Estas son sólo notas de olvido, recibos injustificados, cartas de silencio y telegramas melancólicos que una mujer de vena negra escribió.
domingo, 20 de marzo de 2011
Estuve...
Estuve largo tiempo meditando, a veces en el vacío de mis memorias, de mi oquedado corazón, en el tiempo en que podía pensarse en todo y en nada al mismo tiempo, siempre tuve dudas y siempre las tendré, carezco de verdades como otros lo han carecido; así fue luengo el tiempo, un adusto polvo olvidado de las páginas en que me escribo, preguntandomé hacia dónde voy, cual es mi próposito...
Pasó el tiempo... las respuestas fueron vagas y cortantes, las penas largas y certeras, no concluía en nada y cuando por fín caía en cuenta de algo, aparecían nuevos artilugios, nuevas incertidumbres y más preguntas sin contestaciones, en una encrucijada de caminos donde ningún camino me llevaba más lejos, me encontré perdida en los mismos laberintos que pudieron perder a mil almas, y yo me quedé, no buscando una salida, si no pensando más allá...
El tiempo pasó, la continuidad nunca dió marcha atrás, me dejó como niña perdida enfrentada a cualquier piedra que rompiera mis ideas, combatiendo las flechas que atravesaban más profundo en mi corazón, me quede sola esperando un rescate que nunca llegó... desde entonces... el tiempo voló y mi alma se debilito al igual que mi cuerpo se degradó... no dio pie a retroceder y mis dudas se hicieron más complejas y más grandes hasta que la vida finalmente... se esfumó...
efímero, falaz, enigmático,
ResponderEliminar