Destinatario

Estas son sólo notas de olvido, recibos injustificados, cartas de silencio y telegramas melancólicos que una mujer de vena negra escribió.

lunes, 4 de octubre de 2010

De repente el día

TPR: ¡Es que no es justo!- Se recargo sobre el hombro de su compañero, solo unos cuantos individuos de toda la multitud reunida fuera de los laboratorios la escuchó
M: No digas eso, me haces recordar- Añadió con tristeza el amigo
O: ¿También tú? haber, ven cuentame que pasó
TPR: No, bueno, no sé, es que todo parecía muy bien en mi día y de repente, vino esto a mí, seguro me pensó, por eso lo digo.
O:Sientate conmigo
TPR: Si, no, espera ¿y el laboratorio?
O: Falta tiempo
TPR: Hoy en la mañana todo había salido perfecto, llegue a clases con tiempo, estuve relajada afuera viendo el lado mas oscuro del alba, y de repente lo recordé. Y sentí que era hora, que es tiempo de decir la verdad
O: ¿Qué verdad?
TPR: Si te contara se que no me creerías, pero cuando lo vives eres capaz de hacerlo, yo al menos me he visto dispuesta a creer aunque a veces siento que soy demasiado ingenua
O: Cuentame

Paso un rato convertido en hora, no entraron a clase, su mano sobre la mitad de su boca y de su barbilla dejaban en claro lo sorprendente de la situación, pero totalmente dispuesto continuó

O: Tienes que decir la verdad, solo así tu seras feliz, si te la vives preocupandote de lo que los demás sientan tú jamas seras feliz.
TPR: Lo sé, pero es muy díficil decir la verdad en especial cuando sabes lo que sucederá despues, cuando sabes que una culpa mayor podría consumirte por decirla, imagina esto, lo digo y el se muere, se va.
O:Pues que inmaduro, no debería tomar las cosas así
TPR: Te suena tan sencillo decirlo, pero él es así, y aunque no debería lo hace.
O: No es que lo hagas tanto por cuidarlo, esto en algún punto va a acabar, y sera peor para él
TPR: No siento que tenga tanta fuerza para decir las cosas, no para oirle llorar, no para ser la culpable de que se haya ido a morir
O: No pienses tanto en lo que pasará, no pienses tanto en que lo haces y te quedaras sola, importa más que veas que diras la verdad para dormir de nuevo, para estar bien, para ser feliz, te aseguro no creo que tú te quedes sola, a mi parecer eres una chava muy bonita.
TPR: Pues si, no se trata de eso. Dire la verdad, tengo un plazo de dos días, si no digo la verdad me regañaras.
O: Muy bien

La conversación desapareció y el día transcurrió en un debate interno.

Se sentó bajo una sombra, nuevamente acompañada.
TPR: ¿Crees que siempre es bueno decir la verdad?
A:Sí, aunque a veces duela
TPR: ¿De verdad, aún si es algo que podría lastimar demasiado?
A: En especial esas verdades, una mentira cuando se descubre duele más que la propia verdad porque se descubre de maneras que bien pudieron haberse evitado con hablar
TPR: Tengo que decir la verdad- Con la mirada perdida repetía y repetía esto para sí
D: Sí, verás es mas cruel descubrir que nos han mentido, que saber que esa persona siempre nos dira la verdad
TPR: Tengo que decir la verdad en dos días o tal vez hoy si me lleno de valor, me tengo que ir, deseenme suerte.

Salió disparada a sus clases, el final del día se acercaba, dentro de la biblioteca entre sueños acompañada esperaba quieta, dormida. La lluvia afuera arreciaba y los truenos retumbaban la estructura que ya dejaba por poros pasar la humedad hacia el salón.

M: ¿Qué tienes?
TPR: Tengo que decir la verdad
M: ¿Me puedes contar?
TPR: No- Cuestionó a su compañero hora y media sobre decir la verdad o no, lo que es y lo que no. Para finalmente detenerse en silencio a pensar, estaba empezando a dudar.
M: Yo creo que deberías decir la verdad, ya no tanto por él, o lo que pueda pasar, no sabes como pueden darse las cosas, pueden ser mejor, o peor, puede haber más confianza o no, debes decir la verdad porque es para tí, no para él. Es a tí a quien le afecta.

Pasaron unos minutos el creyo que se había dormido, pero su mirada puesta en la ventana le hizo ver su conciencia.  De repente aquel día, sonrió y todo un mal pasado se transformó en cuestión de segundos

TPR: ¡Es cierto! tienes razón gracias, no lo pensaba tanto por mí ahora sí, quiero decir la verdad, quiero ser libre, quiero pensar en mí felicidad, ya no tanto en la de él, acepto lo que pueda suceder, pero sera para bien, mas bien que mal, lo he decidido, hoy dire la verdad.
M: Bien- le regalo una sonrisa y se fue.

Ella partió corriendo bajo la lluvia, agarró el telefono y dijo todo lo que tenía que decir, pasaron cosas graves, hubo llanto por parte de ambos, pero al final todo fue un bien mayor, fue libertad, fue realización personal.

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