Que no se les ocurra mandar ¨Mails¨ a los difuntos ni dulces de ¨Halloween¨, no hay más bonita tradición nacional que llevar el característico Pan de Muerto, las Calaveras de Azúcar, la Flor de Cempazúchitl, la Sal y las Veladoras. Se acerca el tiempo de honrar a nuestros fieles difuntos, el tiempo para recordar las memorias y las enseñanzas que nos dejaron aquellos que ya se fueron, convivir con la familia y que las almas de los difuntos reciban las oraciones y las mejores de nuestras pláticas y anécdotas sobre ellos, por lo menos un día los podremos sentir vivos entre nosotros...
Como algunos sabrán la tradición del Día de Muertos tiene un origen mucho más antiguo que los propios festejos de nuestro vecino país y poseen un significado más rico. La creencia de las antiguas civilizaciones en México destaca en que el individuo cuando fallece su espíritu continúa viviendo en Mictlán lugar donde residen las almas que han dejado la vida terrenal, este recinto no tiene nada de tenebroso puesto que es un lugar de reposo hasta el día en que retornan a sus antiguos hogares y visitan a sus parientes, no malinterpretan, aunque durante esta visita no suelen verse, se sienten mutuamente. Las festividades eran presididas por la diosa Mictecacíhuatl, conocida como la "Dama de la Muerte" (actualmente relacionada con "la Catrina", personaje de José Guadalupe Posada) y esposa de Mictlantecuhtli, Señor de la tierra de los muertos. Las festividades eran dedicadas a la celebración de los niños y las vidas de parientes fallecidos. La forma en que se celebraba el día de muertos en los tiempos Prehispánicos era muy distinto del de hoy en día, esto se debe a la transformación cultural que sufrió México después de la invasión. Cuando llegaron a América los españoles en el siglo XVI trajeron sus propias celebraciones del Día de Muertos cristianas y europeas, donde se recordaba a los muertos en el Día de Todos los Santos. Al convertir a los nativos del nuevo mundo se dio lugar a un sincretismo que mezcló las tradiciones europeas y prehispánicas, haciendo coincidir las festividades católicas del Día de todos los Santos y Todas las Almas con el festival similar mesoamericano, creando el actual Día de Muertos.
El calendario ritual señala dos ocasiones de llegada para los muertos y cada una es motivo de evocación memorial y alegría, no tiene porque ser motivo de tristeza la visita cordial de los fieles difuntos, esta milenaria celebración varía en cada región siendo el 1 de noviembre en que se honra la memoria de los niños fallecidos y el 2 de noviembre se honra a los adultos muertos.
Se prepara el característico altar en los hogares con tiempo de anticipación, se preparan ofrendas, mientras que en el cementerio o en el lugar de descanso del cuerpo del difunto, durante día y noche se pronuncian las oraciones y justo en la noche se vela por los difuntos acompañados de música. Altares y ofrendas suelen ser variados pero se encuentran siempre los elementos característicos, teniendo entre estos los siguientes:
- Tierra: se encuentra representada por los frutos que se colocan que alimentan a las ánimas con su aroma.
- Viento: Se representa con el movimiento de algo ligero, y es generalmente el papel picado que ornamenta el altar que suele tener figuras alusorias de esta bella fecha.
- Agua: un recipiente para que las ánimas calmen su sed después del largo camino recorrido para arribar al altar.
- Fuego: Una vela por cada alma que se recuerde y una por el alma olvidada.
- Sal: Que purifica el copal para que las ánimas se guíen por el olfato.
- Flor de Cempasúchitl: También llamada flor de 400 pétalos, se riega desde la puerta hasta el altar para indicar el camino de las almas puesto que su color representa la luz de los rayos del sol.
- Cruz de tierra: Para recordarle su fe, ya que el Miércoles de Ceniza se le dice la frase: "Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás", con lo que se le recuerda que regresa a la tierra de la que salió.
- Retrato de la persona recordada: El retrato del difunto sugiere el ánima que los visitará la noche del 2 de noviembre.
En el altar siempre se encuentra un familiar esperando la llegada para demostrarle su respeto y compañía.
Este festejo es hoy en día Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad declarado por la Unesco. Yo abogo por la idea de que aunque la tradición no está formalmente amenazada, su dimensión estética y cultural debe preservarse del creciente número de expresiones no indígenas y de carácter aún más comercial que tienden o pueden afectar su contenido inmaterial. Por eso considero importante no mezclar, no olvidarte que aunque pidas tu calaverita, debes honrar a tus difuntos.
Yo por lo pronto ya recibí de anticipado mi visita, mi abuela por el lado materno, ella se podría decir que fue la única Abuelita que conocí, ya que mis otros abuelos fallecieron antes de que naciera y mi abuelo por el lado paterno no me reconoce como su nieta, así que ella se podría decir que es lo más cercano que tengo para honrar en estas fechas; hace algunos días la soñé, francamente había olvidado la fecha en que falleció que fuera hace como 3 o 4 años, un 18 de Octubre, y al verla en mi sueño me recibió en su casa, se veía tan sana justo antes de que la enfermedad le hiciera estrago en sus ojos y su complexión, estaba feliz y sin duda es de los mejores sueños que me han tocado al dormir, así que ahora que ya recuerdo que día fue, de igual manera aunque se me dificulta salir a honrarla voy a platicar con ella la noche del 2 de noviembre, tal vez aún tengo mucho que decirle... o muchas cosas bonitas que recordar.
Espero tengan un tradicional y bonito fin de semana.
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