Destinatario

Estas son sólo notas de olvido, recibos injustificados, cartas de silencio y telegramas melancólicos que una mujer de vena negra escribió.

sábado, 30 de octubre de 2010

Angustia

Entra la desesperación, anunciando la agonía del mundo,
triste me fue al perderte por culpa de un iracundo,
y ya no queda belleza, todo sentimiento se vació a lo profundo,
que queda en mi cabeza, que queda de pesar meditabundo.

Y me vas recordando todo por lo que siempre sufriré
porque dejas de estar, y como todos en esta vida te vas,
ya no quiero enfrentarme, cobarde llamame, pero me iré
necesito alma, necesito el exterior, quiero mi paz.

¿Porque nos hemos vuelto tan indiferentes, porque matamos al prójimo,
acaso no es un igual?, que nos lleva a marchar, sí a esto no se le ve un fin,
se muere la empatía de todos, se pierde la solidaridad del próximo
la angustia de vivir ya nos llega al cuello, y sigues haciendo este mundo infeliz.

¿No te importa las desapariciones?, ¿Por tu miedo ignoras los asaltos?
Dejas que a otros se lleven, pero cuando lleguen por tí, ¿que harás?
Todos se voltearán y fingirán que nada ha pasado.
Sí, eso resuelve todos nuestros problemas.

Dejamos de lado los dilemas.
Para refugiarnos en cualquier lugar donde ya nada es seguro,
para escondernos detrás de un optimismo falso e inmaduro
¿Te sientes bien al ver tanta sangre correr por tu pantalla?
¿Qué a la hora de salir rumbo a la calle ignores lo que pasa?

Tenemos miedo de hacer evidente lo sucedido afuera de tu casa,
llegamos a la era en que los humanos temen humanos,
ahora las películas de terror son una gracia comparada
y así la mediocre sociedad camina tropezando.

Con una piedra de plomo acabas con la vida de otro,
pero descargas todo el parque, sin discriminar, contra todos,
y las esquirlas hieren, ¿a quién? no te detienes a averiguarlo
Despues de todo a tí te pagan con tal de acabarlo.

Pero mira como vive la ansiedad de los que se esconden,
mira como se desintegra la humanidad en su propio mal,
y sube el estres todo sube, todo parece un mal cuadro en el anaquel
de un sitio de muerte, de desesperanza sin igual.

Ya nadie ve solución, ya nadie ve un futuro para cambiar,
y todo se corrompe, en todo esta inmiscuido y no se puede acabar,
todo se maneja con lo que brilla en el bolsillo, y los que mandan
hacen tratos con este enemigo, pero afuera la calma solo está en el arenal.

¿A quienes dejamos solos, porque todos deciden que se van?
estamos dejando sola a esta pobre ciudad,
pero es que el miedo a morir es de todos los días,
y como decir que esto si puede cambiar.

La vida de muchos, el trabajo de otros, un sonido cualquiera
y pronto se agachan y se ocultan todos,
pero, que pensará Dios, que pensará el exterior,
al ver la guerra no declarada que vivimos en extensión mayor.

La sociedad enferma que se convierte en un infierno,
el infierno que resulta tener una sociedad más contaminada,
y quienes si no los que viven de esto ganan,
quienes si no nosotros venimos pagando todo.

Un gran suspiro me queda al escribir esto,
una desesperación inmunda llena mis respiros,
si he podido perder la esperanza, espero nadie mas la pierda conmigo,
porque duele vivirse encerrado en unas rejas que yo no he forjado.

Esta tristeza es más gris y más sólida que nunca...

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