Destinatario

Estas son sólo notas de olvido, recibos injustificados, cartas de silencio y telegramas melancólicos que una mujer de vena negra escribió.

martes, 14 de septiembre de 2010

La Verdad



Enunciarme tres verdades que sean dignas de mi pensar
se han vuelto mas relativas de lo que pude imaginar
y viéndome dolida para hacer a otros el mal
el mal nadie lo tuvo, todo a mí fue a parar.

Enunciame tus verdades oh gran epitafio de tormento
¿por qué hasta estas alturas me diste el aliento,
por qué sabiendo que en catástrofe iba terminar?
debí poner esto acabado porque a este corazón lo iba consumar.

Preferí por mil creer que esto que decías era real
no era real, no por ofender, era tu necesidad
mas que sentir algo, no sentiste nada nunca
sabes bien que esto era para remediar una vida rota.

Quise pensar que eras sincero sin darme cuenta de todo el mal hecho
pero te dí mi confianza y ahora la traición desgarra cualquier esperanza
mal por ti, mal por mí, esto no debió pasar, ¿a dónde paramos a descansar?

La Verdad surgió así, tras un amanecer fatídico un mal rojo vino a mí,
y pensé: Esto no es nada, al rato algo se me puede ocurrir.
No sucedió así, de pronto en instantes, rodeada de conocedores
tuve un espacio corto para exponer todas mis aflicciones.

Mis aflicciones fueron creer que no era mi camino correcto
pero no podía retractarme hasta que reuniera el valor concreto
y quise animarme reuniendo cada premisa para aceptar hacerlo
pero nada era suficiente para dejar al esperanzado ciego.

Corrí a la soledad, a los oscuros rincones de un duelo
el duelo existencial que suprime horas felices y fantasías
era la hora de saber si me atrevería hacerlo
pero el dolor llegó, tan definitivo, tan punzante en demasía.

Y creció, y creció y fue peor con las horas y los minutos que corrían,
me di cuenta que esto no se detendría, había algo que hacer,
caminé como pude entre nauseabundos desatinos que surgían
y al final en mi unidad me vinieron a socorrer.

Finalmente encontrada la cura, solo restaba esperar y que el dolor desapareciera
y me acosté en mi lugar cuidada por ojos llorosos, un alma maligna, y un buen conocer,
conocer de lágrimas vacías, de corazones llenos de ira y aun así haciendo el bien
pasaron las horas y aquella medicina vino a traer mi trampa traicionera.

Una trampa para la verdad, una trampa para emprender
comprendiendo desde puntos equivocados yo lo sé
la respuesta estaba ante mis manos diciéndome: lo voy a hacer
así en medio de un agua del cielo vergel, cayendo a merced.

A merced de todos, corriendo para esquivar las balas
ninguna de ellas pudo tocarme ese día, ninguna lo hizo
Aunque el cielo tronara y en sus adentros gritara con ganas
ya es hora de que vayas y cumplas tu deber.

Y cuidada por todos, aun contra corriente de muchos lo hice
si fui y cumplí con mi deber, todo fue sangre y desastre correr
lágrimas, llanto y alaridos cubrieron mis oídos de mujer
pero me di cuenta del error que no pude comprender.

Era mi dolor al escuchar el sufrir de miles de fragmentos
que yo acabé por destrozar, que yo acabé por detonar en él
dije toda la verdad, y la dije para un bien
ya no por nadie, ni por mí, ni por él.

Acabada la tarde de tanto caos y griterío
la calma llegó después de la tormenta con un mal sabor,
el cual me puso a temblar y mi fuerza debilitó
morí dentro de mis sabanas, es donde permanezco yo.

Por que el lucero se ha apagado, cuando tanta gloria conoció
Hoy sus ojos se apagan y su alma se extinguió
quedan solo dolorosos recuerdos y un mal venir por delante
pero estaré aquí para todo aquel que quiera avante
seguir su sendero de felicidad latente.

Para preservar lo que todos han comenzado a destruir,
para ver vivir y dejar de hacerlo por mí
ya no es lo que deseo, lo que necesito ni lo que me hace feliz,
para eso tengo mi soledad y mi porvenir.

Atrapo por vena un mentiroso, un mártir y un sabio
pero ninguno posee la verdad absoluta,
son el conjunto de una mentira, la verdad relativa
lo que la conforman en mi corazón y las brotan de mi labio

Y no puedo curar mas que lo que no es mío
y puedo sanar cualquier cosa que aflija
pero no puedo recuperar lo que con decir parecía
iba a solucionar de aquí en adelante mi vida.

Quiero creer que con pasar el tiempo todo cambie
pero crece y crece este monstruo que desaté
y me consumirá por completo, por mis errores
y por todo lo que creí conocer.

Así escribo estas tristes notas, de laudes los días
así yace la rosa, la musa y la arrepentida
que no conoció sincero nada
que no pudo guardar para si misma si no melancolía.

Este día llegaría algún día, y así fue
pero tan desarmada cual villa y tan loca cual Quijote,
he matado a dulcinea y hecho toda esperanza a flote
un compendio de poemas para quemar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

En mi tiempo libre y no libre escribo, toda ventana aquí esta dispuesta a tus comentarios, comparto mis ideas, comparte tu opinión ;-)