Destinatario

Estas son sólo notas de olvido, recibos injustificados, cartas de silencio y telegramas melancólicos que una mujer de vena negra escribió.

miércoles, 2 de febrero de 2011

El viernes


Fue todo un caos, una confabulación, teníamos todo el tiempo que necesitábamos y teníamos todo lo que necesitábamos entre tu mirada y la mía, tan feliz, tan llena me sentí, con la luz tenue y la noche sobre nosotros, ¿sopesaban acaso criticas, dudas o inseguridades? No, fue la plena confianza, el entendimiento mutuo de dos seres que se aman muy por fuera de lo que sus cuerpos sienten pero más por dentro de lo que se imaginan. No es que fuera una vez especial, era una vez única y verdadera por eso era más que algo significativo, dejaron sus cosas en las bancas estaban tranquilos y a la vez impacientes, este nuevo reencuentro entre calor y frio, entre sal y soles desperdiciados en suspirar.


Ella lo abrazó muy fuerte, tan fuerte como para expresarle que nunca se alejará de ella, Él sabía corresponder muy bien esos abrazos, por eso nunca la soltaba.

Ella lo besó, paso su mano por detrás de su cuello para subir apenas a la protuberancia occipital de este, y entonces más fuerte lo besaba y en un lapso de separación algo ocurría en el canal de comunicación de ambos. Él mientras la veía a los ojos lentamente desprendía su blusa, la volteó con todo el cuidado y el cariño ella se cubrió, la natural pena aunque no debía de haberla, puso sus brazos para cubrir su pecho, mientras el ascendía lentamente las manos por sobre su abdomen, la abrazó y la besó.


- Eres maravillosa, no sé que hice para merecerte, no sé que habré hecho yo para deberle tanto a Dios y que me pagará así, Te amo. Eres hermosa.

Al escuchar estas palabras mejores risas, de esas que se esconden en el pasado de la infancia retornaron a su rostro llenándola de un inigualable sentimiento, no sabía si esto sucedía o no, si era real o no, pero estaba ahora aquí, Él la miro, se detuvo a besarla, a abrazarla, y seguía ese indeleble canal de comunicación, entonces Ella comenzó a llorar.

Era tan raro que llorará, Él se preguntaba si habría hecho algo malo, ella mientras lloraba parada, lloraba en lo que Él tenía una coma de duda en su rostro, bien acentuada su confusión se acerco a abrazarla aún más y a dejar que ella llorara sobre su hombro.

- ¿Qué sucede?, ¿Por qué lloras?

- No estoy llorando porque esté triste, estoy llorando porque soy muy feliz y no sé cómo es que estas aquí, pero me haces muy feliz.

Ella estaba conmovida…

3 comentarios:

  1. awww mi vida te amo tantoo muchoo muchooooo!!!!:D me enkntas eres amravillosaa!!!!

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  2. Maravilloso Cecy, definitivamente anda enamougada

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  3. gracias, no sé que es eso, pero parece que sí n.n

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