Destinatario

Estas son sólo notas de olvido, recibos injustificados, cartas de silencio y telegramas melancólicos que una mujer de vena negra escribió.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Los cambios eternos



Yace sobre estos días el cianuro profundo llenando las esferas que curvan tus ojos, que si deciden irse no los detendré, ya sabemos cuál es su rumbo, y no me detengo más, no me detengo ahora.



Tus palabras fueron las caries que minaron mis aristas
Sonriéndome al alma, que ahora yace bajo una corona,

Que rodea la tumba del excéntrico encanto de sonrisas
Llenas de pena sosiega y desasosiego en belladona.

Tus comisuras eran las dunas en un desierto que solía mezclarse,
Puedo recordar tu tacto, tu cabello y una mirada buscando felicidad
Rompe hueso a hueso hasta encontrar el hueco que te falte,
Que feliz eras, que feliz eras y que feliz podrías llegar en tu urbanidad.


Eras mí cálido invierno, un pájaro sin nido y un solo color,
Hoy eres eso mismo pero sin ser mío, todo desigual,
Dejando tormentas, ahuyentando fantasmas, decolorando la realidad,
Sabiendo que todo tiene una forma de ser trova de trovador.

Pero triste y feliz, eres mejor, porque no se distinguir cuando empieza, cuando termina
Y ahora estas en la lista de cosas por olvidar, ardiendo aprisa para no rodear la soledad
Donde terminan los susurros de una noche fría y larga, quien los mueve ahora que no estás,
Puedes ir, venir, irte, hacer o deshacerte, pero no te pierdas, no seas ceniza ajena


Por que tus palabras estimularon el miocardio y erizaron hasta la espina dorsal
Quiero llamar contigo a la eternidad, reír del tiempo, de lo complicado que es lo simple,
Rompamos esquemas, rompamos problemas, encontrando lo bueno de un poderoso mal
Que tenemos todo para sonreír, aunque no sea lo que andabas buscando, tus raíces.


Aquellas que te nutres las hojas en que resumes estas ideas llenas de matices,
y cuando las hojas griten tu nombre al ser rozadas por la esencia en el viento
de tu pasado en este presente que reciente tu ausente acecho,
como hacen los locos para vivir odiando lo que aman más que todo.


No me resigno y tampoco atarme, de estar en risa lo que llora dentro del alma,
Y poder lanzarme y bajar buscando abismo en este bello salto,
Serán lo días que recuerde, las veces que creí besarte y que te bese
Serán los días que recuerde feliz, que fui feliz, sin dejar de serlo


Que no pueda desgarrarme una curtida piel, dejando desnuda el alma de este vacio
Pero me cuestan los rencores no tuyos y tampoco míos,
Serás el sol que se oculta lentamente y mañana volverá amanecer
Serás agua de rio que se lleva, que no regresa, se va al mar a perecer.

Salta a la vida, a las vías de un tren que no se detenga
Se feliz amado de nunca, no quieras querer tanto
Para que después no queden restos de huesos en tus labios,
Porque mereces ser feliz y dejar de lado el largo llanto.

Tu corazón que se ha olvidado pídele que recuerde que tenía querer
Y quería tanto, que seguirá queriendo después de este mal rato,
Recuerda lo que soy, por más mal yo no te haré nada más de un quejo
Nada más de un pellizco y un bachón pero no te preocupes

Solo hay cicatrices, solo hay perdón y ninguno hace daño,
Que sigan llegando más conmigo, que se sigan yendo con el vino amargo,
Son un sueño porque son flores que no pertenecen a mi tiempo,
Dejándolas en un mero recuento de las versiones de un histórico pasado,


Soy el constante sueño que te sueña, salvo que este despierta
Porque así es el demonio que mi pena no la suelta
Y la vigilia permanente, sin tendencia a remanencia, me antecede
Desde siempre que no te vea, que no te tenga miedo a quererte
Como seas, que seas, que seas, seas para disfrutar un pasado fuerte


Pero así eres nómada extranjero de tierras, nativo de corazones
De musas, mujeres, celosas, perseguidoras sin descanso,
Pero yo aquí me quedo, a ser un no sé qué
Ojalá no sea algo malo.

De noche eres argonauta, de día un transeúnte que trabaja
Invítame a soñar para la tranquilidad de mi karma,
Deja que los relojes se paren, detén mi tiempo en calma
Y no permitas que de ahí avance hasta que mi corazón lata


Y seré feliz de vida bohemia, andando entre sabores de distancias cortas
Momentos largos, soledades largas, besos extraños, hasta encontrar
Una permanente razón de no enloquecer, de ser yo sin cambiar,
No me arrepiento de lo de ayer, porque fue lo que fue que me hizo amar.


En las nubes dibuja mis suspiros que se lleven los huracanes de un recuerdo
De amores presos de un cárcel de memorias, intentando escapar el uno del otro,
Demos una vuelta al infierno para ver porque sufrimos tanto
Demos una vuelta al cielo y hagamos un acuerdo de lo eterno.


Defiende lo que sientas, no te tientes, tienta a lo seguro,
Ama porque quieras hacerlo sin pena, culpa o anhelo
Rompe tus propios límites y se mejor
Por haber amado el sufrir y no sufrir por no hacerlo.


En la noche que amanece una ilusión de olvido
Una fortuna que corre gira y gira en mi entorno
Derrochando un día para pensar de vez en cuando
Esta noche es otra más de lo negado


Y mis viejas ilusiones, siempre se hacen realidad
Y del amor de ayer, siempre puede desaparecer en la nada
Reaparecer cuando antojen en una cara
Y deslucir el colchón viejo donde guarde mi silueta desfigurada

No se necesita nadie alrededor, siendo la cruz del céfiro avenido
Que se hace cuando sucede, y que sucede siempre que se piensa en hacer,
Probablemente recurriendo a la suerte ya no vengo a escuchar una canción triste
Para que imaginar desplantes discretos o respuestas inciertas, te mantengo inalterado


No te olvido, mataste carita con verbo amor,
Pero que se le puede hacer, así es creo yo,
Breviario largo de conversaciones cortas
Viejas persianas, cuentos e historias


Pero la respuesta es, sí, siempre espero volverte a ver
Por solo verte por hablarte y dejar de hablar con tus espejos
Dejar de andar entre niebla reconociendo rostros ajenos
Un temor grande de que lata el corazón tan fuerte que no pueda parar para perder.


Quieres ver una luz en la noche, buscando una razón para un corazón hecho pedazos,
Y yo ya no puedo curar tu piel, porque no sé, no encuentro cura para el desfallecer
De los días y momentos que compusieron las notas de tu felicidad ida y perdida en retazos
De fotos, de letras, de bellos ojos, de suaves amielados labios, hoy lagrimas grises a caudales.


Por favor no uses conmigo ese gesto amable, decídete a no hacer eso,
Que no muero, que no sufro, si me permites hacerme de la idea
En que seguirás sea como sea, yo no te detengo,
Total, la vida tiene demasiados nudos para deshacer en tristeza.

Solo queda el eterno cambio, y un caminar continuo
el olvido perpetuo, la falsa idea de una realidad
salir de la locura razonada que del corazón
me hace preguntar constantemente ¨¿qué fui?¨
Déjame algo descente de lo que fue.

2 comentarios:

  1. Un muy buen poema, lleno de pasión y verbo.
    Es bueno el juego de Rimas, pero te sugiero respetar su estructura, distinguir el verso libre de la métrica y rima.


    saludos

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