Destinatario

Estas son sólo notas de olvido, recibos injustificados, cartas de silencio y telegramas melancólicos que una mujer de vena negra escribió.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

El valemadrista



Ahora se nublan los cielos,
Se apagan las luces del día
Con la penetrante herida que cruza los suelos
En cada piso de tu melancolía.

No pienses en decirme adiós,
Ya que es fácil olvidar y dejar ir,
Pero lo difícil es lidiar y no perder los
Escasos momentos que hoy están por morir.

Te escribo esto para que sepas;
Y espero llegue a ti, no la devuelvas,
Quédate con ella porque no quiero que desaparezcas
Entre ira, entre celos, entre problemas.


Tu él de mirada ardida en fuego de llama roja,
No te pido algo que no quieras, pero no flaquees,
No te dejes caer que contigo caigo coja
Sin mi verdadero apoyo, sin mi muleta; aunque no voltees


Te miro tratando de encontrarte a ti;
Y con tu desprecio fallan mis fuerzas
Sin tu voz se pierden mis felicidades, ahí morí
Porque entonces no queda nada más.

Con ese cabello negro y tus cristales de vinyl
No me niegues tu mirada que sin ella no existo,
No me huyas, no te envenenes, insisto
En que si no pueden mirarme al menos háblame de ti.


Con esa voz que arrastra la D
Y no se trata de perder
Porque queda por creer
Que solo por confiar en ti, se ser.

Se calmar mis penas con alegrías,
Se contar mis momentos sin aferrarme a ellos
Dejando ir, yendo de frente con tu verdad,
Solo quitando lo aburrido a la rutina,
De cómo ver las cosas en tus pensamientos,
Dejándome conducir a la libertad.


Hay que saber agradecer el día que te he conocido,
Ya ha sido mucho, mucho tiempo, ahora perdido,
Desde la primera vista, la conversación de tarde…
Donde esta amistad es la que me sostiene.


Nuestras discusiones de pareja sin serlo
Y emprendemos distintos viajes,
Terminamos aún queriendo reír un rato
Por los días, lo bueno de nuestros males.


Como dices la vida es corta, es efímera,
No te angustias continuas valemadrista
Y te pierdes entonces te recuerdo lo que decías,
Tu camino, tu sendero en la quimera de la vida.


Y si te veo fumar yo respiro tu desesperación,
Y si me ves llorar sangran mis heridas en tu corazón;
Pero quien nos detiene en este círculo de vicios,
Sin razones desquiciadas, inconscientes compromisos.


No quiero que los residuos de las cenizas de tus anhelos
Interrumpan lo poco bueno que pueda quedar,
Quiero que si puedes hacer supremos tus esfuerzos
Puedas volverme a mirar, reír y discutir sin parar.


Volver a leer, volver a recitar poemas surgidos
De nuestra mente dispuesta a coplear
Con letras las revelaciones de textos
Escritos en la historia de vidas amargas.


No dejes que queden los momentos esparcidos y rotos
Porque de ser así la felicidad carece de sentidos
Por eso no me niegues, si puedes, no me niegues tus ojos
Que no hay otra manera de que ría de la vida en mis sueños.


Que no sea tu final acto una huida rotunda,
Cobardía de ambos escondernos meditando;
Sobrepase siempre los límites donde moribunda
Las miradas puedan destrozar un negro mundo callado.


Pero si solo pudiera tener una palabra tuya
Sería lo máximo que yo pudiera aspirar,
Sería mi felicidad, mi alegría sin que huya
Mi alma a un baño a llorar.


Que me cuesta trabajo acercarme si te rodeas de quebranto,
Donde cuelas, te escabulles, te alejas y acongojas,
Por favor no te alejes de mí mas, no te quedes mudo de mi canto,
No me dejes nunca en tu vida de hablar.


Que entonces a partir de ahí ya no rio,
Ya no escribo, ya no leo;
A partir de ahí ya no vivo
Porque ya ni te veo.


Eres al que no le importa nada, porque sus penas pasan
Como pasan las moscas por la casa,
Deja de escoger caminos de asalto,
Deja de buscar peligro y enfermedad en el cigarro.


Lo triste es que sin culpa tú me puedas olvidar
Cuando yo entre botellas siempre suelo recordar,
Y tú entre nicotina solo dices ¨es para desestresar¨
Dime ¿cómo quito esta carga de tu pesar?


Últimamente vas muy solitario, dejándote de mí,
Pero nada puedo hacer si no me dejas irte a seguir,
Si yo no me permito crecer y madurar
Quitarme de tonteras sobre pasado y dejarme regresar.


¿Pero quién te detiene si veloz corres a olvidar?
A mandar todo a la inexistencia y sufragar
Lo que no te deja ser, no te permite divagar
Entre tu soberbia caja de tristeza.


Oyendo música sin escuchar a nadie,
Estudiando, entrando y saliendo de dificultades;
¿Ahora no te escuchare cantar?
¿No te escuchare, ni te veré platicar?


Vas alejándote poco a poco y el invierno es más frio,
Crecen los témpanos que solían coagularme,
Ahora escogí huir para eliminarme
En la completa realidad del olvido.


Y eres como un muro impenetrable
Pero algún día te han de tumbar,
Y no me refiero a lo que te hacen siempre
Sino a que algún día ya no te puedas encontrar.


Pero aquí estaré, si te permites estar aquí
Y me dirás que no te duele pero ¿entonces que si?
Dime para nunca hacerlo, para negarme a intentarlo,
Si alguna vez esto te duele y quieres ignorarlo
Me resignare me resignare por hacerte feliz.

3 comentarios:

En mi tiempo libre y no libre escribo, toda ventana aquí esta dispuesta a tus comentarios, comparto mis ideas, comparte tu opinión ;-)