Destinatario

Estas son sólo notas de olvido, recibos injustificados, cartas de silencio y telegramas melancólicos que una mujer de vena negra escribió.

viernes, 15 de octubre de 2010

¡Ah llorona no quiero penar!


Ya no quiero verte en mis sueños, ¿me has escuchado llorona?- Desde aquella noche que me perdiera entre murallas y ruinas de la vieja ciudad ya no pude abandonar su imagen escabrosa y su petrificante llanto, mas sin embargo por mas escabrosa que fuera su imagen, esta figura arborescente de luz opalo desprendia de su cuerpo y su rostro una sensualidad y belleza que suele acompañar las visiones miticas. Ya llevaba kilometros de carretera caminando, llevaba noches sin dormir, solo caminando como si ese fuera el motor que le impediria a la muerte alcanzarme, ni el frio desierto ni el quemante sol detendrian mi afan, pare entonces en la noche siguiente del ultimo dia del mes de octubre, la ciudad habia sido abandonada segun las lenguas por que a ella solo se podia tener acceso por un puente que constantemente era derribado en los tiempos de monzones, por lo tanto proteccion civil decidio evacuar a las personas por la ineficacia de las reparaciones constantes y por el hecho de que en aquel islote no se podia vivir, nada crecia en esas tierras, pero cuando llegue y al asomarme al caudal seco del rio, dicho puente estaba en perfecto estado, pense entonces que serian solo rumores, camine y me instale en la primera casa segura que vi, me tendi sobre la hamaca improvisada lejos de los habitantes indeseados como tarantulas o alacranes, de repente ya no supe si seguia despierta o soñaba, es el lapso en que pareces perder el sentido de la temporalidad y poco discierces si es un subconciente o la realidad tal cual, un llanto penetrante llego a mis oidos desde lo lejos del pueblo, sali pensando que seria algun malhadado viandante que estaria en extremo ultimo de fenecer, tome un forro donde llevaba botellas de agua, algo de comida y un botiquin que siempre habia sido mi costumbre cargar, segui los lastimeros gemidos caminando entre laberintos de muros destruidos, finalmente cuando diera vuelta en sentido dextrogiro de un poste que era la unica fuente de luz en todo este lugar, me encontre a la entrada de un camposanto, no era supersticiosa, pero siempre respete la muerte, me retire para volver por todo el tramo recorrido, pero ya no di con la casa donde estaba, crecio mi frustracion y me detuve de nuevo bajo el farol, nuevamente un eco lastimero inundo mis oidos, era extraño, el sonido salia del interior de mis oidos y no provenia del exterior, entonces crei que estaria soñando, sin embargo nunca soñe, nunca habia dormido, me apresure a evitar apariciones y me dirigi a buscar por las orillas el puente, camine bajo arboledas, otras tuve que subir rocas y finalmente divisaba el puente, mas fue mi sorpresa que el puente estaba destrozado, no quedaban ni los retorcidos fierros que lo sostenian, me senti bajo la influencia de un maquinador de pesadillas, soledad, oscuridad, miedo, empezaba a hiperventilarme, mis manos temblaron entonces escuche una voz.



-Mirame...


Me controle para asegurarme que no serian mis locas imaginaciones, no voltee y segui caminando buscando alguna forma de cruzar al otro borde. Regresaba por la arboleda de Sauces cuando a lo lejos una mujer con increibles y ropas cruzaba transversalmente mi curso, me detuve en seco, luego con cautela la segui, su cabello no era otra cosa que una mata negra de gran extension, no pude ver su rostro por la direccion en la que iba pero sus hombros eran tan blancos que poco se podia diferenciar de sus ropas, era de complexion delicada, la vi caminara por unos minutos de una forma nada comun, de pronto se volteo y su mirada, fue algo imposible de contar, lo que vi creo en mi un arrebato de ira, de odio, de melancolia mortal y de una pena interminable era como descender al abismo del alma, petrificar la sangre en el cuello y atarla para presionar sobre las nervaduras del craneo, ella habia desaparecido luego de mi desfallecimiento, pero al momento de mirarme una extensa vida que no era en absoluto mia, me poseyo, ya no era yo dentro de mi cavidad corporal, ya no era yo dentro de la realidad era ella viviendo todo de nuevo, las degracias y las terribles cosas que jamas imagine alguien podria cometer


o que ningun humano pudiese soportar como tortura una pena que inundaba ajena toda la extension de la economia corporal, pasado un rato indefinido realmente regrese a mi camino inicial, ya no estaba mas ella, pero todo lo que en su vida acontecio agrego a la mia años de desesperacion, de impotencia y de desastrozo olvido, todo eso me consumio tendria entonces menos de la mitad de una vida humana pero este mi encuentro me concedio llegar a la edad señil, ya no era yo definitivamente, y ahora cada vez que sueño no puedo evitar regresar a esa maldita ciudad de donde nunca sali. Hoy en la noche la soñe de nuevo y la maldije por nunca abandonarme por hacerme llorar con ella, por amarla en su condicion, por odiarla en su efecto, y dije con un resoplo de risa forzada y con los ojos arteriosos cegados de lagrimas


-ya no quiero verte mas en mis sueños llorona, ¿me has escuchado?, por que de verte acabare con esta tu morada, no importa si de morir a ese pueblo regreso en mi intento de salir por fin. Descansa solo por que pueda yo dejar de penar por ti con las mismas ropas.

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