I dream to remember,
i smoke to forget.
“Two fingers”-Jake Bugg.
Siento una revolución en el corazón,
mi
bondage firma la protesta,
el tratado de las milverdades me asesina,
la lengua es el juzgado que demanda
dentro de mi amor por ti la carta suicida,
¿Qué es el
new wave?- te pregunto mi vida.
No soy tímida, no soy valiente,
escribo si alguna vena me late silente,
escribo por si me decido a conocerte,
por si la fantasía sigue hurtando dientes
o por si sabe esas cosas que no sé yo,
¿Qué saben cinco años de heridas que palidecen?
¿Qué sabe el amor? ese tonto políglota,
glotón, meloso, egoísta y profanador.
Qué sabe él sino contestar con Nerudas absurdas
preguntas que no hay en mi
savoir.
¿Qué sabe un tonto que mintió en su dirección,
algo de la cabeza y no del corazón?
La cuestión es si no se ha rendido la patria ya,
si la casa no ha sido embrujada con pasados,
postigos de exorcismos de tu nombre,
cuerpos enterrados con el olor de tu olor,
con la sombra de tus manos asomando mis noches,
con la sombra de tus noches inundándome hoy.
Ve a saber, si la lejía de tu nobleza
no ha dejado su salitre en mi pobre corazón,
porque el veneno de la bondad,
debes saberlo,
es un fenecer a largo plazo
en un contrato implícito que alguien llamó amor.
¡Oh cruel pleitesía, metalurgias y argosomas!
porque en el festival de las milfascies,
la mía es una máscara de cabrona,
que tiene cara de una loca que te quiere,
y que te ama como loca y como sólo la locuacidad
[comprende].