil es un problema en los países tanto desarrollados como en desarrollo.
Son muchas las razones que inducen a creer que el maltrato y descuido de menores se tornará todavía más común a medida que los países hacen la transición de economías reglamentadas a economías de mercado más abiertas y con menos estructuras para el bienestar social. Debido a que el crecimiento urbano recarga los servicios médicos y sociales ; debido a que las mujeres ingresan al mercado de trabajo cada vez en mayor número ; y debido a que por diversas causas más familias se ven desplazadas se sus hogares y su entorno cultural. Este problema se presenta a lo ancho y largo de nuestro país, cualquier niño sin discriminación de edad, sexo o condición socioeconómica puede ser víctima de maltrato infantil en cualquiera de sus formas. En nuestro país no se registran estadísticas ni estimaciones confiables sobre las diversas formas de violencia doméstica hacia los niños y adolescentes, por lo que nuestra realidad actual no nos permite manejar datos cuantitativos representativos sobre el maltrato físico o el abuso sexual. Las estadísticas mundiales revelan que más del 60% de los niños que sufren maltrato pertenecen a la edad escolar, a pesar de ello sólo entre el 5 y el 15% de los casos denunciados provienen de maestros, profesores o docentes del sistema educativo en general. En el ámbito escolar en particular los obstáculos que impiden la denuncia incluyen entre otros: falta de información suficiente para saber como detectar y denunciar casos de maltrato; temor a las posibles ramificaciones legales que pueda traer aparejada la denuncia o a las consecuencias.
(Debo añadir que en algunos casos la causa del infanticidio es la cultura en la que se vive, por ejemplo en algunos paises asiaticos por la cantidad de personas que habitan el país se recurre a medidas para evitar que crezca asi más la población entonces los padres que llegan a tener niños deben pagar una especie de impuesto no solo por los niños que tengan sino tambien porque si llegan a tener niña deben pagar los niños que la niña pueda tener en un futuro dado, suena entonces caro tener una niña y por eso muchas familias se deshacen de las bebes para evitar pagar esto, incluso porque en la cultura también se tiene a las mujeres como menos que los hombres, aquí en esta imagen se ve un hombre que avienta una bebe desde el piso de su departamento, la cual es salvada por un oficial)
Ahora pregúntese, ¿quién es la persona que abusa y por qué lo hace? bueno estas acciones están asociadas a una repetición de algo que ellos vivieron cuando menores, son un ciclo por así decirlo, abusador-abusado-abusador, un grupo importante de padres que maltrata o abusa de sus hijos han padecido en su infancia falta de afecto y maltrato. Esto suele asociarse a una insuficiente maduración psicológica para asumir el rol de crianza, inseguridad y perspectivas o expectativas que no se ajustan a lo que es de esperar en cada etapa evolutiva de sus hijos. Como señala Kempe, estas características psicológicas en sus padres, son un importante potencial de maltrato. De tal forma que cualquier pequeño hecho de la vida cotidiana, todo comportamiento del niño que se considere irritante, si encuentra a su progenitor en situación de crisis, con escasas defensas anímicas y con dificultades para requerir apoyo externo, pueden desatar la violencia. En algunas ocasiones el abuso es entre los mismos menores, se dedican a identificar quien es el más débil o presa de burla y se dedican a aprovecharse del menor, el hecho de que un menor abuse de otro proviene del ambiente familiar en que se desenvuelve, los niños repiten lo que hacen los padres, por lo que los niños que han sido maltratados o abusados en su casa tienden a repetir estas acciones a manera de desquite con otros niños. Lo cual gravemente a veces conduce a la muerte, este fenómeno tiene nombre del llamado ¨Bullying¨, y actualmente ha sido muy difundido por video aficionados.
Resumiendo factores estos son:
1. La repetición de una generación a otra de una pauta de hechos violentos, negligencia o privación física o emocional por parte de sus padres.
2. El niño es considerado indigno de ser amado o es desagradable, en tanto las percepciones que los padres tienen de sus hijos no se adecuan a la realidad que los niños son, además, consideran que el castigo físico es un método apropiado para "corregirlos" y llevarlos a un punto mas cercano a sus expectativas.
3. Es más probable que los malos tratos tengan lugar en momentos de crisis. Esto se asocia con el hecho de que muchos padres maltratantes tienen escasa capacidad de adaptarse a la vida adulta.
4. En el momento conflictivo no hay líneas de comunicación con las fuentes externas de las que podrían recibir apoyo. En general estos padres tienen dificultades para pedir ayuda a otras personas. Tienden a aislarse y carecen de amigos o personas de confianza.
Causas y efectos del menor maltratado:
Causas
1. Se presenta cuando el agresor en su infancia fue agredido por sus padres o tutores, de la misma forma que lo hace ahora con sus hijos, en donde estos pueden llegar a convertirse en adultos sin afecto.
2. Incapacidad materna y/o paterna para asumir la educación y responsabilidad de los hijos.
3. Por problemas de salud en los primeros años de vida del menor.
4. Por alcoholismo y/o drogadicción en los padres.
5. Por desempleo.
6. Desintegración familiar y falta de comunicación.
7. Familias extensas o numerosas.
8. Por lo general la agresión hacia los menores es por parte de la madre debido a que pasa mayor tiempo con estos.
9. Embarazos no deseados.
Efectos
1. Además de lesiones, cicatrices de diferentes épocas que han tornado al niño temeroso y suspicaz, encontramos una dificultad para establecer relaciones interpersonales profundas y estables.
2. Los sentimientos de estima personal no se desarrollan adecuadamente toda vez que se acepta el maltrato como algo que se merece por sus incapacidades.
3. Ante el maltrato los niños pueden responder con un comportamiento pasivos de aceptación, se les observa tristes y sumisos, o con un comportamiento rebelde y agresivo, esta agresividad suele dirigirse a otros niños.
4. A nivel intelectual estos niños suelen presentar un retardo en su desarrollo y dificultades en el aprendizaje, esto es resultado de una pobre estimulación o desinterés de los padres en la educación de su hijo y, en parte, por temor del niño maltratado frente a las consecuencias de un nuevo posible error o fracaso.
Al hacer un analisis de esto, deberiamos pensar en luchar por aquellos que no pueden defenderse ni cuidarse por sí solos...
A continuación un video que me gusto mucho para este tema.