Destinatario

Estas son sólo notas de olvido, recibos injustificados, cartas de silencio y telegramas melancólicos que una mujer de vena negra escribió.

jueves, 21 de abril de 2011

Hecho todo un búho


No puedo dormir… he tomado esta insana costumbre, agarrando el sueño como un horario estricto, pasando las horas hasta el día siguiente o dormir unas cuantas y otra vez, otro día con algunos bostezos y un deseo de hacer algo.

Me acuesto sobre mi cama siempre empezando por la dirección contraria, con suspiros y quejidos leves en mi letanía rumbo al inconsciente. Miles de proyectos sin iniciativa por parte mía… ¿por qué no consigo dormir?, podría echarle la culpa al señor alto de traje negro sin rostro asomado sobre mi ventana, a los ruidos y sombras del pasillo, a mis voces interiores, a las pesadillas de mi sueños que siempre se repiten y en los cuales siempre se qué hacer y cómo va a terminar, sigo esforzándome por cambiarlos sin embargo el resultado es el mismo. Aún entre mis sueños me detengo en segundos a analizar entre mi corazón agitado, mis ganas de escapar frenéticas y mis agresores detrás de mí, ideo cualquier forma de escondite de liberarme de ellos y todo termina igual con mis brazos cansados o no termina.


Despierto no dejo de mirar la esquina de mi armario sin puertas, a la mano como siempre un lápiz/pluma, la hoja en blanco y la idea en la mente, cuidando mi espalda de ojos curiosos y de peligros imaginarios, ¿por qué mi temor a ser asaltado en la noche? no sé, en algún momento confié mi mente a los viejos cuentos de misterio y terror que leía al secretario del Honorable Lord Byron, John Polidori, tal vez fue Goethe, o los umbrosos paisajes irreales de Maussapant, tal vez la insinuación mortuoria de Poe, considero que Dumas, Hawthorne, Raupauch o Stoker tuvieron que ver con mi mente en la niñez, también influyo otros ávidos relatos hablados y paisajes descritos de mis propias historias de miedo que utilizaba para asustar a mis compañeritos de recreo, dicen que aún escritor siempre le persiguen sus propios personajes, podría haber sido mi fascinación por los filmes de horror de payasos y muñecos vivientes, lo que sea ha dejado un temor enorme en mí, esa es la razón de que siempre quiera llegar al final de todo para convencerme en mi vigilia y en el mundo de los sueños que estos espectros no existen, otras reitero que debería temer más a los vivos que a los muertos, pero son tantos los sueños en que soy atacado por gente real y común, llámesele ladrones o asesinos, que ya temo a los dos por igual. Asesinos cuando duermo y fantasmas cuando no lo hago.


Considero que es bueno distraerse cuando se es presa de una paranoia incorregible, me pongo a dibujar siluetas femeninas y bustos desnudos de mujeres perfectas, aquellas de mis ayeres que me amaron como pudieron, otras recuerdo sus rostros llenos de desilusión afligidas por el adiós, en ocasiones me pongo a leer a mis autores favoritos como García Márquez, Rulfo, Falcones y Vargas Llosa, otras poemas de Sabines o los propios poemas de mis años dorados; todo sea por hacer caer los parpados rendidos en fatiga, y convencer a mi cerebro que miss ¨X¨ me aguardaría con su dorso a la luz de la luna a través del ventanal, o que tengo por amigo a Arnau, pensando en la soltería y los libros de la señorita Somerset y propugnando por justicia para los habitantes de Uchuraccay, esto es mejor que cualquier monstro real o imaginario, mas no son las sombras y las voces lo único que me asalta también mis propios y desconocidos irracionales temores podría mencionar las cucarachas y las arañas, hace años fui mordido por una, me dio algo de fiebre y la vena en que había sido mordido solo presentaba dos orificios para cada colmillo y un color morado que ascendía cada día que observaba mi pierna, nada paso a mayores; por cierto debo agregar ¿sabían que las arañas poseen 3 uñas en cada pata? razón de que puedan treparse muy bien ¿no creen?

Ahora cuando ha pasado la noche y el día me apunta para mis deberes, pobre de mí si no hago nada, creo que hacer nada es el peor suplicio para quien piensa constantemente en cada segundo del día, ya que si no son las voces de desconocidos, son las llamadas y mensajes de mis memorias, aquellas mujeres que se han ido de mí, que deje y que a veces buscan solo oír de mi voz diciéndoles palabras que repongan su paz y el aliento en sus bocas, pero oír de ellas es revivir de nuevo el dolor y la perdida. Daría por ellas más ver sus ojos, solo eso me deleita ver de ellas, lo demás no es un misterio. Si eso no me permite concentrarme, queda para mí, la satisfacción de ponerme a crear oleos, ahí invierto toda mi imaginación y nada de cerebro a pensar, calcular cada trazo, nada tiene porque salir perfecto, eso es belleza.


Salgo a despejarme en ratos si nada de lo anterior funciona, sentarte y echar la cabeza hacia atrás y ver las hojas moviéndose casi con un rítmico danzón al viento, te permites pensar y preguntarte por cosas poco importantes que para nada estresan, otras es salir y oler el aire en octubre, las lloviznas de noviembre, el hielo salado de enero, o los sofocados aromas de abril, cuando se digna a abrirse la flor.


Finalmente llega la noche es momento de hacer lo posible por agotar tus fuerzas y sucumbir al sueño, porque después de todo… es más seguro temer en un sueño y saber que lo es que temer a tus imaginaciones en vigilia.

Diría un aplauso por Descartes y porque siempre siga siendo un cuadrado lo mismo en sueños que en vigilia, y otro para Morfeo… con quien siempre me llevare de buenas…

2 comentarios:

  1. ¿Me das permiso de citar este fragmento "nada tiene porque salir perfecto, eso es belleza." en mi blog??? Ya sabes, siempre cito la fuente.

    Besos, que bello post.

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  2. Claro que sí, saludos Karla y Gracias Atte: TPR

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