Tan sencillo como ayer

Tan normal como ayer el día no empezaba a asomar, una oscura madrugada atenazada de nubarrones y coronada de una fina llovizna; tan simple como yo que solo camino, me subo en camiones y me bajo a donde quiero ir, que llego, te saludo y te abrazo y tu no sientes nada por mí. 


Tan bello como hoy que entre la lluvia torrencial bajo mi camisa te cuidaba de no mojarte, siempre cuidada mi niña descuidada, siempre fijando las miradas de todos y tú tan despistada; abrazarte, bailar contigo y ponerte feliz y obteniendo en gracia plena tu sonrisa y tu mirada que me desnuda cual soy y con tus palabras de intención mordaz o de ternura consolación siempre me objetas, me descubres y me reconfortas.


Tan común como cualquier día que te veo concentrada, estresada estudiando anatomía, estudiando histología o recordando biología, tú la que no escuchas, ni ves, la que se olvidó de mí, la que nunca me conoció, yo aún busco conocerte porque tan sencillo como que ayer te robé el beso y no sentiste nada.