La niñez es el cuento más rapido e inexplicable de la vida, empieza enseguida sin haber aprendido nada, sin haber hecho nada importante y aún así la niñez siempre es rememorada y hasta celebrada. La niñez, esos años donde todo es importante incluso más importante que lo que suceda en el mundo exterior, porque no necesita ser consciente para preocuparse. Ser niños nos pasa a todos sin falta, nos vuelve a todos lo que somos y hace de nosotros la primer llama del conocimiento, la de las decepciones, la del amor, y la de las ideas que podrían cambiar muchas cosas... Ningún adulto lo sabe porque pierde la capacidad de ser niño, pero todos los niños lo saben, porque no hayan dificultad en encontrar respuestas por más díficiles que parezcan las preguntas. Los principios y valores son importantes hasta que se crece y nos hacemos el derecho de romperlas de acuerdo a nuestras necesidades...
La niñez es también el juego de la vida
La niñez, en súbito, es un periodo que dejará los recuerdos en una cimiente de sueños, y una vez en el monte de la realidad la espectativa de sueños se reduce, al de las responsabilidades, hasta que finalmente se consuma en las necesidades...
¿Será que tan valiosa es la niñez? cuando muchos niños aprenden a crecer antes que ha disfrutar, cuando aprenden a mortificarse por cuestiones que solo al adulto capaz aqueja...
Los adultos no lo saben, pero algunos niños, piensan en el trabajo para ganar dinero, en el dinero para pagar deudas, en las deudas que dejan las necesidades humanas y las responsabilidades y en la responsabilidades, pues poco piensan... porque aún así quieren crecer...
Es grato saber que somos conscientes de que los moustros en los armarios no existen, pero triste de saber, que los verdaderos moustros se encuentran al salir de la puerta y a veces en nuestra propia casa...
Sin embargo la vida tan efímera en sí, la niñez más corta e incipiente aún, llega el día en que las simples cuestiones se acaban, las ideas milenarias pasan a cambiar por ideas de una curiosidad más humana, ya no es solo diferenciarse de otros seres humanos, si no diferenciar en sí mismo, y reconocer en sí mismo cuestiones a las que los padres dificilmente pueden responder...
El tiempo de la niñez finalmente se fue... la identidad esta a la puerta del destino preparado por nuestras decisiones, los temores son más complejos, el amar es más complicado, la vida se descubre como retadora más que las problematicas imaginarias de la infancia, y entonces sin darnos cuenta, todo lo que acontece día con día se transforma en las anécdotas más preciadas las mismas que nos van escribiendo y nos apuntan al futuro...
Una vez que se sabe la identidad, las perspectivas y el pasado claro y presente no sin seguir escribiéndose al futuro, sucesivamente las decisiones son más rapidas y vitales...
Se eligen los caminos, las decisiones ocurren en segundos y las consecuencias tienen larga duración, bien dicen que el arrepentimiento pesa gramos y las consecuencias toneladas...
Y entonces quedan los remordimientos de la madurez...
Eres incapaz de darte cuenta las capacidades que surgen a través de un abismo aparente, a veces piensas que la vida te ha vencido por completo y los huesos de tu alma han sido rotos por una tempestad de problemas, delirios, y pesares que parecen arañar con uñas de lagrimas cada herida abierta desde el pasado, puedes describir como ¨indescriptible e inconfesable¨ el dolor que hunde en un profundo nudo la gran arteria de tus alegrías y emociones, pero de alguna u otra manera vuelve a amanecer y es otro día y de repente el mundo no parece tan nefasto. Son las peores cosas también las que pueden sacar lo peor de nosotros pero también las más terribles situaciones contribuyen al fortalecimiento, a la esperanza innata y superarnos dentro de nosotros mismos.
A lo que les traigo el siguiente cuento:
Una noche los maullidos de un minino despertaron a dos hermanos, cada uno vivía una situación diferente con distintos grados de dificultad que no conocían entre ellos, porque han decidido no expresar nada desde aquel terrible día en que muriese el tercer hermano, preferían mantener todo como si no hubiese pasado y quedo solo como un triste recuerdo para ellos, cada uno vivió distintas experiencias de maltrato físico como verbal y estaban resignados a siempre cerrar sus bocas para mantenerse ecuánimes y felices ante los rostros de los demás pero era notable su sufrimiento; el maullido se hizo intenso, su mascota, un perro, ladraba incesantemente, pasaron dos noches y los maullidos solo eran escuchados de noche, pero cuando ellos salían de día, no había ni un solo ruido, un día la niña que limpiaba el patio trasero al hacer ruido con la escoba que había azotado accidentalmente contra una caseta de aluminio escucho otra vez el mismo maullido de la noche anterior, al asomarse de donde provenía noto unos ojos brillantes que se veían entre la pared y la caseta, en un estrecho no mayor de 5 cm, la niña pensó que el gatito habría estado paseando por la barda cuando en un susto o en un mal salto ejecutado este habría quedado atrapado en el estrecho. Ella no tenía la suficiente fuerza para lograr mover una caseta de 3 x 2 metros de aluminio, y menos porque estaba llena de muchas cosas, el gato seguía maullando con insistencia, intento pensar cómo sacarlo, pero no se le ocurría nada que no lo lastimara, entonces pensó que tal vez podría hacer que el gato se moviera, trajo un tazón con leche caliente, humeante para hacer llegar el olor al gato, el gato no parecía animarse, dos días habían pasado y muy seguramente la desconfianza en los humanos y su predicamento le habían hecho dudar de obtener su salida de ahí, pero ella insistió acerco más el plato y el gato hizo como pudo para impulsarse hacia afuera, el hambre era su mayor motor para salir de su situación, hasta que finalmente se libró, gustoso acabo con el plato entero de leche y fue despachado a que fuera con la camada de gatos que recién acababa de tener la gata del vecino. La niña que comentó lo ocurrido a su hermano comprendió que las situaciones o nuestras necesidades son el mayor motor para impulsarnos a salir de donde estamos hacia cualquier dirección.
A algunos los mueve el hambre, a otros el desamor y algunos más los abismos y mentiras en que han sido sumergidos, y buscan alimentarse, protegerse, conocer, amar, descubrir la verdad, ¿qué te impulsa a ti?
¨Ahora solo seré un tonto caminando por los parques sólo imaginando, volteando al cielo, buscando una salida diferente, un milagro para morir o vivir.¨
No puedo dormir… he tomado esta insana costumbre, agarrando el sueño como un horario estricto, pasando las horas hasta el día siguiente o dormir unas cuantas y otra vez, otro día con algunos bostezos y un deseo de hacer algo.
Me acuesto sobre mi cama siempre empezando por la dirección contraria, con suspiros y quejidos leves en mi letanía rumbo al inconsciente. Miles de proyectos sin iniciativa por parte mía… ¿por qué no consigo dormir?, podría echarle la culpa al señor alto de traje negro sin rostro asomado sobre mi ventana, a los ruidos y sombras del pasillo, a mis voces interiores, a las pesadillas de mi sueños que siempre se repiten y en los cuales siempre se qué hacer y cómo va a terminar, sigo esforzándome por cambiarlos sin embargo el resultado es el mismo. Aún entre mis sueños me detengo en segundos a analizar entre mi corazón agitado, mis ganas de escapar frenéticas y mis agresores detrás de mí, ideo cualquier forma de escondite de liberarme de ellos y todo termina igual con mis brazos cansados o no termina.
Despierto no dejo de mirar la esquina de mi armario sin puertas, a la mano como siempre un lápiz/pluma, la hoja en blanco y la idea en la mente, cuidando mi espalda de ojos curiosos y de peligros imaginarios, ¿por qué mi temor a ser asaltado en la noche? no sé, en algún momento confié mi mente a los viejos cuentos de misterio y terror que leía al secretario del Honorable Lord Byron, John Polidori, tal vez fue Goethe, o los umbrosos paisajes irreales de Maussapant, tal vez la insinuación mortuoria de Poe, considero que Dumas, Hawthorne, Raupauch o Stoker tuvieron que ver con mi mente en la niñez, también influyo otros ávidos relatos hablados y paisajes descritos de mis propias historias de miedo que utilizaba para asustar a mis compañeritos de recreo, dicen que aún escritor siempre le persiguen sus propios personajes, podría haber sido mi fascinación por los filmes de horror de payasos y muñecos vivientes, lo que sea ha dejado un temor enorme en mí, esa es la razón de que siempre quiera llegar al final de todo para convencerme en mi vigilia y en el mundo de los sueños que estos espectros no existen, otras reitero que debería temer más a los vivos que a los muertos, pero son tantos los sueños en que soy atacado por gente real y común, llámesele ladrones o asesinos, que ya temo a los dos por igual. Asesinos cuando duermo y fantasmas cuando no lo hago.
Considero que es bueno distraerse cuando se es presa de una paranoia incorregible, me pongo a dibujar siluetas femeninas y bustos desnudos de mujeres perfectas, aquellas de mis ayeres que me amaron como pudieron, otras recuerdo sus rostros llenos de desilusión afligidas por el adiós, en ocasiones me pongo a leer a mis autores favoritos como García Márquez, Rulfo, Falcones y Vargas Llosa, otras poemas de Sabines o los propios poemas de mis años dorados; todo sea por hacer caer los parpados rendidos en fatiga, y convencer a mi cerebro que miss ¨X¨ me aguardaría con su dorso a la luz de la luna a través del ventanal, o que tengo por amigo a Arnau, pensando en la soltería y los libros de la señorita Somerset y propugnando por justicia para los habitantes de Uchuraccay, esto es mejor que cualquier monstro real o imaginario, mas no son las sombras y las voces lo único que me asalta también mis propios y desconocidos irracionales temores podría mencionar las cucarachas y las arañas, hace años fui mordido por una, me dio algo de fiebre y la vena en que había sido mordido solo presentaba dos orificios para cada colmillo y un color morado que ascendía cada día que observaba mi pierna, nada paso a mayores; por cierto debo agregar ¿sabían que las arañas poseen 3 uñas en cada pata? razón de que puedan treparse muy bien ¿no creen?
Ahora cuando ha pasado la noche y el día me apunta para mis deberes, pobre de mí si no hago nada, creo que hacer nada es el peor suplicio para quien piensa constantemente en cada segundo del día, ya que si no son las voces de desconocidos, son las llamadas y mensajes de mis memorias, aquellas mujeres que se han ido de mí, que deje y que a veces buscan solo oír de mi voz diciéndoles palabras que repongan su paz y el aliento en sus bocas, pero oír de ellas es revivir de nuevo el dolor y la perdida. Daría por ellas más ver sus ojos, solo eso me deleita ver de ellas, lo demás no es un misterio. Si eso no me permite concentrarme, queda para mí, la satisfacción de ponerme a crear oleos, ahí invierto toda mi imaginación y nada de cerebro a pensar, calcular cada trazo, nada tiene porque salir perfecto, eso es belleza.
Salgo a despejarme en ratos si nada de lo anterior funciona, sentarte y echar la cabeza hacia atrás y ver las hojas moviéndose casi con un rítmico danzón al viento, te permites pensar y preguntarte por cosas poco importantes que para nada estresan, otras es salir y oler el aire en octubre, las lloviznas de noviembre, el hielo salado de enero, o los sofocados aromas de abril, cuando se digna a abrirse la flor.
Finalmente llega la noche es momento de hacer lo posible por agotar tus fuerzas y sucumbir al sueño, porque después de todo… es más seguro temer en un sueño y saber que lo es que temer a tus imaginaciones en vigilia.
Diría un aplauso por Descartes y porque siempre siga siendo un cuadrado lo mismo en sueños que en vigilia, y otro para Morfeo… con quien siempre me llevare de buenas…
Nota del autor: Atención, las siguientes imagenes pueden ser ofensivas o de caracter fuerte para quien lo ve, es una reflexión sin embargo mantenga lejos del monitor a aquellas edades sensibles, y por respeto a las ideologías, debe saberse que solo es una opinión dentro de este blog, cualquier queja o comentario es bienvenido.
Mis estimados lectores, hoy por motivo del mes del niño traigo para ustedes una reflexión de entre todas las cosas, una sobre los niños. Yo la verdad no se que son exactamente los niños, yo fui uno de ellos ya hace años, hice mis travesuras como todos, y jugué e imaginé muchas cosas como la mayoría, más ese pequeño espacio en las estadísticas nos dice que un porcentaje de niños en el mundo de ahora en que vivimos, no disfruta de estos años tan importantes y dorados como son la niñez, en la niñez se forjan nuestros pensamientos, el carácter cuando vamos creciendo, se nos añaden responsabilidades y es sin duda la etapa que nos definirá como adultos, pero OJO, eso no quiere decir que porque son niños los vamos a tratar como adultos o juzgar como adultos.
El tema que traigo para ustedes es el maltrato infantil ¿podrán creer ustedes que hasta 1962 la temática del maltrato infantil apenas fue planteada dentro de la psicología? suena difícil de creer.
El maltrato infantil es un problema que radica en la sociedad no solo de este país, si no es a una escala internacional, está presente en todos los sectores y clases sociales porque la violencia hacia un menor no escatima en gastos, ni es indiferente a la pobreza. Los factores que lo causan son de varias índoles que es muy difícil determinar una sola causa para este mal. Tiene causas que pueden ser interactuantes y de diferentes intensidades llegando incluso a la muerte del menor, del cual, compromete su educación, su integridad física y mental, así como su formación hacia la adultez y su condición psicológica, lo que finalmente su desenvolvimiento social, y su formación tanto personal como profesional y social.
Lamentablemente existe porque permitimos que exista, esto debería ser de interés no solo comunitario si no social, ético, moral y de responsabilidad legal, en el cual somos responsables de asumir una actitud activa en contra de este problema, sin embargo hablando de la cotidiana realidad los primeros organismos que deberían responder al llamado de ayuda son en realidad quienes, en la mayoría de los casos, no ofrecen la ayuda adecuada y a tiempo, todos aquellos que de un modo u otro tienen o han tenido protagonismo en esta problemática saben de la existencia de una enorme desproporción entre las necesidades para un eficaz abordaje a esta problemática y los limitados recursos que el Estado (municipio, provincia o nación) ofrece a tal fin. También suele angustiar la asimetría entre la urgencia de acciones que demanda un caso y el tiempo que el Estado suele tomarse para "encontrar" la respuesta. Es habitual entonces que, ante la falta de una solución acorde a la urgencia o necesidad planteada, la ayuda llegue de parte de organizaciones no gubernamentales, de fundaciones, de profesionales independientes y aún dependientes de organismos oficiales pero que intervienen en forma particular, o peor aún, que esta ayuda no llegue nunca como suele ser en un porcentaje de estos casos.
El maltrato infantil se define como una acción que pone en peligro la vida del niño así como cuando es maltrato física, mental o emocionalmente, de estos abusos que perjudican la integridad del niño en cualquiera de sus características. Esta generalmente es infringida primariamente por los padres de este, siguiéndole los tutores, padrastros, padrinos, tíos, y familiares generalmente cercanos a la familia, así como personas que están a cargo de los cuidados del menor. Las causas varían desde el maltrato y abuso hasta la omisión y negligencia de quien está a cargo.
Se considera que existen 4 tipos de maltrato:
Maltrato físico es cualquier lesión causada al niño como consecuencia de golpes, tirones de pelo, patadas, pinchazos propinados de manera intencional por parte de un adulto. También están los daños causados por castigos inapropiados o desmesurados. Es difícil distinguir cuándo termina la imposición de la disciplina mediante castigos físicos "razonables" y cuándo comienza el abuso. Quien utiliza el castigo físico argumenta que lo hace como último recurso, cuando otras alternativas correctoras menos expeditivas (y que entrañan mayor esfuerzo por parte de los padres), como las explicaciones y otros castigos o amenazas menores han demostrado su ineficacia. No tiene intención de lesionar, sólo pretende corregir una conducta inadecuada. Pero, con la excepción del "pequeño azote a tiempo"(considerado por muchos padres como necesario, aunque pervive el debate social al respecto), que es disculpable sólo cuando el niño se muestra refractario a cualquier otra forma de corrección, el castigo físico es un atentado contra la dignidad y la autoestima del niño, y puede causarle graves daños emocionales.
De hecho hace algunas décadas el castigo físico se consideraba muy correcto para la corrección temprana de una conducta inadecuada puedo citar como ejemplos de allegados a mi e incluso de mis progenitores, que antes solían lanzarte cualquier cosa que tuvieran a la mano fuera la sartén caliente, los escobazos, las tazas de café con todo y café hasta los productos de baño, también algunos tendrán por conocido que era efectiva la típica vara o el palo de la escoba o trapeador, también a mano desnuda o con un tablón, más no es solo en el hogar donde se aplicaban practicas correctivas a mis años cuando fui niña utilizaban la regla para castigar a los que hablaban, o la humillación de sentarte en el lugar destinado a los ¨burros¨, y lo más desesperante quedarte sin recreo más no tan grave comparado. Actualmente algunas iglesias siguen optando por practicar este tipo de correctivos, sin embargo como mencioné anteriormente, si se aplica un castigo muchos de los encargados a corregir una conducta suelen excederse, lo que culmina en daños tal vez irreversibles para el niño o niña.
El abuso emocional es el maltrato psicológico que una persona ejerce sobre otra. Este tipo de maltrato comprende actitudes, acciones y palabras, como las humillaciones, los insultos, los gestos de desaprobación, el aislamiento, la descalificación personal, las codependencias, etc.Al igual que cualquier tipo de abuso, el abuso emocional es una forma de violencia y agresión. Además, es un proceso constante que, con el tiempo, deteriora nuestra autoestima e imagen personal. Los que alguna vez fuimos niños sabemos que la severidad de las palabras de alguien a quien contamos como ejemplo y nunca queremos defraudar suelen ser más duras de lo que son, o al menos lo percibimos así. Un regaño para llamar la atención está bien, hablar claramente y tener una amplia comunicación son mejores herramientas antes que la violencia y la humillación, sin embargo los que estamos a cargo de ellos no solemos pensar así, es más fácil aplicar un correctivo sin lección que dar la lección correcta a un niño, no tengo hijos no sabría qué tan difícil es, pero si he cuidado menores de todas las edades y suelen ser más susceptibles a no tomar las cosas en serio lo que dificulta que entiendan porque ciertas acciones o comportamientos no los deben realizar, no son adultos como nosotros, no sostendrán una charla responsable y seria porque simplemente ellos no han madurado aún. Son niños. Se puede recurrir a lecciones más civilizadas, como negarles cosas, si, a veces los niños suelen ser unos tiranos pero deben comprender que los tiranos existen porque existe quien les haga ser así y les complemente la actitud. Sin embargo la humillación en un menor, las comparaciones entre hermanos o familiares, la actitud hacia denigrar la autoestima del menor, suelen ser más graves y desastrosas de lo que se piensa. Quien haya dicho que rocas y palos podrán romper mis huesos pero las palabras no, realmente no sabía lo que decía, porque en muchas ocasiones las palabras logran traumar a una persona de por vida. Palabras como ¨no sirves para nada, estas gordo o gorda, estas demasiado flaca, eres un burro, nunca serás como tu hermano o hermana, ojala fueras así, el mundo estaría mejor sin ti, vete y no vuelvas, nadie te querrá, nadie te aceptará, no eres nadie, te odio, etc¨ son en su mayoría palabras que culminan con la propia autoestima y generalmente conllevan desde traumas severos hasta traumas que imposibiliten su desarrollo normal y son los que comienzan por ponerles barreras personales a los menores.
Otros tipos de maltrato emocional incluyen rechazar por completo los gestos cariñosos del niño o niña, sus expresiones espontaneas, sus iniciativas o no incluirlo en actividades familiares, otro ejemplo es aterrorizar al menor con castigos duros o extremos, con un siniestro, creando en él una sensación de constante amenaza, existe también el ignorar al menor ya que el padre se preocupa antes por si mismo que por el menor y muestra su falta de disponibilidad hacia él, luego esta aislar al menor, es decir privar al niño de establecer relaciones sociales y finalmente someter al niño a un medio donde prevalece la corrupciónes decir impedir su normal integración reforzando pautas de conductas antisociales.
Luego está claro el maltrato por negligencia, en esta se priva al niño de los cuidados básicos, aún teniendo los medios económicos; se posterga o descuida la atención de la salud, educación, alimentación, protección, etc. y es yo creo la más notable que se supone no solo los organismos, sino también la constitución está obligada a hacerse cargo.Muchos niños en casa no importando el aporte económico, mueren por estas causas, hace creo meses el caso de la niña Paulette Guevara, fue el más sonado últimamente, muchos de estos casos se deben a la falta de responsabilidad o de conocimiento del tutor para cuidar a un menor, podemos encontrar entre ellos a las mujeres menores de 18, a los varones menores de 20, o padres que cuidan a niños con enfermedades mentales.
Finalmente el abuso sexual, que sería en mi opinión lo más lamentable que puede hacérsele a un niño ya que implica quitarle algo que puede ser lo más valioso para él y es su inocencia.
El abuso sexual es toda acción de tipo sexual impuesta a un niño por un adulto o por una persona mayor que él. Algunas de sus formas son: manipulación del menor con fines pornográficos, someterlo a que observe actitudes sexuales, hablar sobre temas obscenos, mostrar o tocar genitales y penetración sexual (violación o incesto.). El abuso sexual no necesariamente es una violación. Las personas que hacen esto no necesariamente son desconocidos, ya que como muestran las estadísticas las personas que cometen violación hacia un menor son en su mayoría personas conocidas por la familia, o la familia misma que no solo se han ganado la confianza de los conocidos y/o familiares del menor si no que también del menor mismo, estos suelen aterrorizar o amenazar al menor para que cumplan con lo que piden, si el menor se negara utilizan la fuerza y maltratos físicos para obligar al menor. El abuso sexual cometido por un miembro de la familia (papá, mamá, abuelos, primos, etc.), con quien la víctima siente un profundo compromiso afectivo y lealtad suele manipular y chantajear a la víctima con el propósito de que esta no revele el abuso, convenciéndola de que si habla desatará una crisis familiar. Es muy importante tener presente que cuando el abusador es un adulto conocido, el abuso no es un episodio aislado sino, un proceso que se desarrolla en el tiempo. En un principio el abusador manipula la confianza que el niño/a le tiene y, a través de la seducción (regalos, premios, preferencias, etc.), lo incita a participar en actividades sexuales que el abusador muestra al niño/a como juegos o comportamientos que ocurren normalmente entre un adulto y un niño. De manera paralela, el abusador impone al niño la ley del silencio a través de amenazas y chantajes del tipo "si tu le cuentas a tu mamá, ella se morirá de pena" o "si alguien sabe a mí me llevarán preso y tú te irás a un orfanato". Así, garantiza que el niño/a guardará el secreto.
Además, utiliza con el niño/a un discurso denigratorio con el fin de descalificarlo/a y culpabilizarlo/a de lo que está ocurriendo.
En esta realidad, el niño/a queda atrapado en un sistema relacional muy confuso y contradictorio ("te quiero, pero abuso de ti"), y va incorporando a su autoconcepto connotaciones negativas que el abusador le transmite. El niño/a empieza a sufrir una fuerte estigmatización, se siente sucio, malo, culpable, impotente y con una tremenda falta de control. Todo esto dificulta que el niño/a divulgue lo que le está sucediendo.
¿Cómo saber que el niño no está inventando el abuso? la respuesta es simple, no puedes saberlo enseguida, no, los niños, cuando describen un abuso manejan información que por su desarrollo no podrían conocer de otra manera. En esos casos, el niño ha sido sometidoa la observación de contenido erótico o ha sido víctima de abuso. Por otra parte, los niños pueden llegar a inventar algo para evitarse un problema (por ejemplo, miento porque me saqué una mala nota), pero no mienten para ganarse un problema o castigo. Si negamos el abuso no sólo causamos un sentimiento de desprotección en el niño/a, sino que facilitamos el actuar de los abusadores. Pensar que los niños mienten, que el abuso es poco frecuente, que sólo lo sufren las niñas, que los abusadores son locos o de apariencia peligrosa, o que no ocurre dentro de la familia, son mitos que sólo evitan que nos enfrentemos a una realidad dolorosa y traumática que, a pesar de no ser fácil afrontar, es muy necesaria para la protección de nuestros niños. Debemos estar atentos a cambios en el comportamiento de los niño/as como agresividad, inhibición o sensibilidad extrema, desconfianza, problemas en el dormir, baja en el rendimiento escolar, desinterés o rechazo inexplicable frente a los estudios, inusual mal comportamiento en clases, miedo a los adultos, etc.Otro indicador es la aparición de conductas sexuales que no guardan relación con la edad del niño o cuando éste maneja información que no puede haber aprendido por sí solo. Hay que poner atención a los juegos, por ejemplo si realizan actos sexuales entre muñecas, y a los dibujos que realizan en casa o en el jardín. También pueden surgir conductas de masturbación compulsiva que interfieran con sus actividades.Los niños abusados están expuestos a una realidad que no pueden integrar, lo que los lleva a reflejar en comportamientos o comentarios las vivencias que les están ocurriendo.
¿Cómo se debe actuar si un niño es víctima de un abuso? Pues aquí lo más importante es la reacción del padre, Es muy importante guardar la calma y no sobre reaccionar o desesperarse, ya que la reacción del adulto es un factor de gran importancia para la reparación del niño/a. Si está muy perturbado, deténgase un momento a organizar sus ideas antes de hablar con el niño/a. Explíquele que usted está perturbado por lo sucedido y comprende que él también lo esté. Siempre debe creer lo que el niño/a relata y nunca debe dudar de él. No lo presione a hablar, pero dispóngase a escuchar cuidadosamente lo que quiera confiarle. Haga énfasis en que el abusador es el responsable y no él. Felicítelo por haber confiado en usted y asegúrele protección.
¿Y se preguntaran porque los menores son los más susceptibles a cualquier tipo de abuso? Sucede que son las criaturas que nacen siendo puras, nacen indefensas y son tan inocentes que es muy fácil manipularlos. Historia del maltrato infantil e infanticidio. Diversos historiadores coinciden en señalar que durante siglos los niños fueron criaturas muy susceptibles al abuso parental e incluso medidas más drásticas aún. Durante siglos los niños eran vistos como propiedad de los padres o del estado, por ejemplo la ley romana le adjudicaba pleno poder al padre sobre el destino de su hijo: este podía matarlos, venderlos u ofrecerlos en sacrificios.
El infanticidio era materia muy común y rutinaria en países tales como Egipto, Grecia, Roma, Arabia y China. En la edad media la situación no era mucho mejor, en muchas ciudades de Europa la pobreza era tal que los niños se convertían en un gasto oneroso para los padres, lo que motivaba a muchos de estos a abandonarlos o mutilarlos. Durante la revolución industrial, los niños de padres que provenían de estratos bajos de la sociedad, solían ser obligados a trabajar en tareas pesadas. Frecuentemente estos eran golpeados, no se les daba de comer o se les sumergía en barriles de agua fría como castigo de no trabajar con más rapidez y afán.
A finales del siglo XVIII comienzan a notarse ligeros cambios que conducen al reconocimiento de los daños psicológicos de este tipo de abuso. En 1959 se establece la declaración de los derechos del niño, y en 1989 la convención de los derechos del niño, dichas normas recogen los principios mínimos que deben ser garantizados a las personas menores de 18 años. Así la preocupación por los derechos del niño transciende la preocupación local e interno y se ha convertido en los últimos años en una preocupación internacional. En 1962 la temática del maltrato infantil comenzó a ser estudiado de una manera sistemática, en este año Kempe y colaboradores delinearon las características clínicas y las repercusiones de lo que ellos llamaron "el síndrome del niño maltratado". Es aquí cuando realmente se inicia la investigación rigurosa de uno de los tipos de abuso más repulsivos y frecuentes que se da dentro del seno del hogar.
Dimensiones respecto al problema
El maltrato infantil es un problema escondido en muchos países, debido a que no se cuenta con datos ya que el tema está cargado de vergüenza y negación. No obstante, el maltrato infantil es un problema en los países tanto desarrollados como en desarrollo.
Son muchas las razones que inducen a creer que el maltrato y descuido de menores se tornará todavía más común a medida que los países hacen la transición de economías reglamentadas a economías de mercado más abiertas y con menos estructuras para el bienestar social. Debido a que el crecimiento urbano recarga los servicios médicos y sociales ; debido a que las mujeres ingresan al mercado de trabajo cada vez en mayor número ; y debido a que por diversas causas más familias se ven desplazadas se sus hogares y su entorno cultural. Este problema se presenta a lo ancho y largo de nuestro país, cualquier niño sin discriminación de edad, sexo o condición socioeconómica puede ser víctima de maltrato infantil en cualquiera de sus formas. En nuestro país no se registran estadísticas ni estimaciones confiables sobre las diversas formas de violencia doméstica hacia los niños y adolescentes, por lo que nuestra realidad actual no nos permite manejar datos cuantitativos representativos sobre el maltrato físico o el abuso sexual. Las estadísticas mundiales revelan que más del 60% de los niños que sufren maltrato pertenecen a la edad escolar, a pesar de ello sólo entre el 5 y el 15% de los casos denunciados provienen de maestros, profesores o docentes del sistema educativo en general. En el ámbito escolar en particular los obstáculos que impiden la denuncia incluyen entre otros: falta de información suficiente para saber como detectar y denunciar casos de maltrato; temor a las posibles ramificaciones legales que pueda traer aparejada la denuncia o a las consecuencias.
(Debo añadir que en algunos casos la causa del infanticidio es la cultura en la que se vive, por ejemplo en algunos paises asiaticos por la cantidad de personas que habitan el país se recurre a medidas para evitar que crezca asi más la población entonces los padres que llegan a tener niños deben pagar una especie de impuesto no solo por los niños que tengan sino tambien porque si llegan a tener niña deben pagar los niños que la niña pueda tener en un futuro dado, suena entonces caro tener una niña y por eso muchas familias se deshacen de las bebes para evitar pagar esto, incluso porque en la cultura también se tiene a las mujeres como menos que los hombres, aquí en esta imagen se ve un hombre que avienta una bebe desde el piso de su departamento, la cual es salvada por un oficial)
Ahora pregúntese, ¿quién es la persona que abusa y por qué lo hace? bueno estas acciones están asociadas a una repetición de algo que ellos vivieron cuando menores, son un ciclo por así decirlo, abusador-abusado-abusador, un grupo importante de padres que maltrata o abusa de sus hijos han padecido en su infancia falta de afecto y maltrato. Esto suele asociarse a una insuficiente maduración psicológica para asumir el rol de crianza, inseguridad y perspectivas o expectativas que no se ajustan a lo que es de esperar en cada etapa evolutiva de sus hijos. Como señala Kempe, estas características psicológicas en sus padres, son un importante potencial de maltrato. De tal forma que cualquier pequeño hecho de la vida cotidiana, todo comportamiento del niño que se considere irritante, si encuentra a su progenitor en situación de crisis, con escasas defensas anímicas y con dificultades para requerir apoyo externo, pueden desatar la violencia. En algunas ocasiones el abuso es entre los mismos menores, se dedican a identificar quien es el más débil o presa de burla y se dedican a aprovecharse del menor, el hecho de que un menor abuse de otro proviene del ambiente familiar en que se desenvuelve, los niños repiten lo que hacen los padres, por lo que los niños que han sido maltratados o abusados en su casa tienden a repetir estas acciones a manera de desquite con otros niños. Lo cual gravemente a veces conduce a la muerte, este fenómeno tiene nombre del llamado ¨Bullying¨, y actualmente ha sido muy difundido por video aficionados.
Resumiendo factores estos son:
1. La repetición de una generación a otra de una pauta de hechos violentos, negligencia o privación física o emocional por parte de sus padres.
2. El niño es considerado indigno de ser amado o es desagradable, en tanto las percepciones que los padres tienen de sus hijos no se adecuan a la realidad que los niños son, además, consideran que el castigo físico es un método apropiado para "corregirlos" y llevarlos a un punto mas cercano a sus expectativas.
3. Es más probable que los malos tratos tengan lugar en momentos de crisis. Esto se asocia con el hecho de que muchos padres maltratantes tienen escasa capacidad de adaptarse a la vida adulta.
4. En el momento conflictivo no hay líneas de comunicación con las fuentes externas de las que podrían recibir apoyo. En general estos padres tienen dificultades para pedir ayuda a otras personas. Tienden a aislarse y carecen de amigos o personas de confianza.
Causas y efectos del menor maltratado:
Causas
1. Se presenta cuando el agresor en su infancia fue agredido por sus padres o tutores, de la misma forma que lo hace ahora con sus hijos, en donde estos pueden llegar a convertirse en adultos sin afecto.
2. Incapacidad materna y/o paterna para asumir la educación y responsabilidad de los hijos.
3. Por problemas de salud en los primeros años de vida del menor.
4. Por alcoholismo y/o drogadicción en los padres.
5. Por desempleo.
6. Desintegración familiar y falta de comunicación.
7. Familias extensas o numerosas.
8. Por lo general la agresión hacia los menores es por parte de la madre debido a que pasa mayor tiempo con estos.
9. Embarazos no deseados.
Efectos
1. Además de lesiones, cicatrices de diferentes épocas que han tornado al niño temeroso y suspicaz, encontramos una dificultad para establecer relaciones interpersonales profundas y estables.
2. Los sentimientos de estima personal no se desarrollan adecuadamente toda vez que se acepta el maltrato como algo que se merece por sus incapacidades.
3. Ante el maltrato los niños pueden responder con un comportamiento pasivos de aceptación, se les observa tristes y sumisos, o con un comportamiento rebelde y agresivo, esta agresividad suele dirigirse a otros niños.
4. A nivel intelectual estos niños suelen presentar un retardo en su desarrollo y dificultades en el aprendizaje, esto es resultado de una pobre estimulación o desinterés de los padres en la educación de su hijo y, en parte, por temor del niño maltratado frente a las consecuencias de un nuevo posible error o fracaso.
Al hacer un analisis de esto, deberiamos pensar en luchar por aquellos que no pueden defenderse ni cuidarse por sí solos...
A continuación un video que me gusto mucho para este tema.