Destinatario

Estas son sólo notas de olvido, recibos injustificados, cartas de silencio y telegramas melancólicos que una mujer de vena negra escribió.

martes, 19 de octubre de 2010

LSV

Qué manera mas agraciada ha llenado mis días que un beso, acto repentino que a pesar de saber que se aproximaba, paralizada, tal vez curiosa no me quite. Cual más hermoso momento que acto seguido de fusionar nuestros labios, se hubiesen fusionado dos almas, un querer besar mas a fondo, un querer desatar de caricias en el rostro, de tocar tu cabello y volverlo entre mis dedos un cariño timido. De tenerte tan cerca y perderte paradójicamente al mismo tiempo. Un hecho innegable de ocurrir, e ininterrumpido, cual quásar que desata un brillo visto en las mas perdidas gravedades del espacio, y que crece a medida que un calor inunda mi rostro hasta pasar a cada arteria de su proxima extensión. Un sello indefinido de tiempo, solo un pensamiento crece en el, y es el de querer más. Seguir juntos más. Como fumarola que escapaba de cada poro para expresar solo una cosa, y era la aceptación de esa persona. Entonces para que algo memorial perdure, termina, como una ventana al cielo que se cierra, ver el paraiso y saber que no se puede acceder a el, es un terrible abismo. En cambio durante una larga coversación mi mente se desvia a pensar en todo y en nada, porque pudo ser todo y terrible que ya no fuera nada. Durante las noches soñadas despertaba a mi astro a encontrarlo ahí todas las mañanas, y cuando atardecía cual emoción esperaba. Una cura para ambos, un quitar fronteras y vencer, conquistar. Tal vez los dos sucumbimos ante la batalla. Entonces todo cambiaba, nada alrededor parecía invadir mi realidad más que su mirada, podría entrar en ella y no encontrar fin en sus ojos, encontrarme rodeada de ternura de afecto, y sobrevoló sobre mí toda la inspiración que para mí hasta ese entonces desconocida volvió, volvió el yo que siempre busque en las esquinas de mis ojos, preguntandome donde estaba. Algo tan simple como una palma extendida a mi lado, y cual mujer de Ádan siendo yo su costilla, cuidada, protegida, a un lado de su corazón, vibrando con cada respiración suya, con cada latido suyo. La promesa de un mañana siempre desoló la idea del presente, un pasado convertido en esperanza. ¿Qué podía depender de nosotros en este viaje del tiempo? ¿Quién iba imaginar? Nadie. Mi luz vuelta realidad, mi fe. Pero sobreviene siempre más amar de lo que se debe, ¿por qué?, porque no hay otra forma de sentir, sin condiciones, libremente cual es libre el espiritú asi fue para mí, su rostro, su mirada, sus manos, mi santuario para vivirme de musa, mi único paciente incurable, el único que no he podido salvar de todos sus males. Pero él es así un universo extensible de decisiones divididas, como alguna vez dije, aún con la inspiración suspendida el periodo de latencia, que se renueva con la lluvia salina de sus ojos y con la algarabía de sus propias vertientes, él que se pierde, se evapora, se cicla a volver siempre y a no volver tal vez. El daltonico que piensa verde o rojo, pero no se decide por cual tomar bueno. Él que apoyado sobre su obra grita la vida, dicta la belleza. El de mi hombro, sustituyendo cada sustrato siempre yendo más a los profundo y resurgir siempre dentro de las llamas vivas, candelas fluorescentes de delirios, lastima que nunca se quedan. La que enviviendose por nunca cursar incertidumbres, mas certeza y entereza, ahora de eso no hay nada. Ocupando un cosmo vital surcando sensaciones táctiles, disfrutando del amar, del gustar, del besar, y como siempre del desear; fulminando almas en extensiones lejanas, atrayendo pléyades ha el sepulcro, siempre reuniendo. Y yo perdiendo mi forma humana, de humana ya no me queda nada y por eso he de darme a ser analcoreta, misántropa a virtualizarme en el cielo, en las hojas; sin restos, ni cicatrizes, con ninguno solo de los rencores, todos ellos han sido exhumados del entierro de mis fosas. Toda experiencia tan bien aprendida, toda iniciativa dada por terminada, solo dejando las cosas ser por lo que son y siempre han sido, naturaleza, el conjunto de las cosas que la conforman, así es como lo acepto. Está es la prueba de como la rosa pueda sobrevivir así sus inviernos, que marchita siempre puede volverse a vivir día con día. Viendo más alla de lo terrenal, de los sentires, así puedo recordar todo, así puedo deshacerme y acercarme, transmutarme, inmolarme a mis deseos de musa; no es parte de este mundo, es más que un sueño, que una interpretación fatalista. Batiendote entre vientos de tempestad, cayendo en picada a tus objetivos, pico de oro en procesión siempre adquiriendo lenguas, siempre experimentando sensaciones, que compruebas tu condición, compruebas tan bien tu condición, por eso siempre mio y no mio, y así quieres estar, surcando cielos, socorrido por otras ninfas, así será, trinando al aire sonidos lejanos de tus alegrías, de tus penas, y no habrá mayor satisfacción que robar cual sigilosa ladrona tu sonrisa, y nada más.





Núnca te aferres, porque de aferrarte ya no vuelas. Aprendiendo los recónditos pliegos de la vida; te volveras el tema de mis poemas, el tema de mi melancolía, una espera eterna y a la vez un partir infinito. Un hoyo negro tragandosé todo a su paso. Un viaje que arrasará mundos. Con aquel ayer regue mi alma de lluvia, me volví propiamente la Rosa Púrpura, siempre así, a donde sea que vaya la cura y el camino de la mano. No permito que un respiro más escape de tu alma, suspirar implica perderla, mejor respirala, bebela para atraparla que fugaz se nos va, respira profundo, trae calma a tu ser, solidez al corazón, eres silencio, conservate, eres ave, vuela sin aferrarte a tus raíces, sin cortarlas tampoco, salva las memorias, para salvarme a mí, en la canción extremeña, en el danzar colibrí, rebasamos el vaso, derramemos los lagos y estuarios de su lugar, hasta la presa reventamos.


En cada caminar así te he visto, y sin embargo sigo aquí tambaleando, siguiendo siempre adelante, como la única flor que ya no puede doblegarse, así continuo, pero nadie cuida de mis haces vasculares, dejando correr la savia, rompiendo mis paredes, y aún continuando. Despues, mucho despues de todo eso, cualquier cosa me perdió, si regresa la musa, regresaré yo.


TPR

2 comentarios:

  1. "Núnca te aferres, porque de aferrarte ya no vuelas"

    Una frase simplemente perfecta, la cual resume en mi opinión el eterno dilema en que muchos se encuentran y al que muchos más se dirigen, el aferrarme y no volar o soltarme y caer (paradójico en sí). Me gustó mucho tu manera de escribir, eres muy talentosa, leeré mas de tus escritos.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Robert, este escrito refleja la idea de abandonar la problematica de emprender una decisión, aún desconociendo sus efectos, puedan ser adversos, así tambien como aferrarse tal vez pueda ser contraproducente, gracias por comentar y leerme, por cierto aún espero la historia XD

    ResponderEliminar

En mi tiempo libre y no libre escribo, toda ventana aquí esta dispuesta a tus comentarios, comparto mis ideas, comparte tu opinión ;-)