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Estas son sólo notas de olvido, recibos injustificados, cartas de silencio y telegramas melancólicos que una mujer de vena negra escribió.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Educación e Ideologías de la Academia de Medicina, Desgaste de los Estudiantes.



Empezaré con una frase para mis colegas, atinando que nuestro oficio tiene el rigor y la estética que merece, por lo tanto un arduo esfuerzo de perfección.


La investigación científica no es por sí misma una ciencia; aún es un arte u oficio.

W.H. George








Así como existe el arte por el arte, podemos decir a la ciencia por la ciencia misma. Eso se nubla mucho cuando nuestros ánimos decaen surgiendo de que no damos los resultamos que deseamos. Yo digo y tengo el apoyo en cuanto a opinión de algunos colegas míos. Una calificación no determina que tan inteligente o que tan apto eres para esta carrera, eres apto en el momento en que tu ideal se convierte en uno real para serlo. Quien posee y sabe como analizar los conocimientos posee dos poderes sin iguales, y estos dos no sirven el uno sin el otro, poseer conocimientos y no saber interpretarlos es inútil, querer interpretar los conocimientos para su uso y no tenerlos es peligroso entonces sepan amigos míos, que no hay razón para darse por vencido, los exámenes suelen enfocarse por desgracia en fines muy distintos, lejanos si me es posible decir del verdadero ideal medico.



Estudiantes al asistir a exámenes, con frecuencia se puede observar que el profesorado de la enseñanza superior valora más el estudiante que sabe que al que entiende y la ciencia necesita, antes que nada, gente que ENTIENDA. Esta educación pasiva y con vista a calificaciones y exámenes, acostumbra una sumisión intelectual correspondiente al deseo de congraciarse con los profesores al responder a las cuestiones tal y como ellos nos han dicho que debemos responder, no quiero decir que a locas erróneamente expresemos nuestras respuestas sin tener merito de verdaderas o correctas, pero sí que se pierde la autonomía y se sacrifica el afán de una veracidad o de mayor importancia: adquirir mayor y mejor información (sin arribar a un famoso anuncio de televisión).


 Nos han hablado del constructivismo como modelo dentro de nuestra institución pero realmente se está aplicando en virtud de lo que es, posiblemente hablemos de una enseñanza prostituida.


Muchos hemos empezado a dudar de la valía de dicho modelo, para aclarar, este es un recurso pedagógico según el cual el alumno construye su propio conocimiento mediante una interacción activa frente al planteamiento de problemas; tal enfoque se plantea como alternativa a la práctica de hacer un alumno morfológicamente creado a los conocimientos que ha de asimilar.







 


Aquí en este caso el docente genera la comunicación necesaria, según su idiosincrasia, que sea verdadera y fecunda, pero ciertamente no se está aplicando como debiera, en este caso el docente debe favorecer la creación de áreas que toleren y promuevan la controversia y la contradicción. Ya que esos espacios de gestación, a menudo son asfixiados por pautas oficiales o por la inercia, que es donde suele germinar la semilla creativa. La captación de conocimientos se convierte así en algo insípido y discreto, están acostumbrados a un estilo árido e impersonal y es aquí donde el alumno se queja, porque cualquier sugerencia de cambio a esta monótona norma, el que está a cargo ve un signo inequívoco de arrogancia y de agresión. ¿Qué se hace con esto? Sencillo cualquier problema que se nos planteé no debe ser olvidado o hecho a un lado en virtud de una pereza intelectual que conduce a eludir lo conflictivo, de eso se trata de afrontar los problemas que se nos presenten en medicina y no solo eludirlos por conflictivos o aparentemente imposibles.




Notablemente aspectos así suelen tratarse en la ética médica, en este caso aludiendo a los problemas que se nos puedan presentar.


Los medios de difusión se han encargado de darnos un rostro que no nos pertenece, con frecuencia se presenta que la idea de la medicina es la aplicación de adelantos científicos, capacidades técnicas y medicamentos maravillosos, dirigidos por médicos ataviados con blanquísimas batas almidonadas o el típico atuendo verde del cirujano, que poseemos una brillante red de conocimientos impresionantes, y de que todo el esfuerzo colectivo en investigación científica y esta nueva tecnología conseguirá alejar cada vez más la muerte, por este dominio sobre la enfermedad. Pero esta es una fantasía, pues los medios y la medicina omiten describir las desigualdades que se registran en la distribución de estos y de las posibilidades que ofrece la medicina entre la población en cualquier país del mundo; por otro lado la manera en que suelen presentarse dichas investigaciones científicas y tecnológicas no refleja el interés y preocupación verdaderas de la profesión médica en relación con el progreso y la prestación de servicios de salud.




Es por esa razón que como médicos implica que no debamos rendirnos, cierto, es una carrera que cuesta, larga y extenuante, pero las gratificaciones son mas maravillosas, hagamos que estos desvelos valgan la pena para modificar nuestro sistema de salud tan decadente, para progresivamente realizar cambios radicales y reinventar los métodos dentro de esta práctica, la cura de enfermedades y el trato médico-paciente; es necesario ir llevando de la mano una mejoría dentro de la práctica médica en México para poder llevar nuestras manos a donde sean necesarias, para expandir el territorio que podamos abarcar, dejemos de buscar lujos, dejemos de abandonar este país que tanta ayuda necesita, sé que podemos hacer algo mejor de quererlo.


Se nos ofrecerán grandes cosas, y se nos opondrán grandes retos, pero aunque fracases, con el hecho de no rendirte y continuar ya es una mejoría, no hay que dormir en nuestros laureles, siempre se puede hacer algo activamente por la salud y bienestar de los demás.


Quiero agregar esta nota.

¨Las escuelas de medicina enseñan la ciencia, pero ignoran el arte de la medicina. La tecnología superó a la comprensión moral y los hospitales se transformaron en laberintos fríos e impersonales¨
procuren futuros medicos, que no lleguemos a esto, el medico de hoy se a familiarizado tanto con la deshumanización de la medicina moderna, las nuevas tecnologias han cambiado la entrañable relacion del medico-paciente, tratan enfermedades, pero no tratan pacientes, puedo ejemplificar esto con una situación que me sucediera hace algunos días atrás:

Una paciente acudió a su cita en el consultorio del IMSS, el doctor había sido removido y sustituido por otro, ella llego con una afectación anormal en las mamas, presentaba unos quistes, además de una infección de vías urinarias, el doctor no puede ser criticado por que no haya hecho su trabajo, pero sí por el trato que proporcionó, durante la consulta, el médico actuó como un verdadero robot, ningun gesto y ningún movimiento que indicará siquiera que le importaba su paciente, él solo dió su receta y la despacho a que fuera a la farmacia, la paciente venía acompañada de su esposo, quien al final de la consulta dijó:
- ¿Está prohibido que el doctor le hable al paciente?

Fue una situación de lo más disgustante, y no debiera ocurrir, esta profesión está hecha para interactuar con personas, personas que están enfermas y necesitan sean propiamente atendidas. Si vas a ser médico, debes de querer y saber como tratar al paciente, porque en esta profesión tú trataras con gente, por eso eres médico, es entendible que es más llamativo, los retos, el proceso, las operaciones, etc, pero no olvidemos la parte más vital de esto, el humano.







Creó que por eso nos son impartidas clases de bioética y las humanidades en medicina, para atenuar nuestra deshumanización, ¿con qué propósito?, el del que el paciente sea tratado como una persona respetable, que se le escuche, se le comprenda y se le ayude en la toma de decisiones.

Naturalmente vendrán personas con dolencias y durante la anamnesis (interrogatorio previo para la delimitación de posibles enfermedades), es el mejor momento para conocer e interactuar con el paciente, en algunas ocasiones nos tocarán cosas muy desagradables, pero no se puede hacer gestos o expresiones que denoten nuestro desagrado puesto que el paciente confía en su doctor y pretende que este no sea participe de su vergüenza, si no un confidente amable. Finalmente estará nuestra participación activa de opiniones, existirán momentos en que nuestra opinión (objetiva) decidirá el procedimiento que el paciente desee escoger, si se realiza la operación o no, si se procede a un aborto o eutanasia, si se aplica un tratamiento, todo esto son cosas en que nuestra opinión solo debe depender de los resultados y espectativas surgidas intimamente de la ciencia y no de nuestros intereses y emociones, es por eso que menciono aquí, un médico puede ser el mejor, saber de todo, practicar a la perfección cualquier procedimiento, pero si descuida su lado humano,  y si se deja llevar por su propio egocentrismo y emociones, será un pésimo doctor.



Hay sin embargo quienes dicen que ser médico no es bueno para la salud. Analizaremos a continuación por qué.

Se tiene evidencias de que ser médico hoy no es bueno para la salud, debido a la creciente ansiedad, depresión y estres. La tasa de suicidios es mayor entre médicos que en la población general, se estima que un 15% de médicos sufrirán daños o serán perjudicados en algún momento de sus carreras, lo que indica que no podrán cumplir con sus actividades profesionales por enfermedad mental, adicciones o alcoholismo. 
Esto posee nombre, el llamado bornout o agotamiento psicofísico tiene tasas alarmantes de crecimiento entre estudiantes, residentes y médicos. Es un problema generalizado donde sea que exista el estudio en médicina. 


El bornout puede indentificarse mediante tres síntomas principales:

 º agotamiento emocional
 º despersonalización
 º sensación decreciente de autoeficacia

Para comprender mas profundamente lo que es el bornout del medico solo hay que analizar el entorno en que se desempeña, ambientes tecnocéntricos, deshumanizados, con objetivos donde predomina la rentabilidad y un sistema de salud injusto y burocrático. En paises considerados subdesarrollados se acentua más por la falta de recursos humanos, material, y sistemas de salud deficientes y decadentes. 

  Existe una excelente definición dada por Christina Maslach y Michael Leiter: “El burnout es un índice de la disociación entre lo que una persona es y lo que debería ser. Representa una erosión en los valores, la dignidad, el espíritu y los deseos, un deterioro del alma humana”.

Son presionados rígidamente para hacer algo que es imposible.



La medicina está llena de gente con principios, buenas intenciones, integridad moral que pretenden ofrecer una atención espiritual y física de calidad. Mantienen niveles correctos de práctica médica, actualizan constantemente sus conocimientos y lo que es más realizan investigaciones. Pero las condiciones actuales impiden la capacidad de los médicos para  alcanzar y desarrollar estas metas, en algunos profesionales esto lleva a un grado de cinismo, decepción, pérdida de la autoestima y seguridad en sí mismos, enfermedades y abandono de ideales.



Las instituciones no toman en cuenta este apabullante abismo que se forma entre los ideales de ejercer y las condiciones limitantes del trabajo, entonces surge esta pregunta:
¿cómo podemos deshumanizar la práctica médica?

La respuesta apunta a cambios estructurales y culturales, desde las grandes instituciones, hasta las pequeñas células donde se práctique y se pretenda dar la dogma de la médicina.

La segunda respuesta adjunta nos sugiere actividades que estimulen el autocuidado, la reflexión y el desarrollo de técnicas que cuiden estos aspectos. Las instituciones académicas y de prestaciones de servicios deben generar oportunidades que respalden y guíen al médico en la búsqueda del bienestar y de la satisfacción.



Áreas de trabajo practicamente insalubres para el médico son las unidades de cuidados intensivos y de pacientes terminales. El trabajo en este tipo de ambientes demostró que las experiencias y relatos personales de profesionales en estas áreas revelan temas de gruesa atención:

 - pérdidas sin duelo
 - expectativas irreales
 - incertidumbre a relacionarse con el paciente
 - preguntas que no se efectuan
 - un sufrimiento y muerte inexplicados

Procedo a explicar cada una, la pérdida sin duelo sucede generalmente cuando se cuida un paciente muy grave que esta por morirse, como mencione antes, no es ningún secreto que los doctores suprimen sus sentimientos para mantener la compostura y capacidad de atender al siguiente enfermo, pero esta acumulación de situaciones sin hablar con nadie, ni permitirse sentir el impacto de estas experiencias a menudo resulta en un cúmulo de emociones no resueltas y de tristeza por el duelo no generado.

Las expectativas son también un problema muy común, generalmente las familias de las personas a las que atendemos esperan de nosotros milagros, y cuando ocurre la muerte del ser amado, este es el momento en que la gente odia al médico, jusgan que uno ha fracasado, ha dejado caer los brazos, puede ser demandado, da imagen de incapaz, y una parte de uno cree todo esto, porque no importa cuánto haya hecho por salvar al paciente, se espera que pueda realizar milagros.





* No hay soluciones fáciles para el sufrimiento de los médicos ni para el de los pacientes, pero sugerimos que la atención, la compasión y la conversación son importantes en ambos contextos. Para evitar el burnout en los médicos vulnerables, se requiere respeto por los relatos de los médicos, lo que, a su vez, requiere que los médicos puedan expresarse y relatar sus angustias y problemas.

¿Pero quiénes serán los confidentes de los médicos? Además de recurrir a métodos de terapia, los médicos deben buscar y las instituciones proveer senderos de diálogo que permitan renovación, autocuidado, apoyo mutuo y reflexión.

Las asociaciones profesionales y las instituciones deben crear mejores condiciones de trabajo y aportar programas que promuevan la reducción del estrés, una mejor calidad de vida, la reflexión personal y la autoprotección. Esto último no debe ser considerado como una opción, sino como una obligación.



Estamos empezando a darnos cuenta de que la humanización de la medicina depende, en parte, de la recuperación del humanismo de los médicos.

Pero a todo esto, entonces ¿qué nos motiva?, ¿las enfermedades, los enfermos, el reto, la alcurnia?, es bueno tener claro nuestros objetivos.

* Nota del autor: admito una parte de esta información ha sido sacada de una muy buena revista reflexionativa de ser médico, no se refiere tanto a la parte fría de esta ciencia, sino al arte de ser un médico, espero sea de su agrado, gracias por leerme.

http://www.revistaambo.com/


1 comentario:

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