Destinatario

Estas son sólo notas de olvido, recibos injustificados, cartas de silencio y telegramas melancólicos que una mujer de vena negra escribió.

martes, 1 de marzo de 2011

Saltar

- Tengo miedo, mucho miedo a saltar.
- ¿Por qué?
- Por qué todo es inseguro, incierto, relativo... por qué conosco las consecuencias
- ¿Entonces?



Me acerqué profunda a la orilla
una señora hablaba en la esquina
el sol era un quejo, mi mirada perdida

Sentí inclinarme muy cerca, muy cerca
tanto que no me detendrías a la fuerza
no te diste cuenta cuál grande fue mi tristeza

Tus palabras son de alivio, tu alegría gigantesca
tus preguntas son ovillos que llegan a mis orejas
pero te vuelves tan grande, risa recia y discreta

Hoy en este borde yeyúno, vacio reborde
me inclino a encontrarme al destino acorde
no lo notaste iba a saltar, mi idea era el resorte

Yo no sabía cuando llegarían las soluciones
pero algo dentro de ti moría de emociones
por eso me conociste a mi y mis expresiones

Iba a saltar muy cerca sin darme cuenta
de que tu no mirabas el cielo o las estrellas
me mirabas fijo y quedo esperando respuestas

Caminé por el techo del edificio más vacio
el aire que soplaba era un estribillo en el oído
temiste que nos oyeran como si fueramos niños

Un avión cruzaba el cielo, seguía mi desconsuelo
me senté al lado tuyo, me senté sin pensamientos
fueron varias ocasiones, no recuerdo los momentos

Pero al final todo valió la pena, yo no salté desde el techo
si no que descubrí por suerte mía lo que habia en tu pecho
entonces todo cambio y es mejor, ahora todo es verdadero

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