La mujer que yo solía amar en mis mejores días
tenía caderas fornidas y un carácter fuerte
no se dejaba de nadie, era muy valiente
y un día sin más se fue llevándose mis alegrías
Se fue y detrás de ella mis canciones e historias
pienso que fue el que yo fuera diferente
seguramente porque no era yo suficiente
y se marcho dejándome solo copas vacías
En la puerta quedaron sus huellas al marchar
con su voz que aun recuerdo me cantaba
tierna y vacía como el hueco en mi vida
quedo el eco desaparecido de este hogar
Me dolió como duele el puñal en el costado
como duelen los viernes sin bebida
tanto me destroza y debilita su partida
que en homenaje me arrastro solo y desolado
Esa mujer no conoció, ni conocerá de amores
Esa mujer no conoció, ni conocerá de amores
siempre que se lleve con ella solo desprecios
pero la amé cual fue por sus hermosos ojos
por su carácter y su debilidad del todo sublime
Hoy que la llevo en mis memorias para escuchar
dentro de mi romperse recovecos de dicha
hoy las lagrimas me nublan, mi juicio pisan
ella fue diosa, maravilla y deseos de amar
Hoy es la última copa de tequila
la última estrella de la noche
el último botón que desabroche
el recuerdo de mi felicidad ida.
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